jueves, 26 de diciembre de 2013

La Garúa de Bracacielo (20)


Hagamos ahora un sucinto resumen de situación antes de abordar lo que será el segundo capítulo de esta historia.
El proyecto de Fundación lo tenía prácticamente todo: el estudio del arquitecto, las piedras pintadas por su creador, el apoyo de los políticos y la estrategia de situar en la presidencia de honor de la misma a la futura esposa del Príncipe de Asturias.
No le faltaba tampoco la mala relación entre Gowen Barrera y Federico Barrientos, el recelo de Javier Ibarra respecto del proyecto fundacional. Y, en otro orden de cosas, la escritura de división de la finca y los estatutos que regirían el proyecto.
Estos dos últimos aspectos les habían sido confiados por los promotores nada menos que a tres despachos de abogados: uno abulense, otro de Madrid y un tercero al siempre locuaz letrado de los Ibarra.
Además de lo cual, todavía la familia Ibarra -y el propio artista- no habían definido qué parte de la obra de Andrés. seria entregada por su autor en depósito a la Fundación.
Y lo que faltaba, por encima de todo, era la financiación.

lunes, 16 de diciembre de 2013

La Garua de Bracacielo (19)


Todo lo que tenían eran proyectos e ilusiones y un artista entregado a la creación. Parecía evidente que alguien debería asumir la función de tirar del carro.
En Ávila estaban, y en Ávila residenciada también la caja de ahorros local que llevaba por nombre "Caja de Ávila" y que, según Ronnie San Bonifacio, había desarrollado una importante gestión cultural a través de su obra benéfica y cultural.
Y hacia ella se dirigían nuestros amigos, con cita concertada con su director.
Fue esta una reunión grata, como casi todas las que tuvieron en aquella plaza. Buenas, magnificas palabras, pero ningún compromiso concreto.
De modo que los proto-patronos volvían de regreso al dueño de quien eventualmente pondría los euros, que era la Diputación abulense.
Esta les recibía con su presidente al frente de una delegación de todos los partidos presentes en la institución. El apoyo político estaba garantizado.
Y, entre las muchas reuniones que celebrarían en la Garúa de Bracacielo, hubo una de la que Federico Barrientos conservaría un recuerdo especialmente grato: se trataba de un encuentro organizado en el edificio municipal que reunía a los promotores de la Fundación con los vecinos del pueblo, presididos todos por el que lo era de la Diputación provincial.

jueves, 12 de diciembre de 2013

La Garua de Bracacielo (18)


A todo esto, Gowen Barrera, se esmeraba en elaborar propuestas varias, como una que se refería a crear tres ordenes de "sponsors" en función de sus aportaciones. Y lo hacia a la manera del dinero de plástico o de las competiciones deportivas -plata, oro y platino o bronce, plata y oro.
Y presentaba tan sesudos hallazgos al grupo de apoyo a la Fundación que se preguntaba si habría realmente alguna institución o empresa que pusiera las cifras contenidas en el documento de Barrera.
Y como "el papel lo aguanta todo", Gowen se aprestaba a confeccionar una hoja de cálculo que cuadrara unos ingresos supuestos con unos gastos más que seguros.

lunes, 9 de diciembre de 2013

La Garua de Bracacielo (17)


Uno de esos días, San Bonifacio pidió a Barrientos que le acompañara en una gestión: había entrado en contacto con un hijo de "El  Pocero". Según Ronnie, el constructor estaba interesado en mejorar la mala imagen que el ladrillo le había procurado y tenía interés en conocer el proyecto de la Fundación Ibarra.
Federico aceptó y ambos amigos se acercaron a la Garúa para ver aparecer en ella al hijo del constructor, que llegaba con una señorita bastante aparatosa, a la sazón, secretaria del empresario -según explicaría este.
La visita a las piedras resultaría de carácter unidireccional: los invitados apenas hicieron otra cosa sino asentir a las explicaciones de sus anfitriones. Evitarían después el almuerzo que San Bonifacio aderezaría en la forma por este acostumbrada -mezcla imaginativa de las existencias que hubiera en Bracacielo- con la poco sólida excusa de una comida en Ávila -seria un ágape seguramente a dos-. Y, ante la reflexión que les hizo Barrientos en el sentido de aprovechar la oportunidad de implicarse en un proyecto que en esos momentos estaba naciendo, la respuesta del constructor heredero seria bastante expresiva:
- Solo me gusta lo que entiendo.
Y, evidentemente no había entendido gran cosa de lo que había visto.

lunes, 2 de diciembre de 2013

La Garúa de Bracacielo (16)


Y la imaginación llevaría a Barrientos y a San Bonifacio a pretender un ambicioso objetivo: implicar a la Casa Real en el proyecto. ¿No apostaba la monarquía española por el mundo de la cultura? Ahí estaba la importante labor desarrollada por la Reina en ese ámbito. ¿Y no estaba la Corona con los defensores de la libertad en el Pais Vasco? También a eso se refería la presencia del Príncipe de Asturias en cuantos funerales se organizaban en favor de las víctimas del terrorismo.
Se trataba, en suma, de poner una guinda para que después viniera el resto del pastel: los inversores, patronos y patrocinadores, a quienes les encantaría sentarse de vez en cuando ante un miembro de la familia real.
El siguiente paso consistía en encontrar a alguien que tuviera una buena relación con Zarzuela. Y ese alguien bien podría ser RMF, que fuera Secretario de Estado de Interior en el primer gobierno Aznar y que recalaba en ese puesto tras haber servido en la real Casa. En aquellos momentos estaba dedicado a la actividad privada.
San Bonifacio y Barrientos le visitarían en su despacho de la calle Serrano donde les atendió con el exquisito trato en él habitual.
Después de realizadas las presentaciones y de analizar el objeto de la reunión, su interlocutor pasaría revista a los distintos componentes de la primera familia de España y sus respectivas agendas. Hecho lo cual, MF resolvía sin dudar un momento:
- Tiene que ser Letizia. Todavía no le han puesto agenda.
Y es que, por aquel entonces, Letizia Ortiz aun no era Princesa de Asturias y, en efecto, su listado de compromisos estaba aun por llenar.
San Bonifacio y Barrientos asintieron y agradecieron también la buena disposición del empresario en cuanto a dar continuidad a esa gestión.

jueves, 28 de noviembre de 2013

La Garua de Bracacielo (15)


¿De dónde obtendrían entonces los promotores de la Fundación una cantidad cercana a los 12 millones de euros (2.000 millones de las antiguas pesetas) que, "gosso modo", habían considerado que seria su presupuesto?
Era necesario activar la imaginación.

Claro que con el PP no era suficiente. Pese a que Andrés Ibarra procedía del mundo ideológico de la izquierda -había militado en el PC en la dictadura del general Franco- la más firme posición respecto del nacionalismo y contra su más lamentable derivada, el terrorismo, de los gobiernos de Aznar le llevaban al artista vasco a las entonces más consecuentes praderas de la derecha. El Partido Socialista había llevado su progresismo de antaño a una suerte de conservadurismo rancio, sin renunciar por ello a emitir credenciales de partido avanzado; una de las características de este deterioro ideológico lo era su consideración de los movimientos nacionalistas como elementos de avance social, cuando la historia demuestra que no existe cosa más retardataria que el nacionalismo. Pero sobre eso ya se han escrito miles de páginas.
Así pues, Barrientos quería establecer un mejor balance político  para la Fundación Ibarra. Se trataba de aportar las sensibilidades de la izquierda en favor del proyecto.
Y después de cavilar y conversar con unos y otros, Barrientos decidía plantear una asociación cultural en favor de la Fundación. Un grupo en el que entraran intelectuales, políticos, artistas... Como banderín de enganche de ese nuevo proyecto, Federico había pensado en el ex militante comunista, escritor y ex ministro de Felipe González, Jorge Semprún, a la sazón pariente lejano de Barrientos.
Cuando este último planteó la idea a Ibarra, el artista se mostró muy complacido. Semprún había sido su jefe político en aquellos viejos tiempos y le encantaría reencontrarse con el escritor que vivía semienclaustrado por aquellos tiempos en una casa a las afueras de París.

lunes, 25 de noviembre de 2013

La Garua de Bracacielo (14)


Una ultima entrevista tendría Federico Barrientos con responsables de fundaciones culturales. Seria con la mujer de un amigo suyo, a la sazón biznieto de un importante pintor vasco, que contaba con amplios conocimientos en materia de gestión cultural.
Su consejo fue que deberían profesionalizar al máximo la gestión, cuidando muy especialmente los intereses de patronos y "sponsors". Le insistió mucho en que siguieran el modelo de las instituciones culturales americanas.
Recogido este amplio abanico de posibilidades, Barrientos daría comienzo al segundo de los asuntos que, de acuerdo con Ronnie San Bonifacio, debían emprender: el relativo a la financiación del proyecto.
La viuda de un primo suyo era, a su vez, prima de un importante financiero de Santander y hacia ella dirigía Barrientos sus primeros pasos. A tal efecto montaría un encuentro entre ella y San Bonifacio que se desarrollaría de forma más que grata. Sin embargo, su prima no quiso implicarse directamente en el asunto y solicitaría de Barrientos una gestión con la esposa del financiero, mujer volcada en la actividad cultural.
Parecía evidente que, a pesar de la cordialidad del encuentro, la señora se estaba quitando de en medio. Pero Barrientos decidía seguir la pista que ella le había propuesto.
Para ello tomaría contacto con un contra pariente bilbaíno, cuñado por matrimonio de la mujer del financiero. Este se vio sorprendido por la iniciativa de la familiar de Barrientos pero se mostró dispuesto a organizarles una reunión con su pariente política.
Llegado el día, San Bonifacio y Barrientos se personaban en las oficinas de la Fundación presidida por la esposa del financiero cántabro, descubriendo con no poca sorpresa que dicha señora no estaba presente en la reunión y que tampoco se la esperaba.
Resultaría también un encuentro cordial, pero sin expectativa de desarrollo alguna: el principal banco español, con florentina habilidad, había llevado el asunto al dique seco.
En cuanto a la segunda entidad financiera, era esta la que sobre el papel resultaría la más indicada para entrar en el proyecto. Su denominación hacia referencia al doble ámbito territorial del municipio y la provincia en las que Andrés Ibarra desarrollaba principalmente su actividad artística. Sin embargo, la secretaria de Ronnie tenía una amiga que era también secretaria -y de dirección- de ese banco. Su opinión respecto de la posible implicación del banco vasco en el proyecto seria tajante: no entrarían; y presionados a ello, lo harían, pero con una cantidad muy corta.

jueves, 21 de noviembre de 2013

La Garúa de Bracacielo (13)


Las cosas se enfriarían a partir de ese día, pero no para todos. Federico  Barrientos iniciaría un recorrido por diversas fundaciones que le llevarían a conocer distintas instituciones culturales en las que la Fundación Ibarra podría obtener algún motivo de inspiración.
Y por aquello de la cercanía, empezaba Barrientos por el Chillida Leku, un paraje extraordinario enclavado en el caserío Zabalaga, en el guipuzcoano municipio de Hernani.
Poco tiempo y menos explicación debía producirse para que Barrientos se diera cuenta de que poco menos que la familia había puesto el cartel de "En Venta", a la puerta del museo. Bastaba con las palabras de su principal gestor:
- Mi padre ha tenido muchos descendientes. Y ninguno se conforma con saber que es propietario de una fracción de las obras que tenemos expuestas aquí. Quien más, quien menos, todos quieren tener un coche o comprar la entrada de su piso...
Era, una vez más, el previsible conflicto entre artista e hijos que, en el caso de la Fundación Ibarra se acrecentaba en función de los atávicos celos del hijo-artista en relación con el padre, también artista.
Poco servia el caso Chillida para el empeño de la Fundación que se traían entre manos. Fue distinto el caso de la segunda visita de Federico Barrientos, que se desplazaba a las afueras de Pamplona para visitar el museo de Oteiza y entrevistarse con su gestor, Pedro Manterola. Este era un señor encantador que tampoco tenía pelos en la lengua. Amigo personal de Andrés Ibarra, Manterola había conseguido mantener una relación cordial con Jorge Oteiza, personaje difícil donde los hubiera. Y en esa soleada mañana de sábado, el caserío-museo prácticamente vacío, el principal directivo de aquella Fundación desgranaba el elemento esencial que la hacia viable, que no era otra sino su carácter público. Oteiza había hecho donación de su obra a Navarra y su gobierno foral se había hecho cargo de la misma.
Un modelo de Fundación muy alejado de la primera. Si en aquella el componente familiar era básico y el público inexistente, en esta no había familia y sí gobierno.
Pero no terminaba ahí la ronda de fundaciones de artistas. Un viaje a Barcelona le llevaba a la Fundación Joan Miró -un amigo común le había presentado a su directora, Rosa María Malet-. Mucho tiempo después, Barrientos recordaría con agrado aquella conversación. Y era que la responsable de aquel centro cultural pondría la bala en el blanco de lo que debería perseguirse en la nueva Fundación Ibarra: "Andrés es un artista de y en la naturaleza -le dijo-. Deberíais poner el acento en esa característica, porque es la que le singulariza entre todos los creadores contemporáneos".
Pero Malet, eficaz y directa, le aconsejó algo más. Y fue un consejo que se convirtió en guía básica para Barrientos a partir de entonces.
- Cuando Joan Miró decidió crear esta Fundación -dijo Rosa María-, congregó en su patronato a un grupo de amigos que no aportarían gran cosa a los objetivos del proyecto. Y, cuando se unían a él empresas e instituciones, los nuevos llamados empezarían a recelar respecto de los cometidos a desempeñar por los primeros.
La conclusión estaba clara: era fundamental diferenciar amigos de aportadores, por eso Barrientos sugería a San Bonifacio la creación de un Consejo Asesor de la Fundación -en el que se sentarían exclusivamente los amigos- separado del Patronato -reservado a Ibarra y su familia, a San Bonifacio y a las empresas e instituciones que quisieran sumarse al proyecto.
Este seria un aspecto clave en el desenvolvimiento de la idea, y sobre el que volveremos más tarde.

