3 provincias, un día

Si para los "Beatles", cinco días eran una semana, para mí este día serían 3 provincias... ó 4. Despierto en Salamanca; rueda de prensa, encuentro con afiliados y comida en Soria; mitin en Burgos y noche en León.
Cuando estoy haciendo el "check-out" de la habitación alguien me toca en el hombro: es Tomás. Él y Abel me llevarán a Soria. Tomás quería que emprendiéramos viaje a las 7´30, pero después de negociar consigo que sea a las 9.
El viaje resulta agradable. Tomás conduce con prudencia y los kilómetros se suceden ante nosotros. Quedan unos 100 para llegar a Soria y Tomás se detiene ante un bar de carretera. Es el momento en que advierto que vibra mi teléfono móvil -el rumor del vehículo había ahogado su impacto-, es Antonio Salvador, están intentando localizarme. Consulto las llamadas perdidas, hay una que se repite hasta 7 veces. Marco el número y me contestan en euskera. Entonces caigo en la cuenta, tenía una entrevista en Radio Euskadi! Mi interlocutor afirma que "otra vez será".
Suena el teléfono, una vez restaurado el "modo normal" que había cambiado ayer por el de "reunión" para el mitin. Es Alvaro Marichalar que me pregunta que dónde estamos. Le paso a Tomás, que le asegura nuestra llegada a tiempo.
Nos hacemos de nuevo en marcha, y la autovía se transforma ahora en carretera convencional. Tomás decide entonces apretar el acelerador. Me temo que no vamos a llegar a la hora y una señal por la que se cierra un carril por causa de obras confirma los peores augurios. Aprovecho la detención para quitarme la corbata y cambiarme de chaqueta.
Han pasado ya 15 minutos de la hora cuando llegamos a la plaza más central de Soria. Alvaro Marichalar y los asociados a UPyD en la provincia reparten propaganda electoral. Subimos a un aula de lo que parece un palacio transformado en casa de la cultura. Ahí saludo a nuestro candidato, el embajador Antonio García Abad. Hay algún medio de comunicación y al fondo se sientan afiliados del partido.
Me presenta Alvaro y yo le cedo la palabra a Antonio. Comoquiera que el formato del acto es complejo -rueda de prensa y charla a la vez- quizás resulte un tanto largo para los periodistas. Una sola pregunta cuando concluyo mi intervención: qué opinamos sobre las diferentes fuentes de energía? Antonio apostilla mi respuesta con recuerdos personales de su trayectoria diplomática. Es demasiado y los periodistas que no se han marchado todavía, recogen ahora sus cosas con gesto enfadado. Aún sigue la parte de coloquio y son ahora los asociados quienes toman la palabra.
Repartimos propaganda en nuestro camino hacia la casa de Alvaro, donde comeremos. Se trata de una casona del siglo XII que la familia Marichalar ha mantenido desde entonces. El almuerzo tiene lugar al aire libre y resulta más que agradable. Luego, el coordinador provincial de UPyD me enseña el interior de la casa donde se diría suspendido el tiempo en una especie de "revival" de los tiempos en que los caballos circulaban por las calles y los caballeros se vestían con armaduras para emprender sus particulares Cruzadas. Y recuerdo los versos de León Felipe: “Una casa solarioega y blasonada/Y el retrato de un mi abuelo que ganara una batalla”. Alvaro me pide que firme en el libro de honor mientras que unas voces requieren su presencia en el exterior.
Un afiliado ha salido a la calle y ha dejado la puerta abierta, por ella se ha colado un grupo de turistas llegados de Madrid con el propósito de visitar las "Edades del Hombre". Cuando salgo al exterior, Alvaro les da cuenta de las características de la casa, muy en su papel de guía.
Finalmente Tomás y Abel me conducirán hasta Burgos. Parece que hay tiempo de sobra para llegar, pero el coche queda algo lejos y debo esperar algún tiempo en la puerta de la casa de los Marichalar. Una funcionaria de Correos le entrega a Alvaro las papeletas para el voto: "Mira la primera candidatura que sale", me dice, es la de los voceros de ETA que se han colado por la puerta de atrás en estos comicios.
En el viaje hacia Burgos, Abel me pregunta sobre las diferentes posibilidades que tiene un partido como el nuestro de influir en un gobierno desde una minoría que determine la mayoría. Le describo las posibilidades: desde el apoyo a la investidura del candidato hasta la coalición, pasando por los posibles pactos puntuales o el pacto de legislatura. Abel está familiarizado con la independencia de los diputados británicos -ha vivido recientemente en Inglaterra- y prefiere las mayorías puntuales para proyectos concretos. Convenimos en que un sistema de listas abiertas -como el que propone UPyD- reforzaría la autonomía del parlamentario.
Llegamos con unos minutos de retraso a Burgos, donde Rodolfo me espera bajo un sol de justicia. No sé por qué, pero yo pensaba que el mitin se celebraría al aire libre; en realidad se hará a puerta cerrada.
Llego al escenario directamente, desde las bambalinas. Sentados en la mesa presidencial, los 2 oradores esperan que llegue y se levantan para pronunciar sus discursos escritos. El formato es un mitin convencional. Los focos me ciegan y no logro advertir a los concurrentes, que según me dicen llegarán en algún momento al centenar. Tino, que me precede en el uso de la palabra cita unos versos que yo completo en mi intervención, recordando mi ascendencia vasca:
"Porque vivimos a golpes/Porque apenas si nos dejan/Decir que somos quien somos/Nuestros cantares no pueden ser/Sin pecado un adorno". Y digo que el poema concluye: "Estamos tocando el fondo", pero que UPyD no está tocando precisamente el fondo.
Un vino y una riquísima tortilla de patatas en un bar que lleva el estimulante nombre de "Utopía", da fin a mi breve estancia en Burgos.
Adrián -el coordinador de León- me acerca a esta ciudad. La autopista está plagada de desvíos, así que circulamos por la carretera nacional que es de una sola vía. Un camión retrasa nuestra velocidad de crucero. Adrián no quiere pasarlo. Recuerda un accidente muy peligroso que sufrió en circunstancias semejantes. "Tú conduces", le digo, mientras consulto la hora. Llegaré sobre las 12 y mañana madrugaré para acercarme a Oviedo. Al final Adrián adelanta y León se abre ante nosotros una vez superadas las luces de burdeles de carretera que jalonan nuestro paso.
"Es el hotel en el que se hospedó Rosa Díez", explica Adrián. Y yo subo a la habitación y ordeno la ropa. Mi neceser se ha debido quedar en Salamanca. Pero manana será otro día.