martes, 3 de junio de 2008

No podemos permitirnos vivir con miedo

Conocí a mi primo Joaquín Romero Maura en el otoño del pasado año. Presentaba en aquél momento la reedición del libro de su abuelo, el Ministro de la Gobernación del Gobierno provisional de la Segunda República, Miguel Maura. La algarabía que para un autor suponen esos días en que presentas un libro redujo nuestro encuentro a un breve apretón de manos.
Estos días Joaquín Romero Maura ha aceptado el cargo de patrono de la fundación Antonio Maura. Su director -mi pariente y amigo- Alfonso Pérez-Maura dice que de esta forma el abuelo de Joaquín vuelve a la casa del padre, y esa casa del padre -la fundación Antonio Maura- tiene como Presidente de Honor al Rey don Juan Carlos.
Lo cierto es que Joaquín y yo cenábamos en Madrid en los días en que se celebraba reunión del Patronato. Joaquín vive en Londres, donde sigue estudiando con pasión de "amateur" y metodología de historiador esos años de la Restauración española en que tantas cosas debieron ocurrir para que no advinieran el desastre de la guerra civil y de la dictadura franquista.
A Joaquín le interesa lo que ocurre en España -afortundamente nuestro país ya no "duele", aunque existan muchos asuntos pendientes de resolver-. Se informa en la lectura de los periódicos y procura mantenerse en contacto con las personas que le puedan ofrecer detalles de los acontecimientos
Miguel Maura, su abuelo, era persona de altura. Había que verlo presidiendo el funeral por su hermano, mi abuelo José María, asesinado en marzo de 1.936 por un afiliado a ANV, sacándoles la cabeza a mi padre y al líder socialista Indalecio Prieto. De modo que su nieto tiene a quién deber su estatura de jugador de baloncesto. Cuenta Robert Graves que el coronel Lawrence -el de Arabia- consideraba la altura física una situación humana abiertamente contrapuesta a la inteligencia. Con Joaquín se habría dado cuenta que -regla al fin- también su norma contiene excepciones. Y es que ese zaragozano, devenido en inglés de adopción, cuenta con esa ironía que es segunda piel para los británicos y una inteligencia brillante que ya no es patrimonio de los pueblos sino de las individualidades.
Me preguntaría muchas cosas Joaquín sobre la política española, especialmente por UPyD y por Rosa Díez. Se interesaba por su aspecto organizativo
- Es fácil que en estos tiempos de los 'nets' partidos como el vuestro sean penetrados por organizaciones contrarias a vuestros propósitos: recuerda lo que le ocurrió a la UGT en la República y la guerra -me dijo.
Y luego -en una conversación acompañada de buen vino blanco, crema de erizos y "rissoto" de hongos- Joaquín hacía su particular diagnóstico de la situación vasca. Es el miedo -decía-, el miedo que las sociedades de ciudadanos no se permiten. El valor de los ingleses en la batalla de Inglaterra o la imagen de Denis Thatcher -marido de la ex primera dama británica- saliendo de los grandes almacenes Harrod's con una bolsita de esa tienda después de la bomba que colocaron unos terroristas. "No nos impedirán que compremos aquí", aseguraría.
Han sido los años de franquismo los que han precipitado esta situación, que no hubiera ocurrido en esos que Ramón Rubial llamaba "tiempos normales", los de aquélla Constitución liberal de 1.876, y los tiempos democráticos de aquélla República que no pudo ser.
- Cualquier gobierno en Washington o en Londres que pida apoyo para combatir este fenómeno obtendría todos los medios necesarios –explica Romero Maura-. Haría falta un revulsivo.
Un revuksivo, como lo fue el atentado contra Miguel Angel Blanco, que le cuento, y que acabó cuando los nacionalistas pactaron con la banda terrorista. Y mi memoria se va detrás de los atentados de Mondragón y Legutiano y de la ausencia del calor popular, de una sociedad que asiste cada vez más impertérrita ante los estragos del terrorismo.
Pero un revulsivo que debemos provocar nosotros mismos sobre ese lago de agua quieta y en aparente paz de nuestras vidas cotidianas -venía a decirme Joaquín Romero Maura-. Y se puede conseguir. Lo que no nos podemos permitir es vivir con miedo..
Y tiene razón.

5 comentarios:

josu goikoetxea dijo...

Amigo Fernando :
- Lo único necesario para que los hombres malos triunfen es, que los hombres buenos no hagan nada.

Pedro José Chacón Delgado dijo...

A mí, perdona josu, pero lo de hablar de malos y buenos no me suena nada bien, valga la redundancia. Me suena reductivo y escaso. O cómodo.

Creo que se trata, más bien, de demostrar que la opción por una convivencia sin violencia es sencillamente mejor y de que los argumentos que se utilizan para menoscabar esa convivencia sin violencia son sencillamente falsos, todos y cada uno de ellos.