lunes, 18 de noviembre de 2013

La Garúa de Bracacielo (12)


De modo que, en tanto que Andrés Ibarra, a tiempo parcial, entre su caserío, las rocas del puerto de Avilés y otras intervenciones en parajes naturales, pintaba las piedras de Bracacielo, Federico Barrientos hablaba con un cineasta documentalista vasco para que preparara la película.
Eso motivaría un viaje de Iñaki Artola -así se llamaba el director de cine- a la Garúa. Una visita que seria poco menos que multitudinaria, pues coincidirían también las personalidades ya conectadas por los "mosqueteros" y amigos que se unían finalmente al evento.
Fue un radiante sábado de primavera el que les recibió en la espléndida Garúa de Bracacielo. Dirigidos por el indestructible afán de Andrés Ibarra que, a sus largamente cumplidos 70, trotaba y brincaba por los caminos de la finca y explicaba los motivos artísticos de sus pinturas a los allí congregados.
Fueron muchas las autoridades presentes, así como era también numerosa la cohorte de acompañantes, entre los cuales últimos cabria considerar a los periodistas, amigos, amigos de los amigos, artistas y curiosos en general.
Se sirvió a continuación un almuerzo, que aderezaría San Bonifacio, hombre de recursos e inventiva culinaria donde los hubiera. A los postres, y una vez que se hubieran marchado buena parte de los invitados, Andrés Ibarra daría cuenta de sus pretensiones creativas, consistentes en buena medida en asociar naturaleza y creación artística, en un regreso posible a los orígenes del arte. Así, Ibarra, como el pintor rupestre, evocaba lo que él había visto en sus dibujos sobre la piedra o en las cortezas de los árboles. Y donde los primitivos veían bisontes y cazadores, él veía ojos y líneas que se perdían en el horizonte.
Fue una maravillosa jornada.

jueves, 14 de noviembre de 2013

La Garúa de Bracacielo (11)


"Con estos bueyes hay que arar", habría dicho sin duda Manuel Fraga al observar el paisanaje que formaba el aguerrido grupo coordinado por Ronnie San Bonifacio.
Y se pusieron a ello, echando mano de cuantos concursos disponían.
Ronnie lo hizo con un arquitecto, a quien había frecuentado en sus tenidas masónicas. Se trataba de un proyecto delicado, Ávila era tierra rigurosa donde las hubiera y las temperaturas podían llegar a oscilar más de treinta grados entre las máximas y las mínimas, lo que afectaba bastante a los materiales a emplear.
El proyecto arquitectónico no es para descrito en estas páginas pero fue unánimemente elogiado por todos los impulsores del proyecto.
Por parte de Barrientos la tarea consistía en explicar en las altas instancias del PP la noticia y recabar su apoyo. Parecía claro que la más preclara voz abulense en ese partido era la de su secretario general y numero 2 en la organización popular, Angel Acebes. De modo que esa fue la primera llamada del político bilbaíno.
Acebes recibió a Ronnie y Federico en su despacho de la calle Génova. Un algo destartalado "dos piezas", con un saloncito en el que habían situado una reducida mesa redonda con cuatro sillas desde la que se imaginaba un atiborrado despacho repleto de expedientes y documentos.
Acebes es hombre afable y como tal se comportaría. Recibió la novedad con interés aparente, no quiso implicar a su persona o partido con el proyecto, pero no se podía decir que no estuviera correcto.
Hombre que no producía impresiones espectaculares, sobrio y contenido siempre, en el momento de la despedida tuvo  el secretario del partido de gobierno una palabra con Barrientos que este quiso recibir como muestra de afecto.
- Así que te veremos más por aquí.
Pero Madrid es muchas veces un edificio construido en loor y honor al culto social. Y además que no era el territorio en el que se enclavaría el proyecto.
Y este si era el caso de Ávila.
Las referencias de la prensa local indicaban que el siguiente paso a dar era en dirección a la Diputación de Alava, presidida a la sazón por Segundo Ovejero, un robusto castellano, entrado en años y que constituiría una especie de tipo del castellano clásico, si hubiera que encarnarlo en ser humano alguno.
La propuesta que llevarían a Ovejero sería de orden algo más concreto: una vez anunciada la pretensión, los tres mosqueteros de la Fundación -Barrera se añadía al grupo- pedían al presidente que les financiara un DVD para la promoción institucional y empresarial de la iniciativa. Después de reunidos los pre-patronos con todo el arco político abulense (PP, PSOE e IU), don Segundo accedía a otorgarles 30.000€ con ese objeto.

lunes, 11 de noviembre de 2013

La Garúa de Bracacielo (10)


¿Y qué se podía decir de los acompañantes habituales de San Bonifacio?
De Federico Barrientos poca cosa, en realidad. Un parlamentario vasco del PP (lo que le acercaba a los peperos abulenses) pero de segunda fila, porque apenas nadie sabia muy bien a qué se dedicaba en la Cámara vasca y apenas salía en los papeles. Que había sido secretario general de ese partido en el Pais Vasco era cosa que muy pocos recordaban, en el caso de que lo hubieran conocido, por supuesto.
Pero un día Barrientos decidía trocar de siglas y pasarse (de modo ignominioso para la iglesia pepera) a UPyD. La política en España es cosa de capillas y no se admite, especialmente en cada una de ellas, que alguien la abandone, aunque lo haya hecho con elegancia, entregando su escaño a la vez que su carnet.
Entonces perdería Barrientos buena parte de su protagonismo anterior en la Fundación, que pasaría ahora a Gowen Barrera.
Pero solo lo haría eventualmente. Barrera era -ya se ha dicho- un tipo simpático, pero sus ideas concluían allá donde las buenas prácticas de los modos sociales debían dejar paso a un cierto talento organizador y de desarrollo. En ese momento, de poco servían sonrisa, afabilidad y aptitudes en la preparación de gin tonics.
Receloso y, por lo tanto, ambiguo Javier Ibarra nunca jugaría un papel reseñable entre los gestores de la Fundación. Más preocupado por su posición artística que por conservar la memoria de su padre, Javier siempre observaría con prevención el desarrollo del proyecto.
Esta actitud se vería con claridad desde el primer momento. Un yerno de San Bonifacio, Raúl Calda, reputado creativo que había impulsado la primera y exitosa campana electoral de "Ciutadan's" al parlamento de Cataluña, se avenía a preparar, "gratis et amore" los signos distintivos de la Fundación.
De modo que Calda desplegaría en la espaciosa mesa-comedor de la Garúa de Bracacielo los papeles que extraía de unas grandes carpetas. El logo de la Fundación giraba en torno de la simpática boina que el artista llevaba siempre puesta. Se trataba de un buen trabajo, en efecto, que contaría con la aprobación de todos los reunidos. ¿De todos? Para decir la verdad, no de todos. Porque cuando se estaba dando la conformidad a lo realizado, se alzaría una voz para disentir:
- No estoy de acuerdo en que se llame así,  Ibarra. Yo tengo el mismo apellido y también soy artista -diría Javier.

viernes, 8 de noviembre de 2013

La Garúa de Bracacielo (9)


La "avis" política de Ávila era PP al 150%, si no más. Y era también "rara". Ocupaba el poder en la provincia desde que la memoria local recordaba hecho electoral alguno y, votación a votación, su resultado mejoraba, de forma que su estela se aproximaba peligrosamente a la de un partido único. Esa cualidad le había permitido incorporar en su ADN buena parte de los defectos que las situaciones endogámicas producen: recelos entre sus componentes que trocaban las más de las veces en envidias y mezquindades, creación de compartimentos estancos donde al menos debiera existir una cierta solidaridad intrapartidaria y un determinado odio al extranjero por el solo hecho de serlo -o parecerlo.
Y eso que Andrés Ibarra acreditaba un curriculum de luchador por la causa de las libertades civiles en terreno tan estimable para espectadores ajenos  como los recios castellanos que habitan esa tierra. Circunstancia como esta resultaba innegable y el aire despistado del artista le proporcionaba un aura que se diría inexpugnable.
No ocurría así con sus valedores.
Para empezar por el primero, Ronnie San Bonifacio no era desde luego el terrateniente y aristócrata clásico. Picado en su juventud por el anofeles de la disidencia con su adusto padre, Ronnie se escapaba sin pasaporte de España y -no se sabia cómo- amanecía un día en la Cuba de Fidel, en la que fue tan querido que el régimen le proporcionaría la que antes fuera lujosa residencia de Alejo Carpentier, cuando el escritor asumiera también las funciones de embajador de su país en París.
Más pronto que tarde, la critica mentalidad de San Bonifacio se impondría sobre el aburrido páramo en el que Fidel había convertido a su isla, poniendo ruta de regreso a Europa, donde le esperaban las agradables expectativas de las comunas italianas y el amor libre que en ellas se practicaba.
Cansado por el momento de sexo, Ronnie dedicaría entonces su atención a la causa palestina, en la que estuvo a punto de consumar sus días debido a una bala que a poco si le atraviesa.
Una vez que su romántico espíritu aristocrático se vio más que colmado, mudó San Bonifacio en burgués -eso sí, con titulo nobiliario-, Ronnie volvía al lugar que le vio nacer, observaría atento la transición española, se casaría -por segunda o tercera vez- y agregaría un par de hijos más a su prole.
Pero tampoco Ronnie llegaría a envejecer con ella. Al contrario, al cabo de un par de años, se dedicaba esta a descuartizar de modo sistemático el todavía cuantioso patrimonio del conde -como parece ser tónica habitual en los tiempos que corren-, aunque sin lograrlo absolutamente, por fortuna.
Disgustado por sus experiencias "para toda la vida" San Bonifacio dedicaría sus ardores a las relaciones efímeras, el cultivo de la cultura y la practica de la masonería -en uno de los ritos que dividían y empequeñecían la ya de por sí endeble organización española.
Y como nada de esto fuera ocultado por San Bonifacio en la provincia, no era de extrañar que hubiera quien pensara en una suerte de conde Dracula reducido, sátiro, promiscuo y poco menos que una suerte de adorador de Satán. De haber sido Margareth Thatcher la presidenta de la Diputación provincial no habría dicho del titulo: "He's one of us" (es uno de los nuestros).

lunes, 4 de noviembre de 2013

La Garúa de Bracacielo (8)


