viernes, 28 de diciembre de 2007

Ocurrió en... ¿2.018?

Hay años que son míticos. Esos nuevos profetas que son los novelistas nos advierten de la gravedad de los hechos por venir. Orwell nos anunciaba la catástrofe de una sociedad basada en la idea del ojo del "Gran Hermano" y que esa monstruosidad vendría a acosarnos en 1.984. En realidad el antiguo combatiente en las brigadas internacionales de la guerra civil española se equivocaba: su 1.984 había ocurrido ya y tomaba expresión viva tiempo atrás en los regímenes dictatoriales soviéticos y pro-soviéticos.
Hoy se ha vuelto a reeditar -como objeto de culto- la célebre película de Ridley Scott, "Blade Runner". Su acción se produce en una macro poblada ciudad que es Los Ángeles en el año 2.018. La civilización humana ha descubierto un nuevo "Eldorado" en el espacio exterior adonde se dirigen las personas que quieren encontrar nuevas oportunidades para una vida que ya apenas les ofrece ningún aliciente en el globo terráqueo. Pero de ese espacio llegan también los "Nexus-6" o "replicantes", inmejorables robots creados para ofrecer servicio a los seres humanos que escapan de la tierra. Son tan perfectos que llevan incorporado un mecanismo de auto destrucción que les para la máquina al cabo de cuatro años, de lo contrario se harían dueños de nuestro planeta. Y son tan perfectos también que quieren evitar que su vida concluya y buscan a su creador para que les soluciones ese grave dilema. Algunos incluso han sido suministrados de recuerdos, base de una vida cuasi normal, como una especie de terapia contra la depresión de una vida tan exigua. Si tienes recuerdos crees que eres un ser como los demás y cuando se te pare la máquina no serás consciente de que todo fue una grandísima mentira.
Los hombres de 2.018 se han convertido así en creadores, en dioses. Unos dioses que pueden morir a manos de los "replicantes", pero dioses al cabo que programan la vida y la muerte.
Diez años después de este que está a punto de comenzar no sería extraño que algo de lo que dice la película llegara a ocurrirnos. El avance en la investigación podría ponernos en la tesitura de crear seres cuasi humanos de los que podríamos obtener placer y servicios, algo así como ocurría en "el mundo feliz" de Huxley.
¿Cómo reaccionarían los moralistas de la época ante esa situación? Scott no nos ofrece pista alguna en ese sentido. Lo cierto es que la batalla mundial de este principio de siglo se llama reservar los esquemas religiosos al espacio personal de cada uno -ayer mismo, un atentado suicida a cargo de un devoto integrista del Islam acababa con la vida de Benazir Bhutto, en lo que constituye todo un ejemplo de elevar la moral religiosa de unos en el elemento configurador de la "convivencia" de todos.
Es verdad que la Iglesia -las iglesias- no son capaces de evitar los avances de la ciencia. El "Eppur si muove" se ha pronunciado muchas veces y se pronunciará más. La ciencia resuelve problemas y crea otros, lo mismo que el ser humano vive más años pero se tropieza en demasiadas ocasiones con la pérdida de la memoria, de los recuerdos... algo así como un nuevo "replicante" que vive una existencia sin sentido alguno.
Seguiremos buscando el sentido de las cosas y de la vida. "^¿Y aquién vive realmente?", le pregunta a Harrison Ford -el eficaz "blade runner"- una vez que ha concluido su trabajo uno de los encargados de la policía que controla la posible invasión de esos seres.
Es como una especie de cuento de Navidad, pero al revés. En ese año de Dios -o del diablo- de 2.018 todos seremos -lo somos ya- muy diferentes y desiguales. Y a la vuelta de un hospital cualquiera, en la Nochebuena, pondremos una canción de Simon y Garfunkel en la que el célebre dúo canta el bello villancico que habla de la noche sagrada, en tanto que la voz de un locutor cualquiera va ahogando la bondad de la canción simplemente contando las noticias que han ocurrido en el mundo ese mismo día. Hoy, esa canción nos hablaría de Bhutto o de la bomba de ETA en Valmaseda o de las decenas de muertos en Irak.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Presentación de UPyD en San Sebastián

