Las recientes excarcelaciones de presos de conciencia cubanos ha despertado una verdadera polvareda en la opinión pública, tanto la española como la cubana.
Se han pronunciado palabras de importancia significativa como “punto de inflexión” que a mi juicio no se corresponden con la realidad del momento que en la actualidad se vive en la isla.
¿Qué significado tiene lo que está ocurriendo en Cuba desde que una delegación de UPyD pudo visitar a los disidentes cubanos que quiso, cuando por vez primera las Damas de Blanco no fueron hostigadas por la consabida manifestación orquestada por el régimen de los Castro? –recordemos que el segundo de los dos hechos acaecía el mismo domingo en que el grupo de UPyD aterrizaba en el aeropuerto José Martí de la Habana.
Pienso que el régimen de los Castro está haciendo la hábil jugada que podríamos denominar como la conversión de la necesidad en virtud. Aunque el primero de los dos conceptos –la necesidad- es cierto y el segundo –la virtud- esté lejos de serlo.
Cuba está atenazada por una crisis económica que tiene tintes pavorosos. Endeudada, desabastecida, incapaz de dotarse de las materias básicas ni de dinero para obtenerlas, el régimen de los Castro no tiene –como advertía Yoanni Sánchez en el curso de nuestra entrevista con ella- nada que ofrecer a los cubanos.
Ya ni siquiera la ayuda “solidaria” del golpista Chávez les sirve de parapeto a ese aluvión de hechos que le proporcionan los inclementes tiempos de hoy.
Les urge romper el cerco: abrir las fronteras de los Estados Unidos al turismo de ese país,modificar la Posición Común de la Unión Europea respecto de la isla.
Pero eso no se consigue cuando, tanto Aministía Internacional como Human Rights Watch afirman que en Cuba existen –hasta antes de las últimas excarcelaciones- unos 200 presos de conciencia, con las Damas de Blanco vituperadas en sus manifestaciones dominicales y con los derechos civiles y políticos de sus ciudadanos permanentemente conculcados. Menos aún con un preso de cnciencia al que se le deja morir y otro con 140 días de huelga de hambre que habría podido fallecer en cualquier momento.
Pero siempre existe algún “tonto útil” capaz de hacerles el trabajo a los sátrapas que dirigen los destinos de Cuba. Le ha faltado poco tiempo al Gobierno español y a su Ministro de Exteriores para salir en ayuda de sus “hermanos en la Revolución” –quizás resulte oportuno recordar que fue precisamente Simón Bolívar quien en su carta-epitafio decía que “quien sirve a la revolución está arando en el mar”.
Moratinos y –en menor medida, claro está- la jerarquía de la iglesia católica cubana- han preparado al alimón con los dirigentes cubanos ese caldo gordo de las excarcelaciones tramposas, porque no son sino unas deportaciones al exilio, que como dice Oswaldo Payá no están teniendo en cuenta la dignidad y el derecho a la libertad de los presos, libertad sin concidiciones, se entiende.
¿Cómo se puede entender de otra forma la manera en que han sido conducidos a España los presos de conciencia. No se les ha permitido ni siquiera un amago de recibimiento por parte de los disidentes cubanos residentes en España y de los demócratas de nuestro país que bien hubiéramos querido encontrarnos presentes. Su destino ha sido un albergue, antesala de su traslado a Málaga, donde su voz de denuncia sonará más amortiguada que por ejemplo en Madrid.
Moratinos se empeña en destacar que han “elegido libremente”. Anoche mismo tenía la oportunidad de escuchar de uno de los protagonistas su versión de los acontecimientos que rodeaban su liberación. El preso de conciencia estaba en la cárcel cuando le avisa un funcionario de prisiones.
- Tiene usted una llamada del cardenal.
El preso –de nombre Lester, una persona sencilla y seguramente tímida- no había tenido la oportunidad de conocer a Su Eminencia.
- ¿Es usted el preso Lester …?
- Sí.
- ¡Está usted dispuesto a ir a España con su familia?
Lester contesta que sí. En el caso de otros presos que se lo piensan o no dicen nada, es el propio cardenal el que llama a sus familiares.
Volviendo al caso Lester. Cuando este contesta que está dispuesto, el cardenal le informa de modo más que lacónico:
- Recibirá usted un aviso de las autoridades cubanas.
Sale de la cárcel y sólo una hora antes de despegar el avión reciben, él y su familia, el visado para abandonar la isla. Ningún papel del gobierno cubano acredita su condición: ¿Es que se ha escapado de la cárcel?
Su “status” jurídico en España será el de inmigrante, no el de refugiado politico. Les darán papeles pero la ayuda social que puedan recibir se les ofrecerá por las Comunidades Autónomas, el gobierno central carece de competencias en esta materia. ¡Un nuevo olé por el Estado de las Autonomías! Serán llevados –estegrupo- a Málaga, donde evidentemente harán menos ruido que, por ejemplo, en Madrid.
¿Se puede hablar de libertad de elección? Sì, en el caso de que los términos de la ecuación sean la deportación o la cárcel, lo horrible o lo menos malo.
No han cambiado las leyes en Cuba. Si estos luchadores por la libertad volvieran a ejercer sus derechos democráticos que conculcan sistemáticamente los Castro, podrían volver a la cárcel. Ayer mismo se apaleaba y detenía a un miembro del Movimiento Cristiano de Liberación. Está claro, y lo decía Oswaldo Payá, el cambio sólo lo ve Moratinos, ni los ciudadanos cubanos ni las autoridades de la isla lo advierten.
¿Hay que cambiar la Posición Común de la Unión Europea ante estos hechos? Parece claro que en mi opinión no debería hacerse tal cosa. Los gobiernos europeos han de actuar con cautela y advertir los numerosos puntos oscuros o simplemente engañosos que están instalados en la trama de estas excarcelaciones.
Si el régimen cubano pretende el cambio, en sus manos está. Pero para ello debe modificar las leyes que llevaron a estos hombres a la cárcel poe el sólo delito de pensar y expresar su opinión. Entonces habrá llegado el momento de abrir nuestras ayudas a un país que lo necesita.
Mi convicción íntima es que el cambio se abrirá paso en Cuba de una maera irreversible. Es evidente que el régimen de los Castro está actuando desde la inteligencia, aunque sea esta torticera. Pero estas actuaciones ponen en evidencia su debilidad y fragilidad. Juegan contra el tiempo, pero el tiempo ya hace mucho que juega en su contra.
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1 comentario:
Escucha carcelero ¿tú sabes lo que es la libertad?, porque si lo supieras abririas mi celda, porque sabes que yo estoy aqui por pensar distinto y éso no es justo. Que pena que seas esclavo porque yo lucharia por tu libertad y tu derecho a pensar y entre los dos podriamos buscar la verdad, cada uno por su camino y hablándolo. Yo nunca te encerraria por pensar y de verdad que estarias más satisfecho contigo mismo y con todo.
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