Una segunda llamada -esta vez de Federico a Carmen- daría comienzo a su relación. Una relación que -cuando se escriben estas líneas ha concluido hace ya tiempo.
Otra cosa seria la Fundación Ibarra. Superada la intentona de Gowen Barrera de constituirse en gerente -por lo visto era él el "padre del proyecto", según él mismo proclamaría, y ese puesto le debía corresponder sin lugar a cualquier género de duda- y ante la ineficacia de su novia en proporcionarle nuevos contactos culturales, Ronnie San Bonifacio resolvía cancelar la iguala de la Algorteberri. Ambas decisiones, si bien justas, no ayudarían demasiado a la integración de los componentes del grupo.
Pronto se advertirían dos ámbitos enfrentados: San Bonifacio, Barrientos y los técnicos aportados por el primero, de un lado y Barrera, Algorteberri, Javier Ibarra y el abogado de los Ibarra del otro. A estos efectos, el artista era un mero espectador.
A San Bonifacio y Barrientos, se les unían  por indicación del primero nada menos que dos abogados. Uno era abulense y  llevaba en esa provincia los asuntos jurídicos de Ronnie. Letrado discreto, Pedro Casona integraba con facilidad en su persona las tranquilas características de aquella ciudad a la que sus robustas murallas se diría que habían sumergido la plaza en las más profundas épocas medievales. El otro letrado, Luis Sagarduy, experto en lances urbanísticos, tenía un estilo diferente y no tardaría en aparecer por la Garúa de Bracacielo con su joven amante. Casado y con hijos, Sagarduy florecía bastante a destiempo respecto de lo que a él le hubiera gustado seguramente,
¿Y para qué se precisaba de tanto abogado? La explicación estaba en que Ronnie San Bonifacio debería definir el terreno que cedería a la Fundación, sus limites geográficos y temporales -con la posibilidad de la reversión de los mismos a su dominio primitivo en el caso de que la operación abortara.
Desconfiada, a la par que desinformada, Maricruz -la esposa de Ibarra- agregaba al grupo a su abogado de confianza, Juan Yelmo, que hacia su aparición en la finca con  toda la petulancia que se espera en un bilbaíno de chiste. Lo haría todo, lo resolvería todo y perdonaría generosamente a todo el resto del mundo por no haber llegado a su elevada condición y prestigio. En fin, ¡solo había una familia Yelmo y esta era de Bilbao! De modo que, cuando alguien explicaba las pretensiones del proyecto, Juan daba cuenta del nombre de quien se encargaría de llevarlo a cabo. Y cuando le llegó el turno al ramo de la hostelería, con el mismo grado de íntima convicción y perfecto conocimiento , aseguraría Yelmo dirigiéndose al artista:
- De eso se podría ocupar Fulano de Tal, que es buen cocinero y, además, admirador tuyo.
Era muy diferente el caso del Director de Noticias de Ávila. Salvador Jiménez, a quien Ronnie San Bonifacio encargaba una especie de auditoria del PP en la región y la provincia. El asesoramiento de Jimenez permitiría a Barrientos la realización de alguna gestión política con los populares abulenses y la visita a la finca de La Garúa de algún alto representante local de ese partido. Uniría a esas destacadas gestiones la publicación en el diario de su dirección de un destacado reportaje sobre las piedras pintadas por Andrés Ibarra en lo que el mismo artista denominaba "su territorio".
En vista de su acreditada competencia, Federico Barrientos confesó a Ronnie San Bonifacio:
- Habría que incorporarlo al comité de la Fundacion.
Y así lo hizo.

miércoles, 30 de octubre de 2013

La Garúa de Bracacielo (7)


Pero Federico Barrientos añadía un herrete más al collar de las actuales desgracias de Gowen Barrera. Ya en la cena a la que Carmen Escada  le había invitado -y en la que Barrera quería que esta nada supiera de los negocios que se traían entre ambos- Barrientos percibió un cierto interés de Carmen respecto de su persona; interés al que, por el momento este no haría ningún caso, pero que se vería notablemente acrecentado con la noticia que le proporcionaba Gowen.
De modo que no supo muy bien si mostrar o no sorpresa ante la inmediata llamada de Carmen. Debía parecerle muy natural, dadas las circunstancias. Y, por supuesto que Barrientos estaba más que preparado para aprovechar esa oportunidad.
La llamada de Carmen tuvo un punto de preocupación que muy pronto Federico descubría inconsistente.
Se citaron a comer. En el club de la Sociedad Bilbaina, como acostumbraba Barrientos. Él la esperaba sentado en una mesa del Bar Inglés, desde la que se dominaba el Paseo del Arenal. Carmen Escada pasaría ante sus narices sin verle, pero siendo vista por él -el cristal era opaco para los transeúntes-. Cuando Barrientos advirtió su todavía bella figura se dijo para si mismo:
"Estás de suerte, macho. Es algo más bajita que tú".
No mucho más, pero lo era en efecto. Barrientos había calculado bien.
Durante la comida ella desgranaría todos los argumentos de una mujer abandonada por un hombre que, además, se largaba con su dinero. Y es que Gowen Barrera pedía a su mujer cinco millones de pesetas para un negocio particular, cantidad que no le había sido devuelta.
El objeto del encuentro -según ella proclamaría- era que esa separación no le supusiera un coste adicional. Y Barrientos -que intuía ulteriores pretensiones por parte de la dama- estaba dispuesto a que sus declaraciones a lo largo de aquel almuerzo -como otras tantas mujeres, la Escada era una notable interrogadora- no perjudicaran la eventual prosecución de encuentros posteriores.
De modo que Federico Barrientos hizo lo que una mujer despechada espera de un futuro amigo, confidente y -¿por qué no?- amante: contar, repetir y hasta tripitir las escasas informaciones que su escurridizo marido le había proporcionado acerca de sus variadas actividades laborales. Llegarían incluso los dos comensales a introducirse en el siempre proceloso campo de las suposiciones.
Y Carmen daría comienzo con esta a una larguísima serie de confidencias respecto de las diferentes característica dd su marido -sin excluir de estas ni siquiera sus prestaciones como amante.
Para Barrientos, su comportamiento de aquella tarde no constituía sino la aplicación de la regla que decía: "En el amor como en la guerra, todo está permitido". Pero para Barrera, se trataba de una deslealtad.  Categoría esta que debía ser sometida a puntual revisión. Ya que constituiría caso de deslealtad consumada el que Barrientos proclamara a los cuatro puntos cardinales del universo las poco halagüeñas informaciones que respecto de aquel le proporcionaba su mujer, cosa que Federico nunca hizo.

lunes, 28 de octubre de 2013

La Garua de Bracacielo (6)


Habría, desde luego, un antes y un después de aquella conversación.
Antes de esta, sin llegar a ser verdaderos amigos, Barrientos y Barrera mantenían unas relaciones que bien podían ser calificadas de cordiales. Como se ha dicho, este llamaba con frecuencia a aquel, especialmente para pedirle favores en forma de gestiones particulares, que Barrientos acometía las más de las veces.
Pero había algo que les unió más que eso. Y Barrientos se acordaba perfectamente.
Fue allá por el año 2.000, cuando el PP de Aznar conseguía su primera mayoría absoluta. Estaban Ronnie y Barrientos tomando algo en el hall del hotel Ercilla de Bilbao -Ronnie quería colaborar como interventor en el día de las elecciones.-. En ese momento, Barrientos pedía a su amigo que le incorporase a su equipo para la realización de alguna gestión en el ámbito cultural, que San Bonifacio venia emprendiendo. La conversación se desarrollaría entonces y a lo largo del paseo que les llevaría al hotel en que se alojaba Ronnie. Y se prolongaría durante las semanas próximas.
Porque Ronnie San Bonifacio estaba a punto de ceder una parte de su finca, la Garúa de Bracacielo, a Andrés Ibarra una, con vistas a que el artista lo usara como una especie de lienzo de su creatividad. En ese espacio además se ubicaría la Fundación que llevaría su nombre.
El concurso de Federico Barrientos a esa causa consistiría en hacer uso de sus relaciones, en especial de las políticas -la finca de San Bonifacio estaba situada en el pepero territorio de Ávila.
Y, en tanto que Andrés Ibarra trabajaba las bellas piedras que el paso de los siglos habían curvado y reblandecido, Federico Barrientos movilizaba sus recursos. ¿El resto? Ronnie había cedido parte de su finca, un terreno que estaba en sus manos a lo largo de varias generaciones y pensaba que ya había culminado con eso la parte que le correspondía en el trato, y no le faltaba razón.
El caso de Gowen Barrera y de Miren Algorteberri era muy otro. Y muy pronto descubierto, con la incorporación de esta última a la órbita cultural de San Bonifacio y no transcurriría demasiado tiempo sin que el segundo se autopropusiera como candidato a gerente de la Fundacion. La respuesta de San Bonifacio fue del género antológico:
- Deberías ir a Londres, y prepararte en un master para directores de centros artísticos.
Para alumno de historial tan precario en cuanto a estudios se refería, dicha frase debió sentirla Barrera como una suerte de rejón de muerte.
Javier Ibarra. -otro de los componentes de la Fundacion que llevaría el nombre de su padre, mantendría una especial relación con el proyecto. A diferencia de su hermano -que era profesor universitario-, Javier había seguido el camino de su  padre y, a decir de San Bonifacio, no había realizado nada verdaderamente nuevo; de modo que sentía a la Fundacion como la forma más explícita de consolidar la imagen de su rival principal, que no era otro sino su padre.
De este -el artista- poco cabía decir, salvo que en lo referente a las cuestiones prácticas era un hombre imposible. Eso sí, se puso a trabajar sobre las piedras de la Garúa a riesgo de sus piernas, su columna vertebral y su corazón -hasta el punto del infarto-. Como a Ronnie, nada más le era exigible.
Pero Crucita, la mujer de Ibarra, era otro caso diferente. Una norma axiomática en el caso de los artistas expresa que deben contar con un cónyuge que compense sus carencias. Y Maricruz, a quien no faltaba buena voluntad, no la acompañaba esa facultad. Vivía ella el mundo pequeño del Basauri de su infancia y se conformaba con administrar el escaso peculio conyugal y con entregar una paga -o asignación semanal- a su marido.
Y como el mundo de Maricruz era estrecho, estrechas eran también sus obsesiones. Y cuando San Bonifacio elegía a un abogado para que organizara las cuestiones jurídicas de la Fundación, ella no dudaría en proponer el nombre de su abogado en Bilbao, de cuya inenarrable aparición hablaremos más tarde.
Y Federico Barrientos se dedicaría a mover sus contactos. Nada más y nada menos.
Con estos mimbres nacía el pre-patronato de la Fundación Ibarra, cuyo mera denominación no seria precisamente pacifica.

miércoles, 23 de octubre de 2013

La garúa de Bracacielo (5)


Gowen generalmente se presentaba bien. Era un tipo cordial y tenía algún que otro buen contacto. Entre los cuales, el del escultor y pintor vasco Andrés Ibarra; y de su época gubernativa no dejaba de tener amigos que contaban con cierta raigambre política, por lo general en su ámbito más propio, el socialista.
De modo que la etapa de gobierno del PP -que transcurría en los 8 años situados entre 1996 y 2004- le cogían literalmente descolocado.
Hombre de recursos donde los hubiera, Gowen se apuntaba al Patronato de la Fundación para la Libertad, que era un centro político-cultural ideado por Jaime Mayor Oreja para promover lugares de encuentro entre socialistas y "populares". En esa institución, además de verse agraciado con la Orden del Mérito Constitucional y el titulo de Excelentísimo Señor que llevaba la reseñada condecoración,  tuvo Barrera la oportunidad de conocer a Barrientos.
Y no es que Gowen se convirtiera en el "alter ego" de Federico, pero sus llamadas eran constantes y no pasaban quince días sin que se vieran -a iniciativa siempre de Goby, por supuesto-. Le ayudaría en su Fundacion Santillana, en su inversión de purines y hasta compartirían mesa y mantel los jueves por la noche en el hotel López de Haro -por supuesto, de Bilbao- con, estos si, egregios socialistas.
Pero Gowen era de los que aprovechan la educación para pedir sin entregar nada a cambio, hasta el punto de cruzar líneas manifiestamente rojas -como pedir una implicación del Ministerio de Industria del PP, toda vez que Rajoy había perdido las elecciones del '04- pero, no satisfecho ante las consideraciones de Barrientos, que por lógica precaución democrática se negaba a realizar tal gestión, Barrera le insistía una y otra vez.
En una de aquellas ocasiones, Carmen Escada le invitaba a sumarse a una cena con el pintor Ibarra y con su mujer. Primero tomarían una copa en la espectacular terraza de su casa y luego saldrían a cenar. Muy pocas horas antes, Barrientos recibía una llamada de Gowen en la que le advertía:
- No le digas nada a Carmen de lo de Santillana. No tiene ni idea.
Acostumbrado como estaba Barrientos a comentar todas las incidencias de su vida con su primera mujer, ese secretísimo le pareció incomprensible. En todo caso se había comprometido con Barrera y de su boca no salió la menor noticia al respecto.
No pasaría la semana siguiente sin que Gowen Barrera le citara para tomar un aperitivo. Fue, como casi siempre, en la Bilbaina. Y Goby le ilustraría con su complaciente versión de los hechos. En aquel encuentro, Barrera haría mención a una pretendida amistad entre ambos, pero hay que decir que Barrientos recibiría la noticia de una forma muy diferente.

lunes, 21 de octubre de 2013

La Garúa de Bracacielo (4)



