miércoles, 12 de junio de 2013

NER. Mensajes cruzados (26)

El mensaje a que se alude en este nunca fue enviado. Lo transcribo a continuación: “1h 12m 53s es la expresión cabalística del callejón sin salida en el que estoy hasta que tú tomes tu decisión. 1 12 53 es lo que ha durado nuestra conversación de esta tarde. ¿Y dónde están las claves de tu criterio? Debo decir que no lo sé, que no te conozco como tú dices conocerme. Creía que sabía leer en tu corazón –todavía lo creo- y esas letras expresan que estoy ahí, en tu corazón, ocupando un espacio muy importante además en él, pero hay tantas susanas que aún no conozco. Quedan pliegues en ti que no podría descubrir sin tu ayuda. Me dices que todavía no has tomado tu decisión, pero que sólo te quedan horas. Estoy confuso, carezco de referencias. Me dices que a lo mejor no es una decisión absoluta, que en alguna medida dependa de mí. Entonces te contesto que sea cual sea tu decisión, la respetaré, y que aceptaré tus circunstancias personales, y tú que por qué me pongo en lo peor. Cuando sólo quería decir que te quiero con todas sus consecuencias, que te seguiré a pesar de todo eso, que el amor no quiere compartir terreno con otros, pero que a veces no hay más remedio si lo que se quiere de verdad es amar. Hoy no he sabido explicarme, me han faltado las palabras –he sido un parlamentario de pacotilla cuando me he medido contigo. Te digo que no puede ser siempre así –de torbellino- nuestra relación. Y tú que sí, que no te importaría buscarte otro trabajo, plantar árboles en Arrechea para fabricar mermeladas con sus frutos. ¿Significa eso que te vas a venir a vivir conmigo? No lo sé. Hoy sé que no sé nada, salvo que te quiero –suena ahora una canción, ¡qué casualidad!-. Y me dices que vendrás a verme pasado mañana con tu decisión tomada y que si estoy dispuesto a escucharla. Te digo que sí, que supongo que es algo que hay que saber. Y sigues diciendo que cualquiera que sea tu decisión yo seré feliz. ¿Me estás diciendo que te quedarás conmigo? Los franceses dicen “touché”. He reconocido que he perdido por goleada. Hasta ahora he creído que tenía controlada –más o menos- la situación. Pero hoy me has convertido en un juguete tuyo, en una especie de jorgito de felpa, con el que puedes hacer lo que quieras. Y si el jueves es la fecha, ¿por qué hay otras fechas? ¿por qué no sabes si me vas a ver el sábado? ¿por qué me dices que conoceré a tu hija el 13 D? ¿Por qué me dices que no vas a celebrar la Navidad? ¿es que ya no vas a tener pareja? ¿Y por qué me felicitas la navidad? ¿es que a lo mejor la vas a pasar conmigo? O, puestas las cosas al contrario, ¿por qué me contestas a mi carta que siente al perfume y al olor de las flores, que no es tan fácil lo que pido y me pones triste y provocas otro mensaje en el que reclamo tu sonrisa? 1 12 53 es, en definitiva, un acta de rendición sin condiciones por mi parte. Ya puedes hacer conmigo lo que quieras.

No hay comentarios: