martes, 13 de septiembre de 2011

Intercambio de solsticios (235)

Era lógico. El encabezamiento del informe aseveraba de la confidencialidad del mismo.
En la segunda página lo reforzaba: “Estrictanente confidencial”, decía. Y debajo, el nombre de la persona que había sido objeto de la investigación:

- Juan Carlos de Vicente.

“Al fin y efecto –empezaba así- de cumplimentar la petición de nuestro cliente, D. Raúl Jiménez, en relación a la persona cuyo nombre y apellido figuran en el encabezamiento y con el fin de conocer su situación económica y otros puntos de interés, se han llevado a cabo las oportunas investigaciones y controles que pasamos a exponer.

Hechos

Ante la posibilidad de que alguien pudiera estar aprovechándose del estado de salud de D. Juan Carlos de Vicente, iniciamos una serie de investigaciones.

En primer lugar efectuamos diversas gestiones para conocer la filiación de la persona que que parecía gestionar las actividades del citado, una mujer de la que sólo conocíamos su nombre (María) y su teléfono móvil.

Posteriormente procedimos a investigar el patrimonio actual de D. Juan Carlos de Vicente y de su empleada.

PRIMERA PARTE

CONTROLES E INVESTIGACIONES

Desde el miércoles (el informe daba una primera fecha) hasta el lunes (y aquí aparecía otra, unas cinco semanas después de la primera), realizamos diversos controles de la finca situada en (y aquí la dirección concreta de Juan Carlos de Vicente).

(Cuatro fotos, cuya oscuridad hacía invisible su contenido, demostraban por lo visto que dicha acción se había realizado.)

Los primeros día (sic) observamos que por la mañana no había casi movimiento, salvo el investigado, que salía acompañado a bordo de un vehículo (aquí una marca de automóviles alemana de gama alta), de color negro, matrícula (la que correspondía) y que regresaba al cabo de pocas de horas.

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