Carlos Rey aparece en la sede de Cedaceros para escuchar mi explicación –breve -la conversación con el delegado saharaui lo ha sido- respecto de los objetivos que nuestros amigos han previsto para nuestra estancia en Argel. Nuevamente está claro que habrá que ver cómo ruedan las cosas en ese país.
- No sabemos el nombre del hotel –le digo-. Pero al menos me ha dicho que la reunión se hará en el mismo hotel en el que vamos a dormir.
Entonces Carlos me cuenta de una empresa alemana (¿), que convocaba con ocho meses de antelación y que daba, además de un riguroso orden del día, la sala del hotel en el que se iban a celebrar las reuniones.
- Evidentemente no es lo mismo con nuestros amigos –afirmo yo.
De regreso al hotel preparamos las ideas maestras de lo que será nuestra intervención antes de acostarnos.
El cambio horario nos permite dormir sin las premuras de un madrugón. La ducha funciona –después de algún ajuste- y desayunamos.
Nos dan las carpetas que utilizaremos durante las jornadas y en ella advertimos un papel para pedir la palabra. Convenimos en que Carlos pedirá la primera y se referirá a la Proposición no de Ley que Rosa ha defendido el mismo miércoles en la Comisión de Exteriores del Parlamento, y que pide entre otras cosas la derogación de la Ley de 1975 que “legitimaría” los acuerdos de Madrid por los que se procedió al troceamiento del territorio saharaui y el reconocimiento de la República Arabe Saharaui Democrática; mi intervención iría posteriormente, y se centraría en algún aspecto de futuro.
Creemos –así lo habíamos discutido en un círculo del partido- que sería conveniente redactar una resolución que implicara a diversas personas con capacidad de crear opinión en España, pertenecientes a diversos ámbitos de la sociedad civil en pro de la causa saharaui. Y a la altura de nuestra presencia en Argelia pensamos que el mejor documento de trabajo será la misma declaración que se suscriba en el curso de la Convención.
Firmamos nuestros papeles para la intervención y nos introducimos en la sala de reuniones, situada en un edificio contiguo al hotel.
Un desconcierto cierto preside la pre-Convención. Andrade, presidente del Partido Socialista chileno desde hace sólo un mes, y cuya figura recuerda a la de un Lula Da Silva aunque con la piel más clara, se sienta a nuestro lado.
Unas interevcniones de inauguración que navegan entre lo plúmbeo y lo soporífero nos acompañan durante esa mañana, apenas amenizadas por el corte que proporciona la radio argelina que cubre el acto y entrevista a Carlos y la televisión a la que yo mismo hago unas declaraciones. Más tarde me preguntarán en otra cadena de radio por mi impresión respecto de la huelga general. “Eso de estar en internacional te exige estar en todas partes”, pienso, antes de decir algunas palabras sobre el particular.
Andrade está un poco sorprendido. En el panel de nombres que presidían la primera sesión figura él, pero el caso es que sigue a nuestro lado sin que nadie le pida que suba al estrado. De modo que Carlos se lo explica a Bucharaya. Cuando vuelve a comentarme el resultado de su gestión me dice:
- En realidad creo que se han despistado.
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2 comentarios:
Por favor ¡explícamelo!, se que os reunis y pensais en mi libertad en la libertad de todos, pero a veces surgen prisas y es entonces cuando debemos estar alertas ¡somos tan frágiles!.
Fernando ¿ya te acuerdas de que tienes una cita en Bilbao el dia 19?
Te veo muy enfrascado comiendo dátiles vestido con túnica y tumbado entra almohadones rodeado de chicas que te bailan la danza del vientre mientra te pones morado de té de menta.
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