Gowen Barrera era un tipo fornido, la estatura alta y la expresión simpática -y un punto dicharachera-. Su aprovechamiento intelectual había sido escaso, lo quequizás fuera debido a una excesiva tendencia a las francachelas nocturnas y a las expansiones en todo tiempo y lugar; por eso, aunque daba comienzo sus estudios en la otrora prestigiosa Universidad de Deusto, los concluía en la definitivamente carente de prestigio de la sedicente facultad de Derecho de La Laguna.
No obstante lo cual, Goby sacaba uso de su cualidad principal: su gancho con las damas, que se derivaba de un cierto cultivo de las buenas maneras y de un aspecto personal relativamente agradable.
Triunfador Barrera en el ámbito femenino, esa constituyó su mayor ventaja a lo largo de su vida, una ventaja que el anglo español sabría explotar no sin cierta habilidad. Es evidente que además, en país tan poco poliglota como el nuestro, su dominio del inglés le abriría no pocas puertas.
Centrándonos ahora en sus relaciones con el otro sexo, además de los habituales escarceos juveniles -que no fueron pocos en su caso-, a su regreso a Bilbao, terminados sus poco exigentes estudios, Goby se encontraba con una joven bilbaína, de rancia buena familia -también de "toda la vida", habría proclamado este sin duda- que era una de esas gallardas tiarronas que solo producen las tierras vascas.
Permítasenos un ligero apunte social. Barrera era una expresión, químicamente pura de eso que se llama "clase media". Ese origen era el de su padre, y su madre, por muy inglesa que fuera, pertenecía a esas huestes que asolan la isla británica, con sus chalets pareados, sus adefesios en el vestir y sus atentados gastronómicos. A pesar de ello, Gowen conseguía siempre emparentar por encima de sus posibilidades iniciales.
Y, era su primera mujer, de izquierdas. Una de esas no tanta "rara avis" de la burguesía liberal bilbaína, que a base de compartir ideas anti nacionalistas con los socialistas, se pasaban ardorosamente a sus filas.
Gowen compartía también esas creencias. Pero el suyo era un socialismo tamizado por un barniz de tipo "british". Muy tradeunionista y tenido de populismo laborista, lo que sin duda le ayudaría no poco en su trayectoria política posterior.
El panorama político vasco se iba aclarando. Después de algunos años de hegemonía nacionalista en el Parlamento de Vitoria, provocado por la ausencia en sus escaños de los batasunos, y de la escisión en el PNV, consecuencia a su vez de la bicefalia  Arzalluz-Garaicoechea, el partido socialista se convertiría para mucho tiempo en firme valedor del nacionalismo moderado de Ardanza. Y Barrera, que gracias a su bien relacionada esposa, había vegetado en algún oscuro despacho de la asesoría jurídica de la otrora Iberduero, pasaba a traductor de inglés industrial en el Departamento correspondiente del Gobierno vasco con rango, eso sí, de Director General.
Poco aguantaría su primera fémina la cortedad del político en ciernes. Y es que, si la cama es el espacio más habitual de ciertas desavenencias conyugales, es en el momento posterior a la consumación sexual cuando se comprende muy bien si lo acontecido era solo un polvo o algo más.
Y Gowen, para la lista bilbaína era solamente eso: un polvo. De modo que el afamado personaje político debía hacer por primera y única vez -hasta el momento- sus maletas. La segunda, ni siquiera las pudo recoger: un cerrajero cambiaba la llave de la casa de su mujer y el angloespañol tomaba las de Villadiego hacia Cortefiel.
Fue entonces cuando le empezaría a tratar Barrientos.

jueves, 17 de octubre de 2013

La garúa de Bracacielo (3)


Conocía Mireia a su novio, el anglo español Gowen (Goby) Barrera hacia ya algún tiempo. Era-según expresión de este ultimo- "una chica de toda la vida de Algorta", lo que venia a decir que la conocían hasta las más antiguas de las piedras que contenían las olas en el el Puerto Viejo de la localidad vizcaína. "Goby" aparecía sin embargo en la vida de la Algorteberri toda vez que su segunda mujer le dejaba literalmente con lo puesto en la puerta de la.casa, tanto que Gowen debería procurarse de un crédito y acudir a las rebajas de Cortefiel al  objeto de encargarse una buena colección de trajes azul marino, corbatas granates (por aquello de que el señor era socialista, pero este asunto queda solo apuntado en este momento). A su vez, Mireia dejaba poco menos que al borde de la extenuación y a pocos meses del final de sus días, a su primer y único marido y padre de sus hijos; con lo que se demuestra que no era, la señora, mujer de excesiva paciencia.
No la supuso, empero, esa decisión una pérdida de su no excesiva lozanía. Mantenía ella su legendaria prestancia. Tan legendaria esta que se cernía sobre unos labios finos y ambiciosos, un ceceo inconstante y una coquetería que no terminaba en la concupiscencia dado el escaso palmito de la vizcaína -si bien, no dejaban esos gestos de producir una cierta confusión entre sus interlocutores masculinos.

lunes, 14 de octubre de 2013

La garúa se Bracacielo (2)


En esa finca transcurriría buena parte de esta historia.
Pero, por empezar por el principio, Federico Barrientos no conoció a Ronnie San Bonifacio en su finca de Ávila, ni siquiera en Madrid -ciudad a la que el bilbaíno Barrientos acudía con relativa frecuencia-. Debía ocurrir esa circunstancia en Vitoria. Parlamentario vasco, la sede central de esa institución se encontraba en la capital alavesa- y un compañero de colegio, nacido como él en Bilbao le invitaba a compartir almuerzo con Ronnie y otros comensales.
- Es un tipo muy interesante -le dijo.
Pero apenas si pudieron cruzar una palabra. Quiso la distribución de la mesa que Barrientos ocupara una de las cabeceras y Ronnie la otra. El resto lo cubrían un grupo fraternal de masones -Ronnie lo era también- que emplearon el almuerzo en desarrollar cuestiones de interés común.

Por ese motivo, la oportunidad del conocimiento verdaderamente tal tuvo que esperar algunos meses. Los que mediaron entre esta primera comida vitoriana y la segunda, que tendría también lugar en la capital de la Comunidad Autónoma vasca.
Se produjo esta como señal de agradecimiento de un grupo -en el que también se encontraba San Bonifacio- ante  la gestión realizada por Barrientos con su compañero de partido y alcalde de la ciudad de Vitoria, por la cual Ronnie podría exponer una muestra itinerante de su propiedad en un edificio oficial.
- Te invitamos a comer -le dijo Mireia.
Mireia Algorteberri era una mujer que se situaba en sus relativamente aceptables 50s. Morena, la estatura corta y la expresión amable -aunque escondiera esta ultima cierta mala uva, que era característica de muchas mujeres de aquel país-. La "neska" había conseguido, por mediación de su novio, un contrato con San Bonifacio para que esta le asistiera en la promoción de sus actividades culturales, gestión para la cual Mireia carecía de especiales aptitudes, pero por la que recibía una remuneración, poco razonable, dadas sus personales circunstancias.

martes, 8 de octubre de 2013

La Garúa de Bracacielo (1)


Había transcurrido mucho tiempo -tanto como 4 años- desde que Ronnie y él se volvían a ver. Vestido informalmente, como acostumbraba -niqui de manga corta y desteñidos pantalones de dril azul- el marqués de San Bonifacio se acercaba al stand del parque del Retiro, en la feria del libro de Madrid, donde Federico Barrientos firmaba ejemplares de su última novela publicada.

Lo que en ese caso hacia Barrientos al citar a Ronnie era realizar una especie de convocatoria sin convicción. Le había aparecido su nombre en su directorio de correos y lo incorporaba a sus envíos, nada más. Era casi seguro que daría la callada por respuesta.

Pero allí estaba. Su sonrisa abierta de siempre y acompañado por su hijo, ese muchacho independiente que desaparecía de la casa central de la finca y se despedía de su padre para dar una vuelta por los campos que algún día serian suyos y de su numerosa estirpe de hermanos.

¡Qué recuerdos le traía a Barrientos la espléndida finca abulense de Ronnie! Situada en el municipio de Galende, lindante con otra de la larga prole del Conde de Romanones, Garúa de Bracacielo -como se llamaba aquel paraje- era un territorio espectacular de rocas redondeadas por los vientos de los siglos y encinas centenarias que hundían sus poderosas raíces en la tierra.

lunes, 7 de octubre de 2013

Despedida... pero no cierre

Queridos amigos seguidores de este blog,

Con la entrada publicada el pasado viernes, concluía la historia "NER. Mensqjes cruzados". Una narración desde la comunicación, vía SMS, de una historia de amor que -en este caso- no tuvo un final feliz... ¡O vaya usted a saber!, que nadie sabe dónde se encuentra la felicidad.

Esta semana me propongo dar inicio a una nueva historia. Su título: "La garúa d Bracacielo". Una lluvia fina, como el "sirimiri" de Bilbao, cayendo sobre una finca abulense.

Espero que os guste.

jueves, 3 de octubre de 2013

NER. Mensajes cruzados (y 56)


“Helenka y yo nos encontramos por casualidad un día en que los dos comprábamos entradas para un concierto. La reconocí porque era la amante de un hombre que conocía muy bien. Recientemente habían decidido casarse. Aquello fue una catástrofe para mí porque desde el primer momento que me la presentaron me enamoré de ella. la convencí para que tomara una copa conmigo. Era la primera vez que estábamos solos desde que nos conocíamos. Era adorable y yo hablaba mucho y muy deprisa porque estaba nervioso por mis sentimientos hacia ella que supuse dolorosamente evidentes.
Paseamos por Central Park y hablamos de montones de cosas. Yo le hablé de un libro que pensaba escribir y de mis planes de irme a vivir al oeste. Ella habló con entusiasmo de su próxima boda, pero a mí me pareció demasiado entusiasmada, como si tratara de convencerse a sí misma más que a mí.
De pronto empezó a llover. Nos refugiamos en un paseo subterráneo para evitar el chaparrón. Recuerdo que pensé en lo maravillosa que era y en lo bonita que estaba en aquel momento, y quise decirle muchas cosas porque mis sentimientos se enroscaban en mí cada vez más. Y creo que ella lo sabía todo y le daba miedo. Sin embargo algo instintivo me dijo que si la besaba ella me respondería (Se besas apasionadamente). Su beso estaba lleno de deseo y supe que no podía compartir aquella sensación con nadie más. Entonces se elevó un muro y de repente quedé excluido. Pero ya era tarde, porque sabía que era  capaz de una pasión intensa, si algún día quería permitirse sentir”.

(Woody Allen. Another woman –Otra mujer).

lunes, 30 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (55)


Mismo día.

En medio del naufragio sus letras habían resultado premonitorias. “esta deberá ser una semana muy importante para nosotros”, le escribió el lunes. Y como los “idus” de marzo presagiaron la muerte de César algunas palabras de ella le contaban a la NER que su final estaba muy próximo: “han ido a colocar los muebles”, o “con esa gotera ¿cómo vamos a ir a vivir a esa casa?” Y luego, “este fin de semana han pasado tantas cosas, ya te explicaré”. En efecto, la NER no llegaría a la Navidad. Así que cuando acudió a su cita con ella resolvió llevarle el regalo que le había comprado el mismo día en que conocía a su hija, ¿quién sabía si pudiera existir otra oportunidad para entregárselo? Era la última tarde de la NER, la 33+11, el mismo día en que hacía su premonitoria aparición el frío invierno. Cuando ella tomó la palabra se repitieron las tornas del día 33, pero fue ella ahora la que hizo un discurso incoherente, , ambiguo, imposible. Cuando él quiso hablar ella le cogió su mano y la pegó a su cuerpo, pero no le quiso comprender y negaba las razones de él con su cabeza. Porque ella lo quería todo, quería a la NER y quería a su vida cotidiana. Pero ella misma había estrellado la barca de la NER contra su vida cotidiana. La esperaba un cliente, ni siquiera 90 minutos para decirle adiós. Cuando él volvía por la autopista las balsas de agua le hicieron dar más de un respingo, la negra noche apareció en la forma de su ya vieja amiga, la muerte. “Poco a poco vamos estando preparados, de hecho hoy te has llevado a la NER”, le susurró al oído. Y pensó en la soledad de la Navidad, como también le había escrito, un SOS del mismo modo premonitorio que ella nunca atendió, porque ya había tomado su decisión y la NER quedaba a merced de las olas, del viento y de las afiladas rocas de la costa. La soledad de un año más, el tercero. Una niña cansada y un hombre que empezaba a recoger los tablones antes de que el mar se los tragara definitivamente. Y cuando se acostaba acudían a su memoria las palabras de la canción desesperada, “puedo escribir los versos más tristes esta noche”, o “emerge tu recuerdo de la noche en que estoy/el cielo anuda al mar su lamento obstinado”, y terminan, “es la hora de partir, ¡oh abandonado!” Una amarga sonrisa se dibujó entonces en su rostro y lo transformó en una simple mueca. Fue muy bonito mientras duró.

jueves, 26 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (54)

Mismo día.

Ma chère et merveilleuse fille. La NER m’a dit qu’elle ne voudrais jamais être située au même rang que le facteur de la chanson de Moustaki, quand il dit: “le jeune facteur est mort. L’amour ne peut plus voyager, il a perdu son messager”. Parce-que la NER veut plutôt vivre justement pour envelopper, pour la protection de nôtre bonheur. Mais, aujourd’hui, l’amour de la NER, helas!, ne peut plus voyager non plus.

Mismo día Susana.

Amo tanto a la NER que jamás podrá despedirse y ese amor que le he dado une para siempre a FM  y a CM.

domingo, 22 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (53)

Mismo día.

