La semana pasada se celebraba en Bruselas el último Consejo de la UE del semestre en que el Gobierno de España desempeñaba la presidencia semestral rotatoria de la Unión. Seguramente ha sido la peor presidencia española en la historia de las Comunidades Europeas y también es muy probable que este haya sido el peor de los semestres que recuerda nuestra historia reciente.
España empezó su presidencia alegando que su objetivo era reactivar la economía en los países de la Unión, pero le correspondió muy pronto dedicarse a la gestión de su propia crisis y ha concluido recibiendo instrucciones de cómo realizar sus tareas. Y todos los datos indican que lo peor está todavía por llegar.
España empezaba la presidencia asegurando que su tarea consistía en liderar la recuperación económica europea.
Si se observa el vídeo colgado al inicio de la presidencia española en la página web del PSOE, Zapatero aseguraba que el reto de la misma consistía en liderar la recuperación económica europea. Algunos dijeron entonces que mal podía gestionar el desarrollo económico de Europa un dirigente político que era incapaz de superar la crisis económica española, medida en un desenfrenado crecimiento del paro y en un drástico cierre de empresas.
Muy pronto, sin embargo, se vio que la principal tarea del Gobierno español consistiría en gestionar su propia crisis.
En el momento en que estallaba la crisis griega, el Gobierno español se empeñaba en realizar propuestas relativas a la mejora de la “gobernanza económica” a escala europea, intentando convencer a propios y a exraños de que nuestro caso nada tenía que ver con el de Grecia. Pero los diferentes líderes europeos le venían a responder –si lo conocieran- con el viejo refrán castellano que decía: “consejos vendo, para mí no tengo” y le conminaron a dedicarse a la necesaria gestión de su propia crisis.
Finalmente, el Gobierno presidido por Zapatero ha acabado recibiendo instrucciones concretas para reconducir la situación española por parte de sus pretendidamente homólogos europeos.
Incapaz, por falta de convicción, competencia y voluntad política de combatir la crisis, el Gobierno español ha terminado por recibir de Bruselas y de Berlín –principalmente- instrucciones concretas para reducir el déficit público, elevar los ingresos y reconducir la criss.
Nada de lo que se había planteado por parte de España en el inicio de su presidencia se ha cumplido:
- - La “gobernanza económica de la Unión ha sido sustituida por el Gobierno de Alemania, soportado en ocasiones por Francia. Las políticas nacionalistas vuelven a poder sobre la idea de Europa.
- - La regulación de los “hedge founds –a los que se atribuye una buena parte de la responsabilidad de la burbuja económica, fue pospuesta a propuesta de Gordon Brown, basada en intereses electorales de los laboristas británicos, y ahoar se está discutiendo por Cameron y Merkel: España está definitivamente ausente en ese “dossier”.
- - La “Cumbre Mediterránea”, en la que el Ministro Moratinos se había implicado personalmente- fue suspendida.
- - La “Cumbre Atlántica” –en la que se iba a producir el “encuentro planetario” que predijo Leire Pajín- no consiguió el apoyo de Obama, a quien no se le convenció de la utilidad de su presencia en la misma.
- - España –por fortuna, en este caso- no ha conseguido modificar la “posición común” estratégica de la UE sobre Cuba, obteniendo un irrisorio plazo de 3 meses –y dos de ellos de verano- para acreditar el supuesto proceso de democratización del régimen de los Castro.
- - La “presidencia tripartita” –gobierno saliente, en función y entrante – con una duración de 18 meses para lograr la continuidad de las políticas ha sido un nuevo fracaso español. Propuesta por España, el triple concurso de países en crisis –por diferentes motivos-: Hungría, Bélgica y España le ha dado muy poco relieve.
- - La cumbre “UE-Rusia” se ha celebrado, pero la ha presidido el Presidente Van Rumpuy y España, como estaba previsto, ha estado ausente.
Pero lo peor aún está por llegar.
- Este mismo otoño comienza la discusión de las “Perspectivas financieras”, verdadero Presupuesto de la UE- entre 2.014 y 2.021, en que España pasará a ser contribuyente neto en la Unión. No se olvide que la situación de perceptor de recursos comunitarios le ha supuesto a España una buena parte de su crecimiento.
- El próximo presidente del BCE –un alemán- ya ha mostrado su discrepancia con el “plan de rescate” de los 750.000 milllones de euros. Un plsn que, por cierto, no ha explicado de dónde saldrán 400.000 millones del total de recuros que constituyen el rescate.
- Ya se está discutiendo de la posibilidad de que los países miembros que cuenten con un déficit elevado o una importante deuda pública puedan verse privados del derecho de voto en las reuniones de los Consejos de la Unión y/o condenados a no recibir “fondos estructurales”.
- En el nuevo presupuesto de la Unión está prevista la reducción drástica de recursos en la PAC –que hoy absorbe más del 40% del presupuesto comunitario-. Y no hay que olvidar que España es también perceptor de cuantiosas ayudas en este terreno.
En resumen, una presidencia que se puede definir como la de las tres “d”: débil, desfalleciente y desvanecida.
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1 comentario:
A un gobierno que hace una gestión tan desastrosa ¿no se le podian exigir daños y perjuicios? más que nada para que los siguientes en llegar al gobierno se tomaran un poco más de interés.
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