martes, 10 de agosto de 2010

Intercambio de solsticios (75)

-… No, eso no fue lo peor –continuaba Adelfa, la concentración de sus interlocutores literalemnet pegada a sus palabras-. Lo peor fue que está claro quiénes lo hicieron.
- ¿Quiénes? –preguntaron Juanito y Brasens al unísono.
Adelfa se tomó unos segundos antes de contestar. Y lo hizo mirando directamente a la cara a los dos consejeros locales.
- Según me han dicho esa gente llevaba brazaletes verdes…
Se hizo un silencio largo y pesado. No, no podía resultar imposible que así fuera. Esas “fuerzas del orden” no emitían ninguna confianza en los ciudadanos de Chamartín, nuevos señores de la guerra habían montado una mafia particular que actuaba de acuerdo con sus reglas –poco más que el interés mutuo- y, repartía sus zonas de influencia y atemorizaba a los vecinos. Muchas veces su “protección” consistía simplemente en no producir el daño que sin embargo su cometido social consistía en evitar. Eran como aquellos etarras que durante tantos años cobraban el chantaje terrorista para que sus víctimas no lo fueran de un secuestro o de un asesinato. El retorno a la barbarie siempre omnipresente en la escena de aquel Madrid redivivo del año 2013.
- ¿Lo vas a decir en la reunión? –preguntó Brassens.
- Sí .declaró Adelfa tajante.
- Veremos por donde sale.
Se abría la puerta y hacían su entrada en la sala de reuniones la práctica totalidad de los convocados. Faltaba muy poco para que diera comienzo la reunión.

1 comentario:

Sake dijo...

A veces podemos quedar sorprendidos del parecido entre la ciencia ficción y la realidad. Y es que a veces la vida parece ciencia ficción.