A pesar de su tortuoso viaje matutino ella disponía de tiempo para la lírica. Pensaba como Blas de Otero, “poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser, y en tanto somos, dar un sí que glorifica”. Así que atrapada entre carrocerías que ni siquiera eran automóviles, el agua que caía a raudales y una niebla grisácea y absorbente dictaba a su cartero de bolsillo un mensaje para él, mientras esperaba llegar a tiempo sin que su hija tuviera que esperar. La NER le dijo que no tendría problema, pero su mensaje se perdió entre la barahúnda y el estruendo de las bocinas y el fragor del temporal. Sólo después comprendió que el perro lazarillo de la NER protegía ese pesado xamino.

Mismo día. Susana.

Te quiero, amor.

viernes, 20 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (52)

21.12.

Es verdad que el mundo es igual de malo un segundo antes de que te dé un beso. Lo cierto es que sólo un instante después ya se ha convertido en un lugar amable en donde vivir, tanto que ya no te quieres morir. Que tengas un feliz 33+11.  Dale un beso a Adriana de mi parte.

Mismo día.Susana.

FM es hermosa y fue por eso que el mundo antes vivido fue intenso como la marea brava, que a veces sobresalta. Después del beso su hermosura continúa y es por eso que tuvo que crearse la NER para que se inmortalizara esa su hermosura y la vida fuera ahora marea serena.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (51)

20.12. FELIZ 33+10 en la apertura de una semana que debiéramos hacer muy importante en la historia de la NER. Mismo día. Por si te quedara alguna duda TEEE QUIEEEROOO y no me gustaría perder tu amor.

lunes, 16 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (50)

19.12. “A veces me pregunto ¿quién manda en la NER?, y concluyo, en la NER mando yo, pero es la chica de mi vida la que ordena en todo lo que en realidad es importante” Woody Allen en “Poderosa Afrodita” y Fer el de la NER). Feliz día 33+9, nueva cuenta sugerida por mi chica maravillosa. Mismo día. Cuando las luces de la decoración navideña de su ciudad se reflejaban en las lunas del coche, él pensaba en aquel fin de semana como otro más que concluía, y recordaba a una hija cansada, apagada, a la que dejaba en una cama de hospital. Y volvían a su memoria las palabras de sus profesoras el pasado viernes, “tu hija ya no es la misma, desde su crisis de septiembre apenas aguanta. Y recordaba también la palabras que ella acostumbraba a decirle, “pase lo que pase entre nosotros serás feliz, la gente te quiere”. Y entonces era como si, en la forma que fuera, la gente que él quería –a la que más- y que le quería –más que a nadie- estuviera anunciando una gradual retirada. Y que se quedaría definitivamente solo, en la compañía de los recuerdos de sus amores. Entonces resolvió que ella debía saber que él también la necesitaba, que no valía la justificación que muchas veces ella le daba. ¿Cómo podré ser feliz sin ella?, se preguntaba. Buenas noches. Que descanses.

jueves, 12 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (49)

18.12. Chica de mi vida: Te escribo mi informe de ausencia para la noche de hoy. Es un informe que no contiene reproches, pues nada puedo reprocharte. Tu llamada de esta mañana me ha hecho feliz –raras veces el encanto de una mujer puede llegar tan lejos-. Y sólo la perentoriedad de mi obligación ha podido cortarla. Luego la radio y luego la tristeza. Pensar en ti y rastrear en el móvil llamadas perdidas o mensajes sin leer. Y cuando me he sentado ante el ordenador ha sido para transcribir los desazonadores mensajes enviados –o retenidos- desde Arrechea, y mi tristeza entonces ha subido varios enteros. Ahora llega la noche y con ella el recuerdo de tu amor, que como no puede equivaler al amor, es necesariamente el recuerdo de tu ausencia.

martes, 10 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (48)

Mismo día. Cuando su coche regresaba de la ciudad en que ella vivía, él estaba pensando en el informe de ausencia que le iba a escribir. Una carta de amor, por lo tanto, pero un informe de la ausencia de ella en aquel día. Era verdad que la chica de su vida había pronunciado las palabras mágicas, “te quiero”, y que le habían tranquilizado no poco. Pero era verdad también que cada vez necesitaba hablar más tiempo con ella –era, como decía Neruda, “y me hablas desde lejos y mi voz no te toca”. No, tampoco la voz de ella, tan lejana desde la noche anterior, le había tocado aquel día. el coche rodaba sobre balsas de agua y la lluvia caía incesante sobre su techo cuando él dejó un mensaje sobre su frío contestador -¿por qué no inventarán un buzón de voz selectivo que diga, por ejemplo, “hola, mi vida, mi fuerza maravillosa. En este momento me es imposible hablar contigo, pero nada más que pueda te llamo. Ya sabes que te quiero”?- un mensaje en el que le pedía una respuesta , sin agobios. “Cuando quieras”, le había dicho.
Entonces, y sólo por curiosidad, repasó su listado de mensajes. ¡Había dos de ella! Los estaba leyendo cuando se dio cuenta de que la lluvia había cesado y una refulgente luna empezaba a hacerse la dueña del firmamento. Sonó el teléfono y era ella y su voz empezaba, suavemente, a tocarle. No le dijo demasiadas cosas, en realidad, pero era ella la que surgía detrás de sus expresivos mensajes. Cuando él volvió su mirada hacia el cielo la luna empezó a brillar como si hubiera vuelto a amanecer a las 8 de una tarde de invierno. Momentos después, una voz interior, que tenía el mismo tono que la de ella, le dijo que no se trataba de la luna, era la estrella de la NER que sólo brillaba para ellos.

domingo, 8 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (47)

17.12. “Il pleuvait fort sur la grande route. Elle chèminait sans parapluie. J’en avais un –volé sans doute- le matin même a un ami. Courant alors a sa rescousse je lui propose un peu d’abri. En sèchant l’eau de sa frimousse, d’un air très doux elle m’a dit oui. Un petit coin de paradis contre un coin de parapluie, elle avait quelque chose d’un ange. Un petit coin de paradis contre un coin de parapluie, je ne perdais pas au change pardis1 Mismo día. Susana. Un beso tan grande como la NER para el chico más guapo. Mismo día.Susana.. Querida NER. Te pido perdón. Ayer te hice enfadar. Lo siento. Te echo de menos. pero tú me has enseñado que para jugar con FM tenemos que estar felices y yo en mi interior no lo estaba. Te quiero.

jueves, 5 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (46)

Mismo día. Dice un refrán que “la fortuna sonríe a los intrépidos”, y el intrépido FM entiende que “ha propuesto”, no que “propondrá” un espacio permanente de la NER. En todo caso te reconozco que es “desafortunado” utilizar la palabra desafortunado. Hubiera sido mejor decir que no es totalmente correcto. Mismo día.Susana. Sé que estás nervioso y a la vez aparentas hoy la serenidad que te caracteriza siempre. Chica maravillosa no ha estado hoy impulsiva y sé que Fuerza Maravillosa necesitaba hoy mimos, pero ayer resultó el día muy duro porque dos miembros de la NER, FM y mi hija,sentaron su discurso y me sentí atrapada, sin libertad. Es por eso que hoy Susana no ha querido subir a jugar a la NER. Mismo día. Susana. No quería jugar en la NER con FM porque le hace daño. Mismo día. La NER está muy triste esta noche y me ha pedido que te diga que la NER no es un juego y que no ha entendido tus dos mensajes –más bien creo que no ha querido entenderlos-. En cuanto a mí, siento que pienses que “me hace daño jugar a la NER”. Creo que hace más daño reprimir las emociones. Si FM merece un castigo por sus palabras de ayer, que así sea, pero debo decir que han sido palabras leales y pedidas por ti. En todo caso no me había sentido rechazado por ti. Te quiero. Que descanses.

martes, 3 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (45)

16.12. Querida chica maravillosa –mi chica de mi vida-. Leído tu escrito interpretativo de la NER observo una redacción quizás desafortunada del mismo. En el último párrafo, donde dice “fm “propondrá”, debería decir, “ha propuesto”, si bien que sin prisas, sin urgencias, sin agobios. El resto del texto es correcto. Te quiero. Feliz 33+5. Mismo día. Susana. “Desafortunado” no. Esa palabra no existe en el diccionario de la NER.

domingo, 1 de septiembre de 2013

NER. Mensajes cruzados (44)

Mismo día. “Monsieur mon propietaire, comme je lui devaste tout, me chasse de son toît, oui, mais de son toît moi je m’en fous. J’ai rendez-vous avec vous. La demeure que je prefère c’est votre robe à frou-frous. Tout le restant m’indifère, j’ai rendez –vous avec vous”. Mon ami Georges.

viernes, 23 de agosto de 2013

NER. Mensajes cruzados (43)

Mismo día. (Escrito de Susana). Érase un chico y una chica que se conocieron un ocho de Noviembre al ser citados por el hermano de ella y amigo personal de él a una comida. La cita tenía distintos fines para cada uno de ellos, sin embargo el destino o la casualidad hizo que les abrazara esa tarde. Ella, de noche, se sintió abrumada por la profundidad de sus palabras y él excusó su tristeza enviando un mensaje. Tras aquella tarde y posterior comida él le regalo uno de sus libros con una dedicatoria: “Por el comienzo de una amistad”. Ella se dejó envolver de él. Era tal la fuerza con la que entró en la vida de ella que la chica necesitaba oír su voz cada día, y así quiso él bautizar con el nombre de la N.E.R. esa nueva vida que en ella se engendraba. Un día antes de conocerle, la chica hizo una promesa de amor, sintiéndose muy feliz a pesar de que le supondría enfrentarse por segunda vez a las personas que más quería. Siguieron cada día respirando juntos a través de sus mensajes, motor de sus vidas, e hicieron de su belleza el hilo conductor de esta su historia. La NER iba cobrando vida, espacio, voz, sonido, color materia, personajes, música, paisajes, normas y todo ello salpimentado de amor. De forma que tan ágil ella lo absorbió todo y decidió caminar por sí sola. La NER se hizo dueña y así les llamó, a ella y a él, chica y fuerza maravillosa. Libremente les dejó jugar, reír, inventar, crear, sentirse, amarse. Pero un día cualquiera de esos sus encuentros vio que Chica y Fuerza maravillosa dejaban que por un instante el silencio de una respuesta les separara. La NER envuelta de furia les dijo: “¿No os habéis dado cuenta de mi poder? ¿No sabéis que vuestra estancia aquí se transforma en amor eterno? Fuerza Maravillosa estaba inquieto. Pasó unos días de descanso en su lugar de ensueño a la espera de que chica maravillosa compartiera con él uno de esos días. La emisora de la NER dejó de emitir, pero Chica Maravillosa, pensando en él, le llamó. E hicieron de sus llamadas largos encuentros de aventuras, intriga, amor, misterio... La NER les observaba y protegía con su amor. Llegado el día del prometido encuentro Fuerza Maravillosa se despertó al alba y sintió un breve escalofrío, presagio de la llamada de su chica maravillosa de no poder acudir a ese encuentro. Chica maravillosa estaba enferma. Enferma de amor. Ella sabía que dicho encuentro significaría más que jugar, iba a ser un encuentro de pasión, donde su primer beso haría que él se desnudara al mismo tiempo que ella, dejando que sus cuerpos –como expresa él- hablaran por sí solos. Fuerza Maravillosa no entendió la causa de ausencia, pero tras recibir una llamada de chica maravillosa, momentos más tarde, comenzó a comprender a esa –ahora- su chica maravillosa. La emisora de la NER recobró vida. Había que celebrar su aniversario. Fuerza Maravillosa con su amor impulsó la emisión y Chica Maravillosa, tras la invitación de un nuevo encuentro, planeó el mismo. Ella debió de recordar las palabras de la NER y fue en busca de sus colores, halló piedras mágicas y las guardó en dos cofres de madera, adornadas por el verde de la esperanza y naranja del sol mandarina. Habló varias veces con Fuerza Maravillosa, pues su lugar de encuentro podría tener un fatal desenlace y decidieron verse a mitad de camino. Montada en su carroza de plata, Chica Maravillosa llegó al lugar de encuentro, pero la casualidad hizo que se encontrara con personajes ajenos a la NER y esta lo advirtió en seguida. Una vez juntos, entre una densa niebla, emprendieron viaje sin importarles a donde, ya que las piedras mágicas de la NER les iban indicando el camino. Alcanzaron llegar a un lugar envuelto de misterio e historias inenarrables. A pesar de ello se adentraron en el lugar. Como estrellas que eran solicitaron una mesa al encuentro de la luz. Y la voz de él se dirigió a ella, tranformándose. No era Fuerza Maravillosa –se dijo Chica Maravillosa-. Esta le escuchó extrañada, a pesar de que la NER había advertido de su poder si dejaban que, por un instante, el silencio de una respuesta les separara. Nuevamente, y como siempre, ella se invadió de él. Cogió su mano y la dibujó con caricias, besó sus labios para que luego fueran correspondidos por los suyos, dejando que las palabras de él se hundieron en el silencio y la emoción embriagara la mesa. Se acercaba el final del encuentro. La NER envolvía una vez más a Fuerza Maravillosa y a Chica Maravillosa y, de repente, el sabor de sus labios hizo que se llamaran para unirse en placer de amantes. La niebla les esperaba a su salida, pero cogidos del Paraguas de Sol de la NER viajaron fundidos en un abrazo. Ya han pasado 33+3 de la NER Y Fuerza Maravillosa desea con impaciencia que Chica Maravillosa sea “Su vida”. Ha conocido a La hija de Chica Maravillosa, miembro de la NER, y a la espera de que “su vida” conozca a La hija de Fuerza Maravillosa, el otro miembro del consejo de la NER, propondrá que todos ellos, juntos, formen, y para siempre, otra NER en la ciudad.

