jueves, 25 de febrero de 2010

La primera cumbre europea bajo presidencia española

A decir de algunos expertos, el primer Consejo que ha tenido lugar bajo la presidencia española se ha producido desde la ausencia de la “politesse” que los buenos y refinados modos de la política europea acostumbran. Al parecer, Alemania ha sido consciente de su mala manera de actuar, no así Francia, que es capaz de ningunear a España sin por ello deber presentar excusa ninguna, dicen esos mismos expertos. Y eso que la política exterior española, si es alguna, resulta más que complaciente con el Estado vecino. Que cada uno saque sus conclusiones.
La crisis empieza a pasar factura en el modelo de Unión Europea. Y ya se habla de “declive” –quizás traduciendo mal el término inglés “decline” que se parece más al de “decadencia”. Testimonio de eso es la pérdida de valor del euro respecto del dólar. Aunque no siempre es mala esa depreciación, especialmente para los exportadores.
Y es que la crisis griega, a la que se unían la de Portugal, Irlanda y… la más temible española, han cogido a la Unión sin mecanismos previos para conjurar estas situaciones. El Fondo Monetario –a pesar de lo que dijera The Economist- no puede intervenir en este caso. Pero es que el juego de los intereses dice que los británicos pretenden que su City no pierda el protagonismo, lo que sí ocurriría en el caso de una Unión monetaria firme.
En esa pelea, los alemanes saben que es importante su control directo, de modo que asumirán personalmente el control del Banco Central Europeo, a través de un “ortodoxo” Weckmer, que sustituirá a Trichet.
Lo que viene a demostrar el Consejo europeo es que se va configurando de nuevo el eje franco-alemán, que la historia reciente había debilitado. Un eje al que España debiera unirse, pero en el que no se la espera, dados sus crecientes problemas internos.
Otra de las evidencias de esta cumbre ha sido que, ante la petición de reglas universales para casos como los de Grecia –“choques asimétricos”, en la fraseología europea- se ha contestado con una respuesta “ad hoc”, que sólo contempla el caso del país heleno.
Y a pesar de las formas, se ha producido un acuerdo que conviene a España: que la PAC continuará siendo un objetivo estratégico de la Unión. Eso sí, se trata de un acuerdo político al que no se acompañan las cifras correspondientes. Veremos…

1 comentario:

Sake dijo...

Sucede una cosa, varios se juntan y hacen sus reglas de convivencia como resulta que los que más mandan más normas redactan, al final siempre mandan los mismos. Las cuestiones económicas son complejas y en cuestión de dineros siempre son más ricos los que más tienen.