lunes, 27 de mayo de 2013

NER. Mensajes cruzados (20)

Mismo día. Esa mañana la habitación de Pilar estaba de bote en bote. Un nuevo ingreso ubicaba su cama de modo inverosímil junto a los armarios, y cuando aquel niño .que, -por cierto, no paraba de quejarse en registros pluscuamdecibélicos- recibía visita, ya ni siquiera podía abrirse el armario de su hija, ese espacio en el que se contenían sus vestidos, sus joyas de bisutería, sus colonias, sus libros de cuentos y sus álbumes de fotos. Pilar estaba abierta a ese mundo de los lloros y las angustias cuando llegó su padre cargado con un paquete. Era lo primero que la niña quería ver, así que su padre desenvolvió el “opa” pitufo de peluche que recibió su hija con una amplia sonrisa y el sonido de un beso como gestos de sobrado agradecimiento. Luego venía el calendario de adviento que ella le regalaba como anticipo navideño de una amistad duradera. “¿Tienes ya un calendario?”, le preguntaba él, y ella señalaba con la cabeza hacia la estantería de madera pintada de blanco. En efecto, su abuelo alemán le había regalado uno. “¿Qué hacemos con este, hija?”, preguntaba él. Pero Pilar pidió que le mostrara el nuevo y cuando lo vio quiso que la casa de Belén fuera la suya de Arrechea –cuya foto tenía pegada en la pared, en donde gracias a su generosidad tendría cobijo la Familia sagrada y que también la vaca y el asno que calentaban al niño Jesús en sus primeras horas eran también de Arrechea. Pilar no quería que se devolviera ese segundo calendario y que su padre lo tenía que colocar muy cerca de ella para que no lo perdiera de vista. Así le enseñó a su padre algo que jamás hubiera adivinado, que con su afecto, Pilar, era capaz de vivir dos navidades, que todos los días abriría dos ventanas tan grandes como sus ojos y que si la navidad era para él la sonrisa de su hija, ella le decía que una nueva navidad había nacido en esa incómoda habitación de hospital y que él llamaría en adelante, la navidad de la NER. “Cuando vuelva, el domingo te contaré muchas cosas”, le dijo a su hija cuando le daba el beso de despedida,

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