lunes, 21 de abril de 2008

El Partido Liberal y el infierno

Por lo viato, para Rajoy, enviar a alguien al Partido Liberal debe considerarse algo similar a condenarle a las calderas de Pedro Botero donde no le será posible la contemplación de Dios, en cualquiera de las formas en que este se presente -Dios Padre, Dios Hijo, Espírutu Santo en una relación que no se agota desde luego con estas posibilidades..
Hubo un tiempo en que yo creía en que Mariano Rajoy podía constituir la solución para un Partido Popular ambicioso y centrado -sólo desde la moderación se ganan las elecciones-. Pero si lo que estamos advirtiendo desde su última derrota -mistificaciones aparte- es al Rajoy verdadero, al que se desprende de los ropajes del ungido a la sucesión por su antecesor. Si el Mariano Rajoy auténtico es el que prolonga el procedimiento digital designandp como portavoz a Soraya Sáez de Santamaría o envía a Esperanza Aguirre a calentar los fuegos liberales del Averno... ¡que el Dios en que creyeron mis padres nos coja confesados!
En alguna ocasión me he referido a la gestión como una pobre alternativa a la ilusión. Es el "crepúsculo de las ideologías" que presentaba Gonzalo Fernández de la Mora y que tenía su continuidad más lógica en el "Estado de obras". Ya sé que para los líderes del PP la política son parques y hospitales, residencias para la tercera edad y trenes de alta velocidad. Pero así como no se enamora a una chica sólo con ceros a la derecha en una cuenta corriente -he dicho "enamorar" no comprar- y para ese fin son más eficaces y útiles las en apariencia inútiles flores, uno no encandila a la gente con el único concurso del hormigón armado o los trasvases de agua, por muy importantes que estos sean.
Por eso le ganó Zapatero.En 2.004 podía pensar que fueron las bombas lo que le derrotaron. Esta vez ha sido el buenismo pintado de gobierno rosa -'no cantaba Edith Piaff eso de la "vie en rose"?-, el mito de la España plural y solidaria -que es más falso que la edad de ciertos caballos que te ofrecen en los mercados- o eso de llevarnos bien con todos -lo que es cuestión harto difícil,
Pero la gente sigue creyendo en la esperanza -no necesariamente en Esperanza Aguirre, pero quién sabe- más que en la intransigencia. Más en las maneras correctas que en los improperios. Y si el verdadero Raioy es el que administra de esta manera los tiempos y los lugares harían bien sus posibles rivales en esperar -si la esperanza la trocan en paciencia- o en marcharse. Al fin y al cabo, ni el liberalismo es ya pecado -no ha sido rehabilitado a esa condición en la nueva lista del papa Benedicto-, ni se encuentra sólo en el PP, ni es únicamente el Partido Popular la alternativa al desgobierno socialista. Y si no al tiempo.

3 comentarios:

Peter dijo...

Querido Fernando,
Dos cuestiones:
- ¿ Fuera del PP donde encontramos el liberalismo?
-¿HOy por hoy que otra alternativa a Z hay aparte del PP?
Un abrazo

gorka maneiro labayen dijo...

Hombre, Peter, el liberalismo económico se encuentra hasta debajo de las piedras! El liberalismo es tan amplio, ha sufrido tantas variaciones y se me hace tan inabarcable que amenudo dudo sobre lo signifa que uno pudiera ser liberal. ¿Liberal es el que reduce gasto público o no cree en la educación y la sanidad públicas? ¿Liberal es que el que disminuye los impuestos? ¿Pueden convivir en un mismo partido socialdemócratas y liberales? ¿Qué es eso del liberalismo igualitario que alguien no hace mucho citó? En fin, cuestiones muy interesantes sobre las que me gustaría discutir. Y... ¿los conservadores? ¿Pueden ser los conservadores progresistas? Y... tantas cosas.

Abrazo.

pedro moreno dijo...

Con esas declaraciones, ¿Rajoy retrata al PP como partido nacional católico acaso?