viernes, 11 de septiembre de 2009

Intercambio de solsticios (34)

PARA PILAR (1)

Esta noche he soñado otra vez contigo.
Tu cuerpecito deformado, aún maravilloso,
Enrollado sobre mi cuerpo.

Y tu voz y tu palabra, ausentes siempre,
Esta vez resucitadas.

Era el nuestro un diálogo entre adultos,
Hecho de ironías, interrumpido por besos.

Y yo te notaba tan junto a mí,
Que tus respiraciones eran las mías,
Y los ruidos de tu estómago los producía el mío.

Y te pedía favores, en forma de saludos,
Los favores que pedimos los mayores,
Sólo para quedar bien,

Y tú, amable, superabas las peticiones,
Alargabas tus concesiones,
Las colmabas en tu vaso de generosidad.

Y cada palabra tuya, cada gesto, cada acción
Me enamoraba más de ti,
Me hacía apretar tu cuerpo contra el mío.

Y un beso les seguía,
Un beso que tú recibías y devolvías.

Esta noche he soñado otra vez contigo,
Un reencuentro feliz, Que sólo los sueños pueden producir

2 comentarios:

Antonio Valcárcel dijo...

Estimado Fernando:

¡Cuanto amor hay en el corazón de un padre, cuanto dolor a su vez en el alma? Son difíciles de curar tales heridas y según el tiempo se avivan más sus dolores; al igual que las ascuas entre las cenizas que la soplar sobre ellas pasan los tizones negros a bermejos.
Luto en el corazón y el alma, la memoria todo lo rememora: los santos de alabastro, las cenizas de nuestros ancestros y seres queridos sabiendo que están quietos los ponemos en movimiento; para descargar sobre nuestra memoria de cuando vivieron con nosotros, ellos están en reposo eterno, nosotros en movimiento. Y el subconsciente rebobina la maquinaría del pasado para que no caigamos en los mismos errores en nuestro efímero presente.
El funeral de Pilar congregó a mucha gente, Las Arenas (Getxo), lloró y las nubes respondieron con un aguacero que calaba hasta los mismos huesos: gentes de muchos colores y lateralidades políticas, de izquierdas, derechas, centros y hasta algún que otro exetarra arrepentido; como la sociedad misma cuando se tienden puentes de diálogo y el corazón de los hombres se universaliza. Pilar consiguió en la misa de su funeral que los hombres estuviésemos de acuerdo de que la muerte a todos nos ha de alcanzar sin ser cosa del azar. El azar convierte en ricos y pobres, todo lo demás es química y genética, no exenta de su propia injusticia.
¡ Que gran político tiene España en el dique seco, que gran corazón y razón convergen en un mismo ser!
Un abrazo.

Sake dijo...

Mi respeto y mi afecto van con usted, D.Fernando.