Ignacio Latierro. Era un debate sobre mujeres y derechos sociales. Esos debates, considerados como asuntos de género que, de una manera más o menos inevitable, los grupos parlamentarios adjudican a alguna de sus parlamentarias. Pero -casualidades de la visa- en ese supuesto me lo asignaron a mí, porque yo era el que llevaba las cuestiones de tipo social. Por el grupo en el que estaba Ignacio, el socialista, intervino también otro hombre, Patxi López,
Yo me referí a la condición femenina con el título de una conocida obra, "el segundo sexo". la cual López se preciaba de no conocer. Latierro le amonestaba -más o menos públicamente- al actual Secretario General del PSE porque este sí que públicamente admitía no saber nada de esa obra y que su autora se llamaba Simone de Beauvoir. No será preciso destacar que desconocía también la vinculación entre la autora del ensayo y Sartre y todo lo que daría de sí lo que Henry-Levy llamaría "el siglo de Sarte", existencialismo incluído.
Claro que Patxi López no era aún el máximo responsable del PSOE en el País Vasco -lo era Nicolás Redondo- todavía no se habían celebrado las elecciones de 2.001, y existía en los constitucionalistas vascos la convicción de que estaba próxima la alternativa al nacionalismo.
Hoy día, y también porque creemos que es necesario fortalecer la alternativa al nacionalismo desde el progresismo ha nacido UPyD.
Han pasado desde esa anécdota casi 10 años y volvemos a oír hablar de unidad. El PP acepta marchar en una manifestación convocada por los sindicatos CCOO y UGT, a la que asistía también el Gobierno -que últimamente se reclama de España-. Un gobierno que está activando, ahora, la ilegalización de ANV, que con tanta insistencia le hemos pedido las fuerzas políticas constitucionalistas desde hace más de tres años.
Supongo que nadie pensará que esa "unidad" -que ya desde ahora pongo entre comillas- es fruto de una profunda reflexión entre el partido del gobierno y el de la oposición sobre el deterioro prácticamente absoluto que se ha producido a lo largo de esta legislatura entre los dos principales partidos nacionales y las perversas consecuencias que este deterioro produce en términos de cohesión de país; que sólo supone la creación de barricadas políticas, de revanchismos inútiles.
Y es que:.
- se han dinamitado prácticamente todos los
puentes de encuentro existentes, y se ha roto
el mismo concepto del consenso y su utilidad
para resolver los problemas de mayor calado
que atraviesa la sociedad española y que
exigen precisamente de la unidad de los
partidos.
- el gobierno ha intentado marginar a la oposi-
ción en todo momento, y el PP le ha "entrado al
trapo" siempre que se lo ha tendido el PSOE.

¿Por qué el martes 4 de diciembre el PP asistía a una manifestación con los mismos convocantes y asistentes que cuando en enero de este año, después del atentado contra la terminal 4 de Barajas decidió no asistir?
¿Por qué precisamente ahora -o justo después de Navidad, todo parece indicarlo- el gobierno pretende ilegalizar al instrumento político de ETA, cuando ha tenido todos los motivos para exigir la actuación del Fiscal General del Estado en ese sentido?
Lo saben ustedes igual de bien que los que nos sentamos en esta mesa: porque vamos a entrar muy pronto en campaña electoral -si no lo estamos ya.
Por eso fracasó la manifestación del día 4, porque todo esto se parece a unos fuegos artificiales, sólo que sin la apariencia y la belleza que estos tienen. Porque a los partidos nacionales se les ve venir, no son capaces de tapar sus vergüenzas ni siquiera cuando marchan unidos detrás de la misma pancarta.
Gobierno y oposición volverán por sus fueros, a su guerra sin cuartel, al "quítate tú que me pongo yo"... Y todo eso sin tener en cuenta la solución de los problemas reales de los españoles: el mismo terrorismo, el trabajo, la vivienda o la cesta de la compra.
Y que entre un aire nuevo y fresco en la democracia española.
Como hemos expresado desde UPyD, en una especie de fórmula que dice: más democracia, más igualdad.