miércoles, 21 de agosto de 2013

NER. Mensajes cruzados (42)

15,12, Ella recibió su mensaje del 33+4, pero la última frase quedó detenida en el aire, de modo que aquella mañana la cogería con el pie cambiado. Sus dos inquietudes principales eran el tamaño de su carroza de plata y la ratificación de la mala noticia que iba a recoger escrita en papel oficial. Así que cuando él, su nueva y preciosa corbata anudada al cuello, regalo de ella, aprovechaba el espacio íntimo de un ascensor del juzgado para robarle un beso, ella no fue consciente del gesto hasta que se estaba produciendo y no disfrutó de toda su intensidad. Para él se aplicaba sin embargo uno de los eslóganes de la revolución que los había unido: “un poco de NER es mucho”. La paseó por su ciudad al compás de sus recuerdos, le presentó a su amigo Juan y hablaron de lugares, de nostalgias y desarraigos. Ella le entregó un papel que contaba su amor por él y a poco si le daba otro que era una reclamación económica. Él leía su versión de la NER mientras aprovechaba las ocasiones para la caricia y ella juntaba la cabeza a la suya. Cuando ella volvía a su carroza de plata con cierto complejo –errado- de que se había convertido en calabaza al contacto con aquella ciudad, él visitaba a su hija rodeada de los regalos de ella, envuelta esta sin saberlo aunque sí intuirlo, en la NER. Y es que las dos niñas sabían más de aquella historia que ellos mismos.

miércoles, 31 de julio de 2013

NER. Mensajes cruzados (41)

Mismo día. “Cuando pienso sobre algo pienso con el corazón, ahí está la sangre, que va por todas partes, que da vida a todos los órganos del cuerpo. En cambio el cerebro es diferente, ahí sólo hay células grises y frías que no dan calor, que son muy tristes”. (Woody Allen. La maldición del escorpión de jade).

lunes, 29 de julio de 2013

NER. Mensajes cruzados (40)

14.12. Aunque sólo te pida que mi espacio llenes con tu luz, siempre consigues que nos subamos a una estrella azul (Silvio Rodríguez, en la interpretación de Susana y de mí mismo, nuevo disco de oro del dúo de la NER). Me gustaría tener la suerte de parecerme un poquito al chico al que le dejaste ayer un mensaje en el buzón de voz –el de texto no lo he recibido, así que se repite el episodio de Bruselas con los “te quiero” numerados, ¿qué habrá pensado el receptor? De lo importante –nuestro amor- a lo urgente pero no menos importante –tu salud- ¿qué tal has dormido? ¿estás un poco mejor? No dejes de llamarme y que pases un feliz día 33+3. Te quiero.

jueves, 18 de julio de 2013

NER. Mensajes cruzados (39)

13.12.04. El día 33+2 la NER se abre al conocimiento entre los ciudadanos de su amor, Tu hija y yo como preludio del encuentro Susana-Pilar. Que la chica de mi vida pase un día feliz envuelta de mi amor. Mismo día. “Si tu te couches dans mes bras, alors la vie te semblera plus facile”. Georges Brassens. Susana. (Mensaje de voz). Jorge: he recibido tu mensajito, precioso. Ya te he mandado otro diciendo que, bueno, que voy a ir viajar inmediatamente, para estar ahí contigo. No voy a urgencias, pero no te enfades, no voy a urgencias porque he hablado con una amiga, amiga también del alma, que es enfermera y trabaja en Txagorritxu, que ha venido de vacaciones y le he comentado y me ha dicho que, bueno, que mañana tenía que ir ella a planta, que habla con su amigo ginecólogo y me pide una cita con él, y ya me hacen pues las pruebas oportunas y demás, me ha dicho eso, bueno, que lo mire, que tampoco vaya a urgencias porque tampoco me van a hacer inmediatamente nada, y que sí , que me tengo que ver... que lo tenemos que mirar porque tampoco a ella le gusta mucho, pero bueno, sin gravedad, así que tranquilo, y de todas formas si pasara algo, o yo me viera algo especial, pues yo misma voy, pero para que estés tranquilo, ¿vale? Me encanta que me escribas en francés, me vuelve loca, y que te quiero mucho, que he abierto sin tu permiso la NER a mi amiga se lo he descrito un poquito por encima, pero muy contenta ella también de verme feliz y que serenidad. Bueno, pues un beso, mi amor, que tengas buena cena, buena tertulia, y acuéstate pronto, no me mandes mensajito y acuéstate pronto, ¿vale? Un beso, te quiero.

lunes, 15 de julio de 2013

NER. Mensajes cruzados (38).

Mismo día. Susana.. I Pero bueno. amén de escandalosos, horteras. Ni para Eurovisión. Mismo día. Día 33. Me dijeron tus caricias que me podía quedar, pero aún yo pensaba que debía abandonar. Con tu mano junto a ti quería rectificar. Y cuando me diste un beso ya no me quiero marchar. Sabes bien que de tu vida no me puedes arrojar.

miércoles, 10 de julio de 2013

NER. Mensajes cruzados (37)

12.12..04. Desde el día de ayer, y dada la intensidad del mismo, la NER anuncia la modificación del método de cuenta de su calendario, de modo que el sumatorio básico, en lugar de 30 será el 33. Así que... que tengas un feliz 33+1, chica de mi vida. Mismo día. CANCIÓN DE LA NER. (Melodía, la de la “mer”, por supuesto. Se canta a dos voces). (Ella). “La NER es la ilusión que esperaba mi corazón. /Y nunca jamás yo aceptaré que nadie de ella me aleje”. (Él). “La NER es para mí sentirme muy cerca de ti./Y siendo tuyo conocer que vuelvo a vivir otra vez”. (Los dos). “La NER es nuestro amor, la magia que es de los dos./Y si su suavidad nos roza no existe cosa tan maravillosa./Vivir en esta NER es todo lo que quiero hacer”. (Ahora los dos intérpretes se cogen cariñosamente de la mano y se señalan tiernamente con sus dedos índices, un punto cursis ellos). “Y ya que la NER te llamas tú vuelvo a tener juventud” (Esta canción, si se ensaya con alguna constancia, puede consolidar la merecida fama del dúo de la NER, Susana y yo. Te quiero.

domingo, 7 de julio de 2013

NER. Mensajes cruzados (36)

Mismo día. ESTOY EN EL SÉPTIMO CIELO. Mismo día. La asamblea legislativa de la NER reunida en sesión urgente en la noche de hoy decreta: Art. 1. Cualquiera que desaloje a sus habitantes de su lugar en el séptimo cielo será reo de delito. Art. 2. La pena a aplicar en el supuesto previsto en el art. anterior será de condena a amores debidos de por vida, además de la devolución del ofendido al espacio del que se le había desposeído. Art. 3. Nunca jamás podrá dictarse norma alguna que se oponga a las expresadas.

miércoles, 3 de julio de 2013

NER. Mensajes cruzados (35)

Mismo día. Todos las estrellas que alumbran al planeta NER anunciaban desde los tiempos pretéritos que el día 30+3 estaba cargado de importantes presagios. Una espesa niebla amanecía en su ciudad, pero a ella la iluminaba la luz de su ilusión. Un día radiante le despedía de Arrechea, pero su razón le dictaba las palabras más tristes. Ella tuvo que inventar para verle una excusa que nadie creyó, él tuvo que hacer el viaje más largo y extraño para llegar, y por eso ella tuvo que organizar una rocambolesca peregrinación en la que unos malvados de afilada lengua la acecharon. Por fin la carroza de plata les condujo hasta un establecimiento. Cuando entraron en él le dijo: “Es un local que tiene mala fama”. Les sirvieron una triste comida pero ellos se sintieron muy pronto invadidos de su calor interior, y cuando ella le cogió la mano y la apretó contra su regazo él quería olvidar las palabras que a su pesar le había dictado la conciencia. Ella volvió a referirse a las dificultades que perseguían a su amor. Entonces él se decidió a hablar y pronunció el discurso menos convincente de toda su vida, las palabras tropezaban contra sus dientes, y si decían ausencia sonaban a cercanía, si hablaban de plazos expresaban urgencias y si anunciaban reflexión llamaban a la impaciencia. Ella tenía su mano bien sujeta y escuchaba la monótona retahíla poniendo las verdaderas voces a las pronunciadas por él. Y cuando terminó, ella le hizo un leve reproche a modo de prólogo, sus labios le suministraron después la restante información. En la escalera, a la salida, ella alcanzó otra vez su boca, él la apretó con fuerza entre sus brazos, sólo el discreto carraspeo de un camarero deshizo la madeja de sus cuerpos. Junto a la puerta repitieron el gesto y él susurró: “No te vayas jamás”. La carroza condujo a dos personas distintas, pues ya eran una sola, en medio de un puré de guisantes, que sólo por eso no se convertiría en calabaza.

domingo, 30 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (34)

Mismo día. Susana.. Te amo. Mismo día. Este mensaje tuyo no se puede borrar. 11.12. Buenos días mi chica maravillosa. Hoy viviremos nuestra jornada 30+3 de nuestra nueva vida y ahí va mi reflexión. La ecuación amor-dolor es necesaria, pero sólo hasta cierto punto, porque la primera obligación del amor es procurar la felicidad en el ser amado, y si no lo consigue, al menos evitar su sufrimiento.. Te quiero como nunca te he querido.

jueves, 27 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (33)

Mismo día. Susana La serenidad de la NER abraza nuestros corazones de llanto. Mismo día. TU VOZ. Tu voz me despierta, cristalina, alocada y risueña, como un manantial de Arrechea en primavera. Viene conmigo en la mañana, enlazando tus manos a las mías. Tu voz se hace terciopelo con el vino que bebo en la comida, y acaricia mi siesta con susurros de cariño. Tu voz me acompaña a media tarde al decir “te quiero” a mi hija y tiene una cena conmigo a la luz de unas velas titubeantes. Y cuando llega la noche, tu voz queda en silencio, porque son ya nuestros cuerpos los que toman la palabra.

miércoles, 26 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (31)

10.12. Susana. La NER se ha enfadado con sus dos habitantes adultos. Ella se pregunta por qué la habéis creado, amado... Si depende de una decisión para respirar, que sepáis que la NER ha aprendido ya a ser independiente y libre, porque ha absorbido todo el aire, de verdad, color, sonrisa, besos, fantasía. Que es ahora la que impone sus normas para entrar en ella. Así que decidíos, pues la NER tiene ya a sus dos niñas que saben lo que es amar. Mismo día. Salgo de tus brazos y me caigo en el precipicio de tu ausencia. Y sumido en la más profunda de las simas son tus ojos los que me ponen en el camino de vuelta hacia tus brazos. Y sólo te pregunto si puedo evitar la desazón de ese barranco para encontrarme siempre en el calor de tus labios. Aunque, cada vez que me pongo en la crisis es más dulce el reencuentro, y después de cada lágrima son más radiantes las sonrisas. Y cuando ya no me odias te amo más allá de lo que debo.

viernes, 21 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (30)

