-¿Estamos hablando de…? –empezó Jacobo Martos.
- Sí, presidente –le interrumpia Matritense de modo enérgico y resuelto-. Nos estamos refiriendo a esa palabra que no te atreves a pronunciar. Las pruebas que hemos practicado sobre esos restos nos dicen que estamos en presencia probablemente de casos de peste.
Un rumor creciente se extendió a lo largo de la sala.
- No podemos hablar todavía de epidemia –continuaría el Consejero de Sanidad-. Aún con los escasos medios de que disponemos no se puede decir que el número de casos avale esa idea. Pero, en cualquier caso, hay algo que incontestable: carecemos de recursos. Y no sólo para hacer frente a una epidemia, si llegaraa presentarse; es que ni siquiera podemos afrontar los casos que se están produciendo en estos momentos.
El presidente de la Junta de Chamartín observaba a su Consejero de Sanidad con la boca poco menos que abierta. De su expresión se infería claramente que no estaba en antecedentes de lo que había narrado Santiago Matritense.
Así que el médico burgalés jugaba con ventaja.
- La urgencia de la situación me ha obligado a ponerme en contacto con Leoncio Cardidal para activar un plan de acción inmediata –explicó Matritense-. Creo que convendría que nos locontaras, Consejero.
Era ahora llegado el turno del Consejero de Interior, que intervino sin que nadie con autoridad para ello le concediera el uso de la palabra.
- Efectivamente –empezó Cardidal con parsimonia-. Hemos activado un Plan de Acción Inmediata. La clave interna del plan es el acrónimo “PAI”, pero lo estamos llamando “Seguridad Duradera”.
La premura del tiempo en que hemos conocido de esta situación supone que aún no henos dispuesto del tiempo suficiente para ponerlo en marcha. Ni siquiera para definir todos los extremos del mismo.
Pero sí hemos hecho alguna cosa:
He dado orden de bloquear toda entrada y salida de personas y mercancías desde y con destino a la ciudad de Chamartín,
Vamos a militarizar a todos los mérdicos y enfermeros que existan en Chamartín para combatir los casos que ya se están produciendo,
Voy a decretar un toque de queda a partir de las ocho de la tarde…
Esto, de momento –terminaba Cardidal-. Pero todavía no hemos concluido. Pero, si alguien tiene alguna sugerencia que hacernos creo que esta es la ocasión.
Martos tuvo entonces la vaga sensación de que no era él quien presidía aquella reunión. Por lo menos, no en aquellos momentos.
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1 comentario:
Escucha en la situación en que nos encontramos preferiria que no me atendiaran los médicos, prefiero irme al lugar sin retorno tú puede hacer lo que quieras.
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