miércoles, 17 de diciembre de 2008

Intervención en el acto celebrado en Granada. Primer aniversario de la fundación de UPyD

UPyD cumple un año en Granada, la misma edad que cumplía a nivel nacional el pasado mes de septiembre. Y lo quiere celebrar. Está bien esto de celebrar las efemérides, sobre todo esta primera, porque hubo quien nos pronosticó que no llegaríamos siquiera a cumplirla.
Vivimos una situación política tan cerrada en España que se parece a una de esas latas de conservas de otros tiempos en que, a poco que uno fuera un tanto torpe, corría el riesgo de hacerse incluso sangre con unos bordes que se convertían en verdaderos cuchillos.

Hemos cumplido un año y tenemos todo por delante, como decía el lema que nos acompañaba hace apenas 3 meses en el circo Price de Madrid.
Y quizás sea también el momento de hacer balance, de contar nuestra historia.
Cuando pusimos en marcha este partido pensábamos que el nuestro era un proyecto de crecimiento lento, con el destino de convertirnos en la tercera fuerza política de España en el medio plazo. Y lo pensábamos no sin fundamento, dadas las enormes dificultades con las que tropezábamos.
Primero eran las financieras: los bancos no nos daban un euro. Hicimos de la necesidad virtud, lanzamos una emisión de bonos y dijimos que nos presentaríamos en toda España. Y así fue.
Después vinieron las dificultades mediáticas. Y si el mundo de la banca se nos cerraba luego lo harían los medios de comunicación. Pero nuestro partido se había testado previamente a través de Internet y ese fue el canal de comunicación principal para nosotros.
Ahora estamos en el Congreso de los Diputados. Y sorprende a muchos que esa lata de conservas que sirve de contenedor a la vieja y rancia política española, parece que se abre a la calle cuando interviene Rosa Díez.
Porque los partidos españoles hace tiempo que renunciaron a sus funciones básicas. Hace mucho que dejaron de hacer pedagogía política; de liderar, de sugerir la dirección de los cambios y las reformas de las situaciones que están mal resueltas. Ahora sólo se preocupan de la demoscopia. José Luis Rodríguez Zapatero le dijo a uno de nuestros más caracterizados simpatizantes: "No te creas que lo que digo lo digo a humo de pajas. Yo siempre tengo argumentos, porque siempre manejo encuestas que los prueban".
De manera que no hay interés en trabajar tampoco. Esa es una de las características más poderosas -y penosas- de otro de los abandonos de los partidos políticos de hoy: el cambio de la alternativa por la alternancia. Porque para alternarse en el gobierno ya no es necesario elaborar un programa sugestivo que convenza al electorado, basta con esperar a que los votantes castiguen al partido gobernante para que el gobierno cambie de manos. Si habéis seguido el debate sobre las "peonadas" de Zapatero -según la feliz expresión de Mikel Buesa- sorprende que el líder de la oposición no haya ofrecido ninguna alternativa al plan económico del gobierno.
¿Y qué es lo que queda entonces?
Pues un país debilitado -la capacidad de gasto de la Administración General del Estado, exceptuado el sistema de la Seguridad Social, no llega a una quinta parte del gasto público,
Un país desigual -cada vez más troceado en 17 CCAA Y un país perplejo, ante una crisis cada vez más profunda y que evidencia cada vez más las insuficiencias del sistema, reclama un cambio de políticas, de manera de hacer política y de políticos.
De manera que la otra manera de entender y hacer política en España, que cada vez está más representada por UPyD, se va abriendo paso con mayor claridad. - un estudio de la Fundación Sistemas -vinculada al PSOE- pone en evidencia el desplome histórico de la fidelidad del voto en los partidos tradicionales.
- en Madrid nos encontramos en un 7% de intención de voto.
- en el resto de España triplicamos o cuadruplicamos nuestra intención de voto respecto de las generales.

Y cabe que dejemos volar aún más la imaginación. Los sondeos están yendo siempre por delante de nuestras previsiones.