Los partidos tradicionales no son capaces de hacerlo, ni siquiera les interesa. Como decía Tocqueville en sus "Recuerdos": "Conservan más la tradición de sus pasiones que sus pasiones mismas". Huelen a pasado -añado yo-, a rancio.
Por eso ha nacido el partido que hoy se presenta. Un partido que se concibió un 19 de mayo aquí, en San Sebastián, de donde han surgido tantos proyectos importantes en la historia de este país, como ¡Basta Ya!, que acabó con la resignación como única respuesta al terrorismo; o como el Pacto de San Sebastián -si se me permite evocarlo- que pusp fecha de caducidad a un régimen que no pudo ni quiso evitar la dictadura como la peor solución que tenía el mal gobierno. Conste que lo digo desde el convencimiento de que la monarquía española, además de que es la forma de gobierno que expresa nuestra Constitución, ha prestado -y lo sigue haciendo- un gran servicio a nuestra democracia.
San Sebastián, un 19 de mayo, en el hotel Costa Vasca. Y hoy, 15 de diciembre, en el Maria Cristina.
Yo no seré notario, pero soy de Bilbao -aunque con algunas gotas de sangre guipuzcoana. Decía mi mujer que algún defecto tenía que tener-. Pues doy fe de que este partido va, a por todas y por el camino que le corresponde, el de la unión de los ciudadanos en el progreso y la regeneración de la democracia.

domingo, 9 de diciembre de 2007

(Basado en una historia real).

Tenía una prevención cierta –que no es lo mismo que una cierta prevención- con esa empresa. Pues la correduría de seguros con la que colaboraba desde que salí de la empresa familiar me pedía que organizara una reunión. Así lo hice. Me acompañaba un tipo bastante pintoresco, un ingeniero un poco loco, con el aspecto de un otrora bien conocido escalador, la nariz curvada como el pico de un loro, la mirada inquiata y os gestos nerviosos.
Nos recibió un tipo escuálido, tímido y desarreglado, al que todas las cosas le caían anchas, desde el traje hasta el edificio donde se encontraba, pasando por el despacho que ocupaba.
Lo primero era presentar la correduría de seguros. En un momento dado, aquel tipo empezó a hablarnos de “Euskadi Punto Kom”, de las acciones que había realizado hasta el momento. Pero el hombre no se sabía bien –ni mal, no se la sabía- la facturación, de la empresa, de modo que hizo lo que debe un hombre que trabaja en una compañía de telecomunicaciones cuando precisa de un dato del que carece en esos momentos –y cualquier otro- esto es, levantar el teléfono. Pero no se comunicaba con nadie, por mucho que el buen hombre insistía en tal extremo. Entonces dirigió su mirada hacia nosotros, su cara era todo un poema.
- El sistema no funciona –declaró.
Luego dio una voz.
- ¡Itziar!
Pero la tal Itziar tampoco estaba en comunicación, con lo que el responsable de la empresa vasca de telefonía integral se tuvo que ir hacia la otra sala, quizás una especie de misterioso arcano, donde encontrar información tan complicada a la par que decisiva.
Ese fue mi primero y paradójico encuentro con Euskadi Punto Kom.