El mensaje alude a los mensajes de las “tres pes” –pongamos que me pongo en lo peor-. Son los siguientes: Pongamos que me pongo en lo peor 1. Apagaste mi luz, tan de repente, que dejaste mi luz entre tinieblas. ¿Podré descubrir algo real entre esas sombras? ¿O seguiré más bien persiguiendo retazos de ti en la negrura? Apagaste tu luz, tan de repente, y tú te has quedado a oscuras. Y en tus oquedades estoy yo, pero yo ya me he marchado a llorar tu recuerdo de esa noche, de tantas noches, a partir de ahora. ¿Dónde encontraremos la luz, en adelante? ¿Dónde me besarás con otros labios? ¿Dónde leerás mis palabras de amor con otras letras? ¿Qué otra chica me llevará en tu carroza de plata? ¿Quién te dará ahora mi fuerza maravillosa? ¿Quiénes harán nuestros viajes? ¿Quiénes renovarán nuestros abrazos? ¿Quién identificará el sabor de tus besos? ¿Qué chica se pondrá mis otras camisetas de Tintín cuando llegue el momento del descanso, del amor? ¿Con quién darás tus paseos en Izarra? ¿Quién me acompañará en mis caminos de Burguete? Has preferido la razón al corazón. Y yo he perdido la razón y no encuentro el corazón. Pongamos que me pongo en lo peor, que das por cerrada la NER, que deberemos reencontrarnos en otro espacio, será entonces un espacio sin formas, porque se ha apagado la estrella que nos permitió siquiera hace un mes alcanzar un cachito de felicidad. Pongamos que me pongo en lo peor número 2. A veces pienso que el mundo es una inmensa galería. Todos caminamos por ella con lámparas para iluminar la oscuridad. Hay lámparas para todos los gustos, las hay tan potentes que llegan hasta a cegar y no resultan útiles; otras proporcionan una luz muy tenue, pero alumbran convenientemente el corto espacio requerido por su usuario. Pero vamos a mi lámpara, no era la mejor de la galería, desde luego, pero yo creía que daba luz suficiente para mí camino y que te permitiría a ti ver también el tuyo, una vez hechos uno los dos. Pero me equivocaba. Mi lámpara era para ti como una pequeña estrella en el firmamento que servía “para decorar el prendedor” de Maite. una estrella de cuento, pero tan lejana como inútil. Y ahora que te vas y se apaga la luz de mi lámpara, soy consciente de ello. Apenas veo más que cuando la tenía encendida. Pongamos que me pongo en lo peor número 3. Era demasiado bonito para ser real, así que has preferido la realidad. “Una vez más se estrelló la barca del amor contra la vida cotidiana”, escribía el poeta Maiakovski. La mía no es siquiera una barca, sólo unas tablas dispuestas en la playa esperando a que alguien -¿tú y yo?- las armen para que se hagan a la mar. Ahora habrá que recogerlas, pues llega el invierno y las puede estropear. ¿Quién sabe si esas maderas podrán servir para que una barca se haga a la mar algún día? Pongamos que me pongo en lo peor número 4. Ella había anunciado visitarle a su casa de Burguete. Allí le comunicaría su decisión. Pero él se despertaba a las 4 y media de la madrugada y entraba en conversación con ella. “No voy a Burguete”, le dijo. “Supongo que tendrás tus buenas razones, pero no te voy a pedir que me las digas”, contestó él. Y a eso siguió una larga explicación de su historia de amor y de las dificultades que tendrían para encontrarse en un nuevo escenario. Él le pedía tiempo para eso, mientras ella escuchaba en silencio el desarrollo de sus ideas. Así que cuando ella le llamaba a las 8 para decirle que tenía fiebre y que no se podía acercar a su casa él ya lo sabía. Y cuando la voz de ella desaparecía de sus oídos él supo más cosas: que ella estaba nerviosa a consecuencia de una decisión dictada por su cabeza, pero su corazón se rebelaba y ordenaba al resto de su organismo a permanecer inmóvil. A estas alturas daba igual, el corazón había perdido definitivamente la guerra, sólo se permitía la leve satisfacción de ganar una escaramuza. Pongamos que me pongo en lo peor número 5. “Nadie te ha pedido que tomes una decisión. Puedes diferirla en el tiempo”, te digo. “Ya. pero es que entonces la NER puede crecer. Ya está creciendo sin necesidad de hacer nada de particular con ella”. No me dices nada, salvo que nuestro amor es imposible porque tu cabeza te dice que no debe desarrollarse. A estos mensajes de las tres pes debe sumarse el siguiente, escrito a continuación y que mantiene un registro semejante: LAS HORAS DE LA NER. Se dice que hasta el peor de los relojes marca correctamente la hora dos veces al día. Pues ocurre que el reloj de la NER marca hasta dos horas a la vez. Me dices que la NER es algo más que tú y que yo. Y tienes razón porque para ti es algo así como una ilusión que te permite escapar de tu tiranía cotidiana. Para mí la NER es un proyecto de vida. A ti te gustaría que la NER subsistiera en cualquier caso. Para mí, en cambio, la NER se desvanecería si el proyecto desaparece. Mi NER aguanta si la ilusión del proyecto sigue ahí, la tuya prescinde del proyecto y se aferra a la ilusión que la preside en todo momento. El problema es si es posible que la NER dé la misma para los dos al mismo tiempo, si existe un espacio temporal en el que nos podamos reconciliar con nosotros mismos en ese ámbito de amor que es la NER.

martes, 18 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (29)

10.12. La mañana del 30+1 él se levantó muy triste. A las cinco menos cuarto de la madrugada ella le había dicho que no iría a verle, que la NER amenazaba a su vida cotidiana y que había decidido acabar con ella. así que cuando ella le llamaba a las 8 para decirle que se encontraba mal y que no se podía acercar él ya lo sabía. Era verdad que él se había puesto en lo peor y que escribía desasosegadamente los mensajes de las tres pes –pongamos que me pongo en lo peor- pero de esa forma descontaba él parte de los devastadores efectos de su decisión. Y se lo dijo cuando desayunaba. Ella arrugó el ceño y quiso acompañarle durante su paseo. Cuando dejaron de hablar él se había reencontrado con la NER y alejado de sus peores presagios. En la comida le pidió que aflojara la tensión porque les hacía daño a los dos. Entonces a ella se le escapó un “te amo” que nunca antes había pronunciado. Más tarde, envueltos en la magia de la NER, definieron sus colores, su tejido y se contaron las historias disparatadas de un nuevo espacio mágico que ya era para ellos su nuevo “país de nunca jamás”, donde sólo los sueños se hacen realidad y la vida cotidiana siempre se bate en retirada. PD. Yo también te amo.

lunes, 17 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (28)

9.12. (SMS de Susana). La NER está enferma y se disculpa por no tener su encuentro soñado. Te quiero. Mismo día. Gracias, mi chica maravillosa, por la llamada que me ha acompañado en el final del paseo y por tu simpatía y tu cariño. Y como estoy harto de escribir mensajes tan tristes que no soy capaz de enviarte, te voy a formular UNA PETICIÓN FORMAL. Como quiera que la inminencia de tu decisión nos impide conciliar el sueño, te da fiebre y a mí me pone muy triste y más cosas, no parece que tenga esta demasiados efectos benéficos. Así que te ruego que difieras “sine die” la misma y que sea lo que Dios y la Virgen de Roncesvalles –en cuyos dominios me encuentro- quieran. Es gracia que... y que además estoy legitimado para pedirte porque TEE QUIEEROO.

viernes, 14 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (27)

Mismo día. “Hay que nadar hacia la esperanza”. (Rossana). Mismo día. Esta tarde he tenido una conversación con la Virgen de Roncesvalles. Le he pedido que sea posible algo parecido a lo que sigue: “Te quiero mucho, aunque te suene a lo de siempre. más que una amiga eres una maga, diferente. Andar a saltos entre el tráfico, leer a medias el periódico, , colarnos juntos en el autobús, cantar hasta quedar afónicos. Viviendo juntos. Juntos. Amor para dos, amor y buena compañía. Juntos. Un día entre en dos, parece mucho mas que un día. Juntos. Café para dos, fumando un cigarrillo a medias –esto último, como no sea un “porro”, me parece un tanto difícil-. Vivir entre dos, diciendo a los problemas adiós. ¡Figúrate! Dos locos sueltos en plena calle. La misma cama y un bocadillo a media tarde. Y tú eres así, ¡qué suerte que ahora estés junto a mí!

miércoles, 12 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (26)

El mensaje a que se alude en este nunca fue enviado. Lo transcribo a continuación: “1h 12m 53s es la expresión cabalística del callejón sin salida en el que estoy hasta que tú tomes tu decisión. 1 12 53 es lo que ha durado nuestra conversación de esta tarde. ¿Y dónde están las claves de tu criterio? Debo decir que no lo sé, que no te conozco como tú dices conocerme. Creía que sabía leer en tu corazón –todavía lo creo- y esas letras expresan que estoy ahí, en tu corazón, ocupando un espacio muy importante además en él, pero hay tantas susanas que aún no conozco. Quedan pliegues en ti que no podría descubrir sin tu ayuda. Me dices que todavía no has tomado tu decisión, pero que sólo te quedan horas. Estoy confuso, carezco de referencias. Me dices que a lo mejor no es una decisión absoluta, que en alguna medida dependa de mí. Entonces te contesto que sea cual sea tu decisión, la respetaré, y que aceptaré tus circunstancias personales, y tú que por qué me pongo en lo peor. Cuando sólo quería decir que te quiero con todas sus consecuencias, que te seguiré a pesar de todo eso, que el amor no quiere compartir terreno con otros, pero que a veces no hay más remedio si lo que se quiere de verdad es amar. Hoy no he sabido explicarme, me han faltado las palabras –he sido un parlamentario de pacotilla cuando me he medido contigo. Te digo que no puede ser siempre así –de torbellino- nuestra relación. Y tú que sí, que no te importaría buscarte otro trabajo, plantar árboles en Arrechea para fabricar mermeladas con sus frutos. ¿Significa eso que te vas a venir a vivir conmigo? No lo sé. Hoy sé que no sé nada, salvo que te quiero –suena ahora una canción, ¡qué casualidad!-. Y me dices que vendrás a verme pasado mañana con tu decisión tomada y que si estoy dispuesto a escucharla. Te digo que sí, que supongo que es algo que hay que saber. Y sigues diciendo que cualquiera que sea tu decisión yo seré feliz. ¿Me estás diciendo que te quedarás conmigo? Los franceses dicen “touché”. He reconocido que he perdido por goleada. Hasta ahora he creído que tenía controlada –más o menos- la situación. Pero hoy me has convertido en un juguete tuyo, en una especie de jorgito de felpa, con el que puedes hacer lo que quieras. Y si el jueves es la fecha, ¿por qué hay otras fechas? ¿por qué no sabes si me vas a ver el sábado? ¿por qué me dices que conoceré a tu hija el 13 D? ¿Por qué me dices que no vas a celebrar la Navidad? ¿es que ya no vas a tener pareja? ¿Y por qué me felicitas la navidad? ¿es que a lo mejor la vas a pasar conmigo? O, puestas las cosas al contrario, ¿por qué me contestas a mi carta que siente al perfume y al olor de las flores, que no es tan fácil lo que pido y me pones triste y provocas otro mensaje en el que reclamo tu sonrisa? 1 12 53 es, en definitiva, un acta de rendición sin condiciones por mi parte. Ya puedes hacer conmigo lo que quieras.

lunes, 10 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (25)

8.12. En la mañana de hoy, nuestro primer mes, te envío mi beso más grande, y pisoteado ampliamente por tu superioridad, aunque con el orgullo incólume, recurro al poeta que le hacía un soneto a ese pie. Te ruego que memorices el último verso: “Por tu pie la blancura más bailable, donde cesa en diez partes tu hermosura. Una paloma sube a tu cintura, baja a la tierra un nardo interminable. Con tu pie vas poniendo lo admirable del nácar en ridícula estrechura, y a donde va tu pie va la blancura, perro sembrado de jazmín calzable. Ya tu pie, tan espuma como playa, arena y mar, me arrimo y desarrimo, y al redil de tu planta entrar procuro. Entro, y dejo que el alma se me vaya por la voz amorosa del racimo. Pisa mi corazón, que ya es maduro”. (Miguel Hernández).

viernes, 7 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (24)

Mismo día. Mi queridísima Susana. tras la zurra dialéctica que me has infligido en la tarde de hoy me he quedado sin palabras y las que he escrito después no sería prudente que las leyeras antes del jueves. Tomo prestados los versos del poeta que se dedican a unos ojos como los tuyos, en los que me sigo refugiando. “Tus ojos me recuerdan las noches de verano, negras noches sin luna, orilla al mar salado, y un chispear de estrellas, de un cielo negro y bajo. Tus ojos me recuerdan las noches de verano, y tu morena cara los trigos requemados, de un suspirar de fuego de los maduros campos. Tus ojos me recuerdan las noches de verano. De tu morena cara, de tu soñar gitano, de tu mirar de sombra, quiero llenar mi vaso. Me embriagaré una noche, de un cielo negro y bajo, para cantar contigo, orilla al mar salado, una canción que deje cenizas en los labios. De tu mirar de sombra, quiero llenar mi vaso. Tus ojos me recuerdan las noches de verano”·. (Antonio Machado).

miércoles, 5 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (23)

7.12. Estoy triste. Contagiada de tu amor mi tristeza se mira en el espejo de la tuya. Cuando te digo “te quiero” abro una herida en tu corazón, y si no te lo digo se abre otra en el mío. Y me pregunto: ¿Puede un amor que se siente correspondido hacer tanto daño? Ya ves, son paradojas de la vida, cuchillos dolorosos que nadie clava conscientemente. Y voy en pos de otras respuestas. ¿Podría tu sufrimiento evitarse? Llegaría a jurar por lo que más quiero –por mi hija, por ti misma- que no otra cosa pretendo, aunque ahí están los resultados, y sin embargo permíteme que lo siga intentando. Por eso hoy más que nunca –quizás mañana vuelva a mí el optimismo-, porque hoy estoy triste y necesito tu sonrisa...