Las 3 convocatorias electorales de la próxima primavera van a constituir una excelente oportunidad de demostrar nuestras posibilidades en el futuro.
Pero debemos estar preparados, prepararnos a nosotros mismos, haciendo trabajo en equipo, formándonos, identificando y debatiendo los problemas, gaciendo carpetas y "dossiers", abriéndonos a los ciudadanos, preparando las municipales.
Un año después UPyD va camino de pasar de un proyecto sugestivo de un gripo de iluminados a una realidad integradora y regeneradora de un amplio grupo de ciudadanos conscientes.
Lo podemos conseguir. Está en nuestras manos, en nuestra capacidad de construir un partido que esté a la altura de las circunstancias de un país que nos necesita cada vez más.
Hoy en Granada, ayer en Bilbao, mañana en Galicia, pasado mañana en el País Vasco y el otro en toda España y para toda Europa.
Vamos adelante.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

30 años de Constitución. Mi presentación del acto en Bilbao

Apenas 72 horas antes de que los españoles celebremos los 30 años que hoy cumple nuestra Constitución, la banda terrorista asesinaba en Azcoitia a un ciudadano, en este caso un empresario, a Ignacio Uría. Yo os pido que guardemos un minuto de silencio, en su memoria y en la de todas las víctimas del terrorismo.

Muchas gracias. Y gracias también por vuestra asistencia a este acto en el que nos reclamamos "constitucionalistas aquí y ahora". Lo decimos porque nunca como aquí, en el País Vasco; nunca como ahora, 30 años después de aprobada, es preciso reivindicar la Constitución, reclamando su espíritu y su letra primera aunque no siempre el conjunto de su desarrollo. Y hacerlo precisamente aquí, en Bilbao, donde no se le ha dado ninguna oportunidad a la Constitución, como no se la dieron tampoco a Ignacio Uría. Nuestra palabra sólo puede ser una voz, un clamor de exigencia al conjunto de las fuerzas políticas democráticas o que se reclaman de la democracia, para acabar de una vez por todas con el terrorismo. Porque están las balas asesinas, están los que les proporcionan cobertura política, pero también están los que gobiernan con ellos y los que se aprovechan de sus votos y pretenden pescar en sus caladeros electorales. Y ESTAN LOS QUE MANDAN A LOS FISCALES QUE INTERVENGAN O MIREN PARA OTRO LADO -SEGUN LES CONVENGA-, PORQUE ESTAN NEGOCIANDO CON ELLOS.
De modo que hoy, aquí y ahora, cuando las preocupaciones de todos los días amenazan con reducir al olvido a las víctimas, es la hora de denunciar la hipocresía de tantos y de exigir a los que hoy quieren celebrar la Constitución, aunque lo hagan en el palacio del Congreso y no en la tierra donde precisamente la Constitución no ha tenido aún ninguna oportunidad, que estén a la altura de las circunstancias, que el cambio que nos propongan no sea más de lo mismo, que no hagan una mala copia de las políticas nacionalistas que nos han gobernado durante estas 3 largas décadas. Y se lo exigimos, aquí y ahora, en Bilbao, en este hotel; pero se lo reclamaremos a partir de la próxima primavera en Vitoria, en la sede del Parlamento Vasco, adonde nos llevarán los votos de los ciudadanos.
Hoy hablaremos de todo esto, de la Constitución, de sus luces y de sus sombras; de la libertad y de los liberticidas. Y hablaremos también de lo que representa ya UPyD y de lo que aspira a representar en Galicia, en Euskadi, en Europa..

Yo no voy a tener la osadía de presentar a Rosa Díez, pero sí quiero hacerlo respecto de los que me sucederán en el uso de la palabra. Por este orden: Maleni San Vicente, Lydia Brancas y Gorka Maneiro. Forman parte todos ellos de nuestro partido en el País Vasco. Pero tienen 3 cosas más en común:
- que nunca antes se habían asociado a ningún partido político.
- que no han venido a la político para resolver problemas personales o profesionales,
- y que quieren que en las instituciones democráticas se escuche, de verdad, la voz de la calle.
Tiene la palabra Maleni San Vicente.