Por razones que no son del caso he seguido a esa empresa con el paso del tiempo. Pero se trataba solamente de conocer su cuenta de resultados –casi siempre fuertemente deficitaria.
Un día recibí la invitación a asistir a una jornada de puertas abiertas organizada por la empresa.
Y allá me fui. Una vez tomado el acostumbrado café, nos pasaron a una sala de reuniones, donde se van presentando, uno a uno, todos los miembros de la dirección de la compañía.
- Este es el director de tal cosa –anuncia el director general-. Es de Algorta. Y tarda en llegar aquí... ¿Cuánto?
- 35 minutos –asegura el aludido.
- Y este –continúa el director- es el responsable de aquello. Es de Ataun, y tarda... ¿Cuánto?
- 45 minutos –responde el responsable de aquello.
- Ese otro es el responsable de lo de más allá. Es de Salvatierra. ¿Cuánto tardas en presentarte en la empresa –le pregunta.
- 50 minutos –contesta este.
- Bien –concluye satisfecho el director de EPK-. Aquí hay gente de los tres territorios. Nuestra obsesión es integrar a toda la gente vasca y que, a pesar de que esta compañía deba tener una sede concreta todos puedan seguir viviendo en sus localidades de origen. Eso nos enriquece.
- Ahora vamos a ver un vídeo... Si no tenéis ninguna pregunta que hacernos, claro.
Y como nadie tenía pregunta que formular –quizás porque no había nada que preguntar, por el momento- el director pulsó la tecla correspondiente y empezó a proyectarse la película.
En pantalla aparecieron dos jóvenes muchachos vestidos a la usanza de los “mendigoizales” –montañeros vascos-: Camisas de franela a diferentes cuadros y pantalones vaqueros de distintos desgastados. Los dos se aplicaban a golpear con unos instrumentos de percusión en una mesa que devolvía esa agresión con un agudo sonido lastimero y molesto. Se trataba de la “txalaparta”.
Una voz en “off” aseguraba que “Joseba y Arkaitz” –que debían ser los nombres de esos dos mozalbetes- consiguen que su música llegue a todo el mundo gracias a Euskadi Punto Kom”.
De repente, el vídeo se paró, haciendo una foto fija. En un primer momento pensé que se trataba de una pretensión del realizador. Pero no era eso, el vídeo estaba mal y el problema se repetiría en numerosas ocasiones a lo largo de su reproducción.
La imagen se desdobló en cuatro –esta vez el vídeo no engañaba: Esa era la idea-. Arkaitz (?) hablaba por teléfono con una señorita. ¿En qué idioma? Lo ignoro, la misma voz en “off” seguía contando que con EPK se podía hablar con todo el mundo. Los otros dos cuadros de la pantalla ofrecían el mapa de un pueblo del Gohierri guipuzcoano –donde eventualmente residirían los artistas- y la capital de Irlanda al otro lado. Siempre según el locutor de la película, “han arreglado un contrato para una actuación de los ‘txalapartaris’”.
- Miles de vascos pueden, como Arkaitz y Joseba organizar su vida a través de Euskadi Punto Kom.
Y se veían imágenes –con frecuencia detenidas por la escasa calidad del vídeo- de personas caminando por una calle congestionada.
Las imágenes proseguían mostrando las excelentes prestaciones de EPK. Un mapa de las presuntas siete provincias vascas apareció surcado por una miríada de trazos de diferentes consistencias que recorrían todos los puntos posibles del mencionado territorio.
Luego, la imagen volvía a los músicos y a su aguda y percutente ejecución.
- Euskadi Punto Kom –terminaba la voz en “off” es la respuesta a los vascos que quieran comunicarse en vasco, en un sistema vasco, con otros vascos y con el resto del mundo.
Un ruido estridente –este no de la “txalaparta”, sino del vídeo- anunciaba la abrupta conclusión de la película.
El director de la compañía volvió a tomar la palabra:
- Como habréis podido ver, Euskadi Punto Kom no pretende haber inventado la rueda. Lo que quiere es que la mejor rueda que exista la podamos usar en Euskadi.
Acompañados de tan sabias palabras salimos de la sala de reuniones, nos hacemos una fotografía y visitamos las instalaciones de Euskadi Punto Kom.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Sobre lo que se siente presentando a tu partido nuevo en tu ciudad

