La respuesta del Ministro
Decía Baltasar Gracián que, “lo breve, si bueno, dos veces bueno”; pero no decía que fuera conveniente pasarse de rosca.
Suscito este comentario a raíz de la concisa respuesta que ha ofrecido el Ministerio de Exteriores a la pregunta formulada por la diputada de Unión, Progreso y Democracia a raíz de unas declaraciones formuladas por el presidente del Gobierno francés.
El pasado 13 de julio la señora Díez se hacía eco de las afirmaciones vertidas por el señor Fillon, en rueda de prensa celebrada con ocasión del encuentro que periódicamente sostiene Francia con el Reino de Marruecos. En ellas, este responsable político afirmaba que su país apoyaba la propuesta de una autonomía limitada para el Sahara occidental, que es una tesis ya compartida por muchos países, entre elos España.
Comoi es habitual en las iniciativas parlamentarias que presenta Rosa Díez, esta –que era una pregunta para su respuesta por escrito por parte del Ministro Moratinos- abundaba en variadas cuestiones. Porque es lo cierto que 34 años después –va para 35- de la ignominiosa partición de la antigua colonia española, hay varios miles de personas que ven conculcados sus derechos vitales y políticos y que sigue esperando una solución diplomática que les permita disponer de un territorio propio y reconocido por la comunidad internacional.
Fillon ss erigía en esas declaraciones como portavoz del Gobierno español para manifestar sin ambages lo que para muchos de nosotros ya era una triste realidad: que la posición española respecto del conflicto que afecta al Sahara se ha modificado. Basta recordar las palabras pronunciadas por el ex Presidente del Gobierno Felipe González –que aún recuerdan los saharauis- afirmando la próxima solución de su contencioso.
Ha pasado mucho tiempo, demasiado. Pero el suficiente para que las posiciones de los responsables socialistas hayan variado de forma radical. No sólo es que se han rebajado principios y prioridades, es que se ha producido una verdadaera mutación en ambos casos.
Las resoluciones de Naciones Unidas pretenden que se proceda a la celebración de un referendum de autodeterminación para la antigua colonia española. Los marroquíes no quieren ni oír hablar de esa posibilidad y ofrecen a cambio una autonomía que nadie puede creer en un país que sigue siendo una autocracia y que tiene respecto de la ley una posición respetuosa hasta que se enfrentan sus postulados a los intereses del monarca.
Pues bien, Españla, lo ha dicho Fillon, que es el que habla por nuestro país –convendría analizar la política exterior española en términos de una política que ofrece su permanente servicio a los intereses del pàís europeo vecino, pero este comentario tiene su extensión y sus lectores merecen ser oportunamente respetados-. España está por la autonomía del Sahara, nada de autodeterminación que podría suponer su independencia.
¿Se ha indignado el Gobierno español, con Moratinos al frente, por lo que en términos lógicos constituye una intromisión de un país amigo y socio ej la Unión Europea en su política exterior? Nada de eso, en su respuesta dice el Ministerio español que su portavoz lo es él mismo y que la postura española en relación con el conflicto es ya conocida.
¿La conocemos? Por sus hechos los conoceréis decían con oportunidad los evangelios. Pues bien, los hechos confirman más que otra cosa la mutación a que antes me refería. Bastaría con que alguien escribiera la manera de saltarse por encima los acuerdos de la ONU para dar carta blanca al cambio de postura. Amanuenses, desde luego, no les faltan. Quizás sólo les queda la duda de los activistas pro-saharauis que siguen –seguimos- luchando por su causa, entre los que se encuentran, no lo olvidemos, muchos socialistas de carné y algunos más votantes de ese partido. Sólo los votos funcionan como dique de contención a sus posiciones entreguistas y de pleitesía al Reino de Marruecos.
Con Zapatero afirmando que todo va bien con Marruecos, ante el Rey de ese reino que golpea a nuestros ciudadanos con la connivencia de nuestro gobierno, la respuesta de su Ministro a la dipuatada Díez es que, sí, efectivamente, el portavoz más creíble de España, es el primer Ministro de Francia.
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2 comentarios:
Es una pena pero estamos muy mal gobernados en España.
Si mal no recuerdo François Fillon es el Primer Ministro de Francia, lo que hace que sea ajeno a las competencias en materia internacional (eso queda a cargo del Presidente de la República Francesa). Así que, ¿a cuento de qué se ve capaz de hacer esas declaraciones? Quizás sea por la actitud timorata de los políticos del Reino de España y a un doble juego con Marruecos.
Cierto que nunca hicimos bien las cosas para con el Sáhara. Durante los años que circundaban la famosa Marcha Verde no se nos veía como los buenos de la película, y por tanto tampoco nos tienen que ver ahora como los salvadores. Más bien es saldar la deuda pendiente que lleva España tras décadas de olvido. Los ninguneamos y los dejamos a nuestros hermanos saharauis en situaciones difíciles. Se lo debemos y ellos también nos lo piden: que nos arremanguemos y hagamos por fin las cosas bien. Moral y democráticamente es improrrogable y más al ver las tropelías a las que los someten las autoridades marroquíes (expolio de su costa, autonomía de pandereta, explotación de sus recursos, humillación de su población). No basta con quejarnos (a nivel de sociedad porque el Gobierno no lo hizo, o lo hizo pero con la boca pequeña) por los problemas con Ceuta y Melilla, han de escuchar que no nos gusta que traten así a los saharauis. Hemos de hacer algo, aunque la ONU mire para otro lado y sus resoluciones duerman el sueño de los justos.
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