domingo, 10 de febrero de 2008

Cinco años sin Joseba

Esa tarde de viernes se cernía una niebla gris sobre la autopista que me llevaba a Andoain donde los amigos de los Pagaza nos habíamos dado cita para recordar a Joseba, abatido por los asesinos que le mataron a él y a una parte de nuestra libertad.
El gris se iba fundiendo en negro cuando recibía una primera llamada de Ramón Marcos, el coordinador de UPyD en Madrid. Me contaba que Agustín Ibarrola había decidido donar dos de sus "cubos" para financiar la campaña de nuestro partido y que había un empresario próximo a nuestras ideas interesado en una de ellas.
- Hemos pensado en que le acompañes al caserío de los Ibarrola -me dijo.
Acepté, desde luego, la amistad -como los blogs- no queda acreditada si no se renueva de forma permanente y la mía con Mari Luz y con Agustín, quizás reciente, hunde sus raíces en una tierra fructífera y firme que se llama libertad y proyectos compartidos y que produce flos frutos del cariño y del afecto.
Sonó otra vez mi móvil. Era Ramón otra vez, que parecía oficiar de responsable de la sede ante la desbandada general de todos los demás dirigentes del partido, extendidos como una mancha de aceite por todos los puntos de nuestra geografía.
- Nos han llamado del Ministerio del Interior -me dijo Ramón Marcos-. Quieren hablar con un miembro de nuestro partido en el País Vasco.
Le facilité el contacto mientras sentía que ese negro de la noche era frío y se colaba en el interior de mi organismo. No, no se juega cuando se hace política en este país.

En Andoain hacía frío, en efecto. No sé muy bien por qué siempre lo hace en los cementerios y en los lugares y momentos en que recordamos a los muertos.
La cita era junto a la escultura que Agustín Ibarrola dedicaba a la memoria de Pagaza, la representación de una cueva de piratas, como le hubiera gustado a Joseba que se le recordara.
El propio Ibarrola me salía al encuentro cuando yo me dirigía hacia la plaza. El abrazo de Agustín es siempre algo muy especial. Está hecho de entrega recia y rotunda, viene de muy lejos y te llega muy adentro. Beso de hombre con olor y tacto de su inseparable boina.
Nos vimos los de siempre. Me saludaba Ignacio Latierro y Carlos Martínez Gorriarán. Y Maite Pagaza abrazaba a los asistentes. Luego leería un implacable discurso en el que hacía un lúcido balance de los cinco años transcurridos desde aquél atentado contra la libertad de todos. Hay guarismos que unen los sentimientos, especialmente en el drama. Cinco años, en esa cifra que liga las muertes que llevas en la memoria, porque sólo han pasado dos meses desde se producía también el quinto aniversario de la muerte de Anneli, y mi recuerdo entristecido de este viernes se movía entre aquél magnífico acto que le organizara ¡Basta Ya! a Pagaza y el duelo personal que yo empezaba a sentir entonces, cuando apenas empezaba a ser consciente de que ninguna llamada, ningún ruido en la puerta anunciaba sus palabras apresuradas o su llegada a casa, siempre repleta de inquietud y de agobio por toda la ingente cantidad de cosas que intentaba ella introducir -como con fórceps- en un día cualquiera de su vida.
Marisol Cruz resolvía su emoción -¿su arrastrado catarro?- con la ayuda de un moquero, mientras los altavoces cantaban "adiós a las penas de abril".
Carlos Martínez Gorriarán y yo abrimos la comitiva con destino al bar, que fue punto de confluencia de los más. Rubén Múgica -otro aniversario recentísimo, el de Fernando, su padre- formaría también parte de nuestro grupo.
- He intentado decir en la radio que le iba a votar a Rosa –nos comentó Rubén desde la altura que le proporciona su elevado organismo-. Pero se me ha ido el tiempo en meterme con Zapatero.
Pues aquí queda dicho.

9 comentarios:

Maria Seco López dijo...

refiriendome al último párrafo:
El descrédito no sirve nada más que para perder el tiempo y nos priva de ocuparnos de lo realmente importante, lo nuestro.
Si nos ocuparamos en hacer las cosas bien en vez de criticar lo que hacen mal los demás "otro gallo cantaría".

Antonio Valcárcel dijo...

Siempre la muerte se viste de negro y el tiempo suele ser en gris; no se si será porque la niña de nuestros ojos se enturbia de microátomos de lágrimas. Ojos de observadores cansados y astigmáticos de tanta intolerancia. En los homenajes de los asesinados, los cementerios se impregna de una atmósfera de melancolía, los cipreses amenazan con la sombra, pero no con el olvido, un sol de invierno suele anunciar esperanza.
Recibí de Madrid la información del acto homenaje de los cinco años sin Joseba. Debo de decir que no le conocía, pero eso no importa, cuando alguien muere por la libertad, ejecutado por seres viles que pretenden imponer sus políticas con el tiro en la nuca, las lapas en los bajos del coche, los bidones de amonal, la persecución, aislamientos auspiciados por todo un entramado nacionalista; no es difícil observar en la estación del exilio vasco actual a 300.000 maletas de de amenazado que camina como en un éxodo a otras bonanzas, más libres, menos amenazadas. Y esta visión me recuerda a la película LA LISTA DE SCHINDLER.
Desde el blog de Fernando Maura, deseo a la familia y amigos de Joseba mucha energías para superar el trance y su estrés postraumático… Y sigan luchado por la LIBERTAD.

Blanca Oraa Moyua dijo...

si vas a mi blog verás "el abrazo de Agustín"; te lo dedico.

Blanca Oraa Moyua dijo...

He estado en Zampa con una amiga a la que hice un retrato en Akelarre, se llama Teresa Rodriguez, y va a votar a tu partido, ¡enhorabuena!

Algunos pájaros errantes dijo...

Gracias, Mar, como siempre por tu comentario. Como ves hago la cita de una de las personas que asistió al homensaje y no sé en qué términos se produjo su comentario en el programa de radio. En todo caso es perfectamente comprensible su crítica a Zapatero. Un abrazo.

Algunos pájaros errantes dijo...

Gracias Antonio por tu siempre atinado comentario.

Algunos pájaros errantes dijo...

Gracias Blanca. Ahora mismo visitaré tu blog. Y gracias también por la noticia de la nueva votante. Me alegro mucho, pero aún me falta un voto, el tuyo, que no te voy a pedir porque todavía no estamos en campaña electoral. Un abrazo.

Blanca Oraa Moyua dijo...

Percibo cierto eufemismo en tu aperente y comedida petición de voto.
Mi mini VOTO ESTÁ POR DECIDIR; irá al mejor postor, todo se decidirá pactando. En mi caso EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS.¿todavía no te has dado cuenta de que llevo votando a la misma persona desde hace 27 años? Por algo será...

Algunos pájaros errantes dijo...

Blanca, no puedo estar de acuerdo con lo de que "el fin justifica los medios". Y en cuanto a lo de pedir tu voto hay que inscribirlo exclusivamente en el ámbito de la ironía, aunque... ¿quién sabe? Murallas más altas y consistentes han caído. Un beso.