lunes, 3 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (22)

6.12. Todos hablan sobre mí, pero no puedo escuchar sus voces, sólo sus ecos en mi cabeza. La gente se para a contemplarme, pero no me fijo en sus miradas, sólo en la sombra de sus ojos. Quiero dejar los vientos del norte, muy lejos de la lluvia, e irme adonde el sol brille y el clima se adapte a tu ropa. Me gustaría contar contigo para ese viaje, montados en una carroza de plata, que se parece a una estrella. (Nillson para “Midnight cowboy” y Fernando Maura para Susana NER).

jueves, 30 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (21)

4.12 Mis buenos días de hoy me evocan un proverbio chino: “Una rama sola es difícil de romper, pero cuando se juntan dos resulta bastante más difícil”. Mismo día. Según Jacques Prèvert, los amores muertos son como las hojas muertas, que no mueren jamás. Y si las hojas muertas nos recuerdan el tiempo de su vigor del verano o el de su nacimiento en primavera, los amores verdaderos viven siempre en el recuerdo. La naturaleza tiene sus reglas, pero el amor es tan bello cuando florece que matarlo sería un pecado. Este es mi informe de ausencia para la noche de hoy.

lunes, 27 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (20)

Mismo día. Esa mañana la habitación de Pilar estaba de bote en bote. Un nuevo ingreso ubicaba su cama de modo inverosímil junto a los armarios, y cuando aquel niño .que, -por cierto, no paraba de quejarse en registros pluscuamdecibélicos- recibía visita, ya ni siquiera podía abrirse el armario de su hija, ese espacio en el que se contenían sus vestidos, sus joyas de bisutería, sus colonias, sus libros de cuentos y sus álbumes de fotos. Pilar estaba abierta a ese mundo de los lloros y las angustias cuando llegó su padre cargado con un paquete. Era lo primero que la niña quería ver, así que su padre desenvolvió el “opa” pitufo de peluche que recibió su hija con una amplia sonrisa y el sonido de un beso como gestos de sobrado agradecimiento. Luego venía el calendario de adviento que ella le regalaba como anticipo navideño de una amistad duradera. “¿Tienes ya un calendario?”, le preguntaba él, y ella señalaba con la cabeza hacia la estantería de madera pintada de blanco. En efecto, su abuelo alemán le había regalado uno. “¿Qué hacemos con este, hija?”, preguntaba él. Pero Pilar pidió que le mostrara el nuevo y cuando lo vio quiso que la casa de Belén fuera la suya de Arrechea –cuya foto tenía pegada en la pared, en donde gracias a su generosidad tendría cobijo la Familia sagrada y que también la vaca y el asno que calentaban al niño Jesús en sus primeras horas eran también de Arrechea. Pilar no quería que se devolviera ese segundo calendario y que su padre lo tenía que colocar muy cerca de ella para que no lo perdiera de vista. Así le enseñó a su padre algo que jamás hubiera adivinado, que con su afecto, Pilar, era capaz de vivir dos navidades, que todos los días abriría dos ventanas tan grandes como sus ojos y que si la navidad era para él la sonrisa de su hija, ella le decía que una nueva navidad había nacido en esa incómoda habitación de hospital y que él llamaría en adelante, la navidad de la NER. “Cuando vuelva, el domingo te contaré muchas cosas”, le dijo a su hija cuando le daba el beso de despedida,

viernes, 24 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (19)

3.12. El día 26 de la NER me sugiere la idea del encuentro con nuestras hijas, que sea todo lo grato que esperamos. Pero también pienso en el “carpe diem”. “El amor que no ama se pierde” –dice Juan Luis Guerra-. Suele mirarse al espejo y morir transparente”. Hay que apurar la copa de la felicidad hasta la última gota. “Tempus fugit”.

miércoles, 22 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (18)

Mismo día. (Mensaje de Susana). No te has fijado, pero la NER llevaba hoy el mismo traje que cuando nació y... Mismo día. Ella se había vestido de su traje del 8 de noviembre y por dentro se veía invadida de su espíritu. Él tenía una mañana de trabajo importante y la acometió con la fuerza y la serenidad de los que saben que por fin forman parte de alguien. Después de come, ella le ofreció el calor de sus abrazos, que ya no oponían su habitual frontera. En sus besos había la promesa y el anticipo, pero también la verdad de la tierra conquistada. Era la suya una tierra de encuentro en una dimensión tan diferente a las demás que en ese espacio no podía imaginarse la presencia de nadie más.

lunes, 20 de mayo de 2013

NER. mensajes cruzados (17)

Mismo día. (Mensaje de Susana) ¿Vamos a poder dedicarnos con nuestro haber de amor a realizar nuestros sueños? Mismo día. El amor es la realidad, el sueño su continuidad. La banca NER deposita en su caja fuerte los sueños que fabricamos para devolvérnoslos un día en billetes de amor real.

viernes, 17 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (16)

Mismo día. (Mensaje de Susana). El banco de la NER se ha resarcido de la deuda de amor con interés de demora. Mismo día. Comunicado de la banca NER a sus accionistas: La emisión de acciones ha tenido tal éxito que la banca está pagando ya dividendos de amor.

lunes, 13 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (15)

Mismo día. (Mensaje de Susana). La NER es de dos, emisor y receptor, que se confunden al necesitarse vitalmente. Tan es así que el espacio y tiempo no tienen los indicadores naturales sino se dibujan y borran con los sentimientos y sentidos que afloran tras una palabra, una mirada, una sonrisa o un gesto. No sé si la NER nació de mí porque en mí estaba o porque tú deseabas con locura querer y amar un espacio que significa y es tregua a tu amiga la muerte. Mismo día. Mi chica maravillosa, contra todo pronóstico, se ha resuelto en abogada racional. Ahí va mi opinión particular: Etimológicamente hablando la NER es una revolución, una explosión, por lo tanto. No se explica, se siente; no se justifica, se expresa; no se racionaliza, se vive. La NER somos tú y yo y el amor que nos une. Bob Dylan decía: “Don’t think twice, it’s all right” (no lo pienses dos veces, está bien). Y por supuesto que está bien.

viernes, 10 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (14)

2.12.04. (Mensaje de Susana)). Buenos días. Cómo debe ser el querer de la NER que sin conocer el mar, un paseo por el bosque junto a su querer, sin conocer su olor , su piel, sus besos... se imagina la vida con él. Mismo día. Esta mañana me he despertado junto a ti. Como aún dormías, he besado suavemente tus labios y he susurrado las palabras “te quiero”. Luego, cuando el sol comenzaba a calentar nuestros cuerpos, nos hemos cogido de la mano y nuestros pasos han dejado sus huellas sobre la arena mojada. Entonces te he dicho otra vez “te quiero” y otra vez tú me has escuchado.

miércoles, 8 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (13)

1.12.04. Nada me gustaría más que mi cariño volara hacia ti como una paloma blanca, que mi sonrisa creara otra en ti y que mis días buenos contagiaran a los tuyos malos, modificándolos. El amor persigue la alegría en el ser amado y cuando no lo consigue también se entristece un poco. Mismo día. Mi querida Susana: Es preciosa tu canción, pero desde que te conocí le he pedido a mi amiga la muerte que me deje vivir mucho tiempo para quererte. Mismo día. Ese beso que no me has podido dar es una deuda que los dos nos tendremos que cobrar.

lunes, 6 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (12)

Carta de Susana a Pilar –sin fecha. ¡Hola Pilar! ¡Feliz Navidad! ¿Sabes que te conozco? Sí, te he visto a través de la cámara de fotos que tiene tu papá en el móvil. Ese día te habían pintado muy guapa. Que ¿quién soy? Pues Susana. Susana es una chica –mamá- que trabaja defendiendo a los demás, como abogado y que tiene una hija que se llama Cayetana, que tiene 18 años y estudia en Barcelona, Arte y Diseño. Tengo ganas de ir a verte porque me han dicho que te preocupas de los demás chicos y chicas, y estás pendiente de que no les falte nada, por ejemplo, con Arkaitz. Si te parece bien te envío una bota de Papá Noël para que cuelgues todas las felicitaciones y cartas que recibas y así podrás hacer tu propio árbol de Navidad. A mí me encanta hacerlo porque parece que tengo más cerca de la gente que quiero. Un super beso de golosina, turrón de chocolate en forma de estrella. MUAC, MUAC, MUAC. Susana

lunes, 29 de abril de 2013

NER. Mensajes cruzados (11)

30.11. (Mensaje de Susana). Mira a ver a quién has mandado tus “te quiero” pues la emisora de la NER sólo ha recibido tres. Creo que no está bien que divulgues nuestra insignia. Mismo día Mais, qu’est-ce qui passe? On m’a literalement debordé avec de messages sur une dèclaration a l’office NER. Pouvez-vous me dire quelque chose sur le sujet?. PS Je t’embrasse fort. Mismo día. (Mensaje de Susana). . Me encanta que me escribas en francés. Es apasionante la emisora. Hoy hemos tenido oyentes anónimos a los que se les ha transmitido amor y quieren contactar con la NER. Te lo explicaré personalmente todo este lío genial. Te quiero. Que descanses. Un beso de miel.. Mismo día. No sé si estoy muy de acuerdo. el balance del día ha sido agotador y desquiciado. He perdido a un amigo, por sus celos; el otro anda “mosca”, porque hablo en francés y mi chica maravillosa me anuncia una denuncia. ¡Y que todo eso pase por decir “te quiero”! ¿Es que el mundo se ha vuelto loco? PD. Eso sí, tu beso lo recibo de buen grado. Mismo día. (Mensaje de Susana). Ríe y sé feliz.

viernes, 26 de abril de 2013

NER. Mensajes cruzados (10)

27.11 (Mensaje de Susana). Acabo de hablar con Cayetana sobre ti como un super-secreto que pertenece a las dos. ha sido genial. 28.11.04. Antes de volver al ordenador para rematar mis intervenciones del próximo jueves quería decirte que este día que pronosticaba triste, ha pasado en medio de una gran serenidad. Los recuerdos afluían a mi cabeza, pero lo hacían perdida gran parte de su potencia dañina. Es verdad que el tiempo va encajando las cosas, pero estoy convencido de que también eres tú, porque estás contribuyendo a proporcionar paz a mi vida. Gracias por eso. Te quiero.

miércoles, 24 de abril de 2013

NER. Mensajes cruzados (9)

24.11.04. HAY GESTOS. Hay gestos que no se olvidan/Hacen altar en tus labios/Y de ellos no se escapan/Ni en el último suspiro. Tu beso me ha dicho “te quiero”/Tan alto que llega al cielo/Tan grande como un imperio/Tan fuerte como un proyecto. Tu beso, sabor de pomelo/Que un día me ofreciste/Enseguida me negaste/Y que hoy me has entregado.

lunes, 22 de abril de 2013

NER. Mensajes cruzados (8)

23.11.2004. Habían pasado 16 días desde aquel 8 de noviembre en que le cambió la vida. Era feliz, pero su felicidad no era completa, pues contenía fuertes dosis de preocupación. No le gustaba, pero tenía que decidirse: ”Haz omo decía Jean Monnet –le aconsejaba su nuevo amigo-. Cuando tenía un problema, él y los otros afectados se sentaban a un lado de la mesa de reuniones dejando figuradamente al problema en el otro lado”. Al principio ella no le hizo caso, pero una noche en que se había quedado desvelada optó por probar, total... ¿qué más daba? Sentada en el sofá, una tenue luz indirecta iluminaba el salón. Sobre una mesa una foto suya. La tomó entre sus manos y la contempló tranquilamente. Al cabo de un rato, la foto se dividió en dos, y las dos eran ella misma. En una pudo ver las cosas vividas, los recuerdos agrietados y los momentos felices. Y vio a su hija sobre todas las demás personas, dominándolo todo. Después observó a su otro yo, y era el futuro, su futuro, del que dependía esa decisión que la atormentaba. Descubrió que las grietas no estaban en ella pues aún no había recuerdos que las provocaran, vio a su hija –nunca se alejaría de su vida- y observó a otras gentes y otros hechos que aún no estaban perfectamente definidos, porque les faltaba tiempo para nacer o desarrollarse. De pronto, el silencio de la noche quedó roto cuando alguien pronunció su nombre. Era su propia voz, y le hablaba con mucha paz. Le contaba que aún tenía toda una vida por delante. Y la voz se hizo un suave susurro que le evocaba otra voz y le sonó a una canción de cuna. La claridad de la mañana la sorprendió con una radiante sonrisa pegada a sus labios. Entonces supo lo que iba a hacer.