Ocurría el pasado martes. Mis compañeros de UPyD de Vizcaya llegaban a la conclusión de que había que presentar el partido nuevo -no es un partido más, alguien ha dicho que UPD en realidad significa "Un partido diferente"- en Bilbao. Lo haremos el próximo 15 de Diciembre en San Sebastián y a lo largo del mes de enero en Álava y seguramente en el País Vasco, en un acto en el que contaremos con Rosa Díez.
Uno se encuentra ante esa circunstancia como dicen que se sintió Jesucristo en el monte de los olivos, suspirando esas palabras que tantas veces se han repetido después:
- ¡Aparta de mí este cáliz!"
Pero el caso es que pasan los días y ves que el temido momento está a punto de llegar. La verdad es que contaba ya con la inestimable presentación de Katy Gutiérrez. Katy es una antigua parlamentaria de Izquierda Unida, en aquéllos tiempos en que esa formación hacía polítiocas de progreso, no como ahora, en que su principal responsable ha preferido el poder a la consecuencia. De esos tiempos conservo ya dos buenos amigos: José Luis Ainsúa, con quien he mantenido una relación histórica que ha ido desde la distancia ideológica a la comprensión humana. Y es que los parlamentos constituyen lugares de encuentro, donde si uno mantiene una cierta independencia de criterio -complicada, dada la forma en que se la gastan los partidos actualmente- puede llegar a comprender y a acordar más tarde con sus rivales. En este sentido, recuerdo las bellas palabras de uno de los fundadores de la idea de Europa, Jean Monnet: "¿La clave de mi vida? Intentar comprender". Pues biern, a José Luis, se agrega ahora Katy. Los dos implicados en el proyecto UPyD.
Habían venido también Agustín Ibarrola y Vidal de Nicolás, dos amigos, dos compañeros de cárcel, dos ex-militantes del PC, dos luchadores por la libertad... Con semejantes padrinos uno puede pensar en que eso que acometemos ahora va a resultar muy difícilserá difícil sin duda, pero que vamos en el camino adecuado.
En el mes de septiembre escribía yo un artículo que publicaba el diario "El Correo". En él decía que nos corresponde ya a una generación de políticos -la mía- concluir la tarea de pasar el testigo a una nueva generación de políticos, aunque es lo cierto que algunos mantienen por su limpia trayectoria y su dignidad incorruptible la referencia de las cosas que son de verdad justas. Porque la justicia tiene un contenido de intemporalidad, por lo mismo que su contraria, la injusticia, se cierne sobre la condición humana desde la noche de los tiempos..
Cuando veía los rostros atentos de Vidal y de Agustín, sentados en primera fila y atendiendo muy concentrados mis observaciones, llegaba a la conclusión de que ellos -desde una generación que había sufrido y seguía sufriendo- estaban entregando un testigo que, un día no muy lejano, entregaremos nosotros.
Diez minutos antes de que diera la hora del comienzo del acto, sabiamente, Nico Gutiérrez, me apartaba del desolador espectáculo de una sala prácticamente vacía. Charlando con Mari Luz y Agustín, en la compañía de Katy, dejábamos que pasaran esos minutos en que las salas clausuran su vacío por el lleno -¡cuándo tal proeza se consigue!.
Entrábamos por fin en el local, y apenas quedaba lugar para sentarse. Diez mijnutos más tarde, finalizada la presentación dxe Katy, desgranaba yo los objeticos de UPD, al fondo del salón un grupo de personas en pie seguía mis palabras. ¡Los hados que vigilan el paso de los hombres nos habían resultado propicios!
Quizás mis palabras de esa tarde hayan resultado un tanto académicas. Se trataba de un planteamiento consciente, en todo caso. Nosotros no hemos nacido para los mítines convencionales en que se descalifica al contrario y, por medio de este procedimiento, se insulta a la inteligencia de los ciudadanos. En todo caso sólo llegué a contar a cinco ciudadanos que abandonaron el local antes de que concluyera el acto -¿espanmtados ante mi exposición? Seguamente. De haber crecido el contingente abandomista, lo juro por mis queridísimos muertos, habría decretado sobre el aburrido orador, yo mismo, una suerte de muerte rápida a su intervención,
Hay una observación que hacer de ese acto. Me he referido a las personas procedentes de la izquierda que avalaron nuestro proyecto el pasado martes 4, pero estaban también algunas personas procedentes de la derecha más o menos conservadora y liberal. Es verdad que la sociología política vasca -la de Bilbao, en particular- ha consolidado al PP en determinados reductos electorales que se encuentran en los distritos donde vive la gente acomodada, descendientes muchos de ellos de quienes fueron capitanes de la industria vasca del XIX. No votarán otra cosa que el PP. Pero ya se está abriendo una brecha entre ellos. Porque el proyecto que presentamos no está reñido con ninguno de ellos, siemnpre que su concepción de la vida no sea tan cerrada como la de las ostras y su planteamiento respecto de los partidos los haga más sagrados que las religiones que profesen.
Fue importante para mí descubrir que el proyecto de UPyD no es sólo un proyecto transversal de palabra, formulado por cuatro locos que un día nos reunimos en el hotel Costa Vasca de San Sebastián -un 19 de mayo, Nico, para la fiesta del partido-.. Es de verdad un proyecto transversal en la práctica.
Y junto a las izquierdas y derechas, que hunden sus raíces en el siglo XIX y que ya apenas si dicen nada concreto ni resolutivo acerca de las políticas que pretenden impulsar, había gente que nunca se había acercado a un acto de estas características.
No había jóvenes, es cierto., lo advertía Katy Gutiérrez. Pero quizás se trata de que trabajemos en el terreno de las convicciones -a diferencia del oportunismo de otros- para conseguir atraerlos a este proyecto. Y no será fácil, pero depende mucho de los que estamos trabajando en él. Hay demasiada tradición de políticos marrulleros, endogámicos y mediocres como para resolver esta defícil ecuación en un día.
De esa forma, quizás un día, como Agustgín Ibarrola y Vidal de Nicolás, observemos con satisfacción cómo esos jóvenes que no estuvieron en el hotel Ercilla de Bilbao ese 4 de Diciembre de 2.007 se están batienmdo el cobre por lo que consideran que es justo. ¿Cómo se llamará el nombre de ese proyecto? Seguramente que eso es lo de menos.