viernes, 23 de diciembre de 2011

Intercambio de solsticios (291)

Florencia, 1.6.04

Querida Lorsen:

Termina hoy mi segunda visita a Florencia desde que te fueras ahora hace apenas año y medio. El motivo de este viaje ha sido una invitación de Alfonso de Virgilis a una cena de gala por la entrega de los premios Galileo 2.000 que su compañía de seguros organiza. Fue en el museo del Barghelo –un poco largo, pero muy bonito y divertido.
Ayer vi a Bona. Ahora está metida en campaña electoral –en Italia se celebran las locales junto con las europeas- y se presenta en Chianti para concejal por un partido comunista. Ha dejado a su novio –“no soporto tener a un solo hombre por mucho tiempo”, me dijo-. Está trabajando en un libro sobre técnicas artísticas en el que defiende una idea y la contraria a la vez. “¿Qué diferencia existe entre el artesano y el artista?”, es su pregunta “¿Por qué Leonardo era un artista?” Quizás porque revolucionó el arte. Porque no copió.
Hablamos durante un buen rato, pero ella se tenía que ir a continuar con su campaña. Su familia está bien por lo que me dijo.
Toda Florencia me recuerda a ti. He pasado por el hotel en el que nos alojamos por primera vez, he visitado el Palazzo Pitti, he visto una exposición muy interesante de Botticelli y Filippino Lippi y he callejeado. Como estoy preparando una novela sobre Roncesvalles y Florencia me he documentado un poco.
Esta ciudad me ha hecho pensar en los felices que hubiéramos podido seguir siendo. Pero ¡ay! una de las cosas horribles que tiene la vida es que no se puede volver a vivir.

Un beso.

No hay comentarios: