jueves, 18 de marzo de 2010

Populares en Madrid

El pasado martes y 16, la acción internacional de nuestro partido se veía concentrada en el caso cubano. Por la mañana, la Asociación de Iberoamericanos por la Libertad había solicitado nuestra asistencia a la presentación del libro de Alejandro González Raga “Pasión, prisión y destierro”, en el que nuestro amigo Raúl Rivero había intervenido como prologuista.
Javier García Núñez –coordinador territorial de UPyD- y yo mismo nos dirigimos a la Casa de América. Yo tenía ya la impresión de que me sumergiría de modo más o menos inevitable en “territorio PP”: el acto sería presidido por la titular de la Comunidad de Madrid y era de prever la escenificación del acto.
Quiero empezar por decir que UPyD está y estará con las causas que considere justas, prescindiendo de la compañía que estas tengan. Por lo tanto, en este caso lo esencial es el apoyo a los compañeros cubanos que reclaman su libertad frente a la cruel dictadura de los Castro y que ya lleva sembrando de sangre y de tristeza a la isla de Cuba durante 51 largos años. Pero nos “queda la palabra” –que decía Blas de Otero- y la diremos siempre que la tengamos.
Me parece lamentable la manipulación de un acto que lo es en beneficio del pueblo cubano por el Partido Popular de Madrid y de su presidenta autonómica. Yo, que he militado mucho tiempo en ese partido; que estoy aburrido de ejercer de oposición; de mostrar mi tolerancia respecto de los discrepantes; más aún, de marchar detrás de los restos de compañeros muertos por la libertad –de todos los partidos y de los que no militaban en ningún partido- camino de los cementerios… he podido observar lo que es un partido cuando se degrada por el efecto de las mayorías absolutas. Ya se sabe –es máxima liberal que conoce de memoria doña Esperanza Aguirre que “el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente” (Lord Acton).
Los populares avanzaron sobre la Casa de América como si esta fuera territorio conquistado. Se sentaron en las primeras filas desoyendo las instrucciones y las reservas que se habían comprometido por la organización, reservaron a autor y prologuista un sucinto espacio de tiempo y a su presidenta la erigieron en lo que la cantante Cecilia en afortunados versos decía que “si no fuera por miedo, sería novia en la boda, el niño en el bautizo y muerta en el entierro… con tal de dejar su sello”. La presidenta de la Comunidad no es en efecto mujer temerosa. La señora Aguirre cerraría el acto –en las presentaciones de libros, a las que he asistido unas cuantas veces, es el autor el que cierra- y no contenta con ello dirigiría la rueda de prensa y concluiría el acto a la hora precisa en que a ella le convenía. “Me tengo que ir”, proclamó muy segura ella de quién controlaba los tiempos.
Ya sé que los cubanos del exilio y de la disidencia sólo quieren apoyos, porque los necesitan, y de todos los partidos posibles. Les encantaría que a PSOE e IU se les cayeran las vendas de los ojos y apoyaran resueltamente la causa de las libertades en Cuba. En Cuba y en Venezuela y dondequiera la libertad es sólo una expectativa. Por eso trabajan con todos los que quieran –queramos- apoyarles.
Nosotros tenemos una forma diferente de actuar respecto de estas causas. Creemos más bien en el apoyo respetuoso, en estar donde nos pidan –en los cómodos asientos de la Casa de América o en la calle, frente a la Embajada cubana, como hicimos en la tarde de ese día-. Y si convocamos un acto, como el que hicimos en vísperas de la campaña electoral a las europeas con diversos grupos de la resistencia cubana, lo hacemos con la cara alta y las siglas bien claras. No invadimos los espacios ni instrumentamos los escenarios que son de otros.
De la “”primavera negra” cubana, que tristemente conmemoramos ahora, a la primavera blanca de las libertades; de la primavera bochornosa del Madrid de los populares a la primavera de 2.011 en la que espero que los votos de los ciudadanos les pongan fuera de la mayoría absoluta. Por proyecto, pero también por su estilo.

4 comentarios:

Sake dijo...

Hombre D. Fernando la Sra. Aguirre está en su territorio y claro como es suyo pues es normal que sea en los actos que va todo,todo y todo. Oh vanidad de vanidades lo curioso es que lo ven tan normal ya hasta se olvidad de la simple educación o la cortesia ( el autor del libro y demás asistentes), hombre sabemos que un coto privado es privado y de los dueños claro.

Antonio Valcárcel dijo...

D. Fernando, si pretendo viajar a la Isla de Cuba para ejercer el derecho de poder estar con mis familiares cubanos,¿como están las relaciones diplomáticas de UPyD; y si por una casualidad se nos cae el carnet del partido X en el control de la aduana en Cuba que pudiera pasarle a éste pobre militante descafeinado?
Y que conste, a los efectos de los mecanismos de información cubanos en España que nada significo en la política y que no tengo ni arte ni parte. Y que somos en España también muchos disidentes con carnet de partido sin poder entrar en el círculo interno de la democracia: inexistente de muchos partidos políticos que se jaztan de democráticos. Cuba será lo que los cubanos quieran que sea su país. A un pueblo no se le puede aplastar con la bota de un militar y su arsenal bélico apuntando a los críticos del régimen, y me dá igual que sea cubano o global.

Antonio Valcárcel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carla Rodríguez-Spiteri dijo...

Fernando: ¡Eso sí que es dar caña y lo demás son tonterías!