miércoles, 23 de septiembre de 2009

Intercambio de solsticios (37)

FINAL DE FIESTA

Las fiestas son así,
Se parecen a las muertes,
Como a las vidas,
Tienen un principio insulso,
un devenir errante,
Quizás un punto, varios puntos, de delirio,
Luego un final triste.

Vivir la vida, entonces,
Se parece a la fiesta,
Alguna copa,
Alguna mujer excitante,
Las conversaciones ramplonas,
Por lo común.
Siempre el pesado,
Que pretende contar su historia.
Y un camarero con la sonrisa amable,
Que rellena invariablemente tu copa,

En tanto que la mujer excitante,
Deambula por entre la gente,
Y desvía una mirada hacia ti,
Y tú piensas que ella es de algún otro,
Hasta que te acercas,
O ella se acerca a ti,
Te imaginas que la puedes tomar,
Por su cintura,
Que tus manos pueden rodearla,
Cada vez más firmemente,
Y que ella permite tus gestos,
Tus acciones,
Como si en ella habitara un deseo profundo,
Antiguo,
Como si te esperara en esa fiesta,
Desde siempre,
Y una secreta complacencia te puede entero,
Sólo para que te despierte una extraña sensación.
Y la humedad te demuestre que,
Otra vez todo fuera un sueño.

3 comentarios:

Sake dijo...

Que cosa más compleja el amor, hombre y mujer pueden crear algo tan confuso e introducirse en un mundo neurótico en donde nada se controla. Corazón y Razón. Y después del sueño ¿que nos queda?.Buscamos el sueño, lo anhelamos y nos sometemos. Somos humanos, simples humanos débiles y frágiles fente al Universo.

Antonio Valcárcel dijo...

VAMOS AHORA A SER POETAS, YO PONGO MIS SENTIMIENTOS.

El sueño. Soñar que soñaba, es dar un paso adelante -como sumergirse en una piscina climatizada y no de los climaterios polucivos-. Y si yo contase las damas que me visitan en mis noches, desde mi juventud a mis otoños, fueron cayendo todas como las hojas del calendario: rubias, morenas, del color de la zanahoria...eran mujeres todas que buscaban mi sabia para nutrirse de mis etéreos. En el más allá donde las fronteras dejan de serlo; dicen que las damas buscan a los hombre en sueños y que por cada noche de absuelto, de babas y poluciones siempre hay un cementerio, se nutres estas musas del subconsciente de nuestras vertientes, y para mi ya no son un aliciente. Buscaré, mujeres de papel, plástico y no de hueso; sus carnes hieden a leñas de otros hogares a humo, es sólo eso; carne y huesos. Un corazón yo tuve que saltó de mis adentros y errante va por las praderas de mis sueños, acontece el día madre se desvanecieron ya mis sueños.

Carla Rodríguez-Spiteri dijo...

¿"Desvanecimiento de sueños"? ¿"Final de fiesta"? ¿"Fragilidad frente al Universo"?

Esto pinta muy mal...

¡A animarse y dar guerra que para eso estamos!