Pero es que resulta que en esta última cuestión, la de demostrar que esos argumentos son falsos, está toda la dificultad del asunto. Y me intentaré explicar.

Mira, uno de los argumentos preferidos, por no decir el preferido del nacionalismo actualmente para reivindicarse procede de lo que en lingüística se conoce como hipótesis de Sapir-Worf. Xabier Zabaltza la explica en su libro "Historia de las lenguas y los nacionalismos" en su aspecto técnico, y yo haré la aplicación aquí para lo que interesa ahora.

Es una hipótesis indemostrable, o que por lo menos hasta ahora no se ha demostrado, y es aquella que consiste en decir que la lengua que hablamos nos confiere una determinada visión del mundo, una forma de ver las cosas, toda una filosofía. Es lo que decían los nacionalistas románticos alemanes, de quienes procede la hipótesis, los de la época de Herder, Humboldt, Fichte y demás.

Claro, no se puede demostrar con los conocimientos de la lingüística, pero aporta un caudal inmenso de reivindicación a los nacionalistas: mientras no se pueda demostrar, nosotros decimos que la lengua que hablamos nos da una visión del mundo y que amputarnos esa lengua es como menoscabar nuestro ser.

De nada vale que los formuladores de esta hipótesis y los nacionalistas románticos alemanes que la asumieron y le dieron cuerpo político fueran políglotas en su mayoría. Y de nada vale tampoco que quienes la formulan ahora por nuestros lares, sin conocerla expresamente claro, los nacionalistas de segunda generación tipo Krutwig, Txillardegi, Joxe Azurmendi, etc., sean perfectos castellanoparlantes y euskaldunberris al menos los dos primeros. De nada vale. Porque al ser una hipótesis indemostrable, lo que a estos autores les vale es reivindicar su posibilidad.

Y a los demás lo que nos atenaza es la posibilidad de que estos defensores a ultranza del euskera como lengua principal y vehicular de la enseñanza y del adoctrinamiento patrio pudieran tener razón en sus reivindicaciones. Y por eso nunca nos decidimos a decir, con plena seguridad y sin remordimientos, que el euskera como lengua de comunicación no tiene ningún sentido en nuestra sociedad actual y que más valdría dejar de invertir millonadas en un experimento que quizás haya tenido éxito en Israel, porque el hebreo que hablan allí a la fuerza también, sea más efectivo y más práctico, pero lo que es aquí, a la vista está lo que tenemos.

Pero no, los nacionalistas siempre tendrán la duda de que es la falta de esfuerzo de los castellano parlantes no ideologizados la que está fastidiando la plena asunción del euskera como lengua única nacional. Y en esas estamos y seguiremos hasta que alguna vez caigamos en la cuenta o hasta que la hipótesis de Sapir-Worf quede definitivamente refutada.

Y alguno me podrá decir ¿y qué relación tiene la hipótesis de Sapir-Worf con la violencia terrorista y con el miedo que nos atenaza?

Y yo digo que toda, porque mientras no tengamos la seguridad de que nuestras reivindicaciones por la paz y por la no violencia no desarman todas y cada una de las argumentaciones pseudointelectuales con las que los nacionalistas reivindican, justifican, entienden o comprenden la violencia, no podremos hacerles frente con la suficiente fuerza y sin complejos de ningún tipo, incluidos los remordimientos por estar atacando o acabando con una lengua inmemorial, que los nacionalistas traducen en injusticia histórica, atentado ecológico, insensibilidad cultural, fascismo intelectual, prepotencia imperialista, etc., etc., etc.

Saludos para todos.

Antonio Valcárcel dijo...

Estimado Fernando:

OTRO ESCOLTA PRIVADO ADJUNTO AL PAÍS VASCO: CON LAS ESTIMAGTIZACIONES ETARRAS PINTADAS EN SU PUERTA.




Gotzón Garaizar es un escolta privado adjunto al País Vasco que realiza funciones propias en servicio de seguridad: jueces, políticos, empresarios…, amenazados por el terrorismo de ETA. Gotzón es un barakaldes de toda la vida que comenzó desde muy joven a realizar servicios privados de seguridad; unas veces de vigilante de seguridad, otras de escolta privado, primo de la "legendaria" miembro de ETA que intentó asesinar al popular D. Manuel Fraga Iribarne cuando era presidente de la Xunta de Galicia. Ahora, durante la noche del 3 de junio, a Gotzón le han pintado la diana en su puerta advirtiéndole que está en el objetivo de la banda criminal.


Hace un año sufrió los efectos del “SÍNDROME DEL NORTE” que lo dejó durante un año de baja psicológica y en el dique seco profesional, es decir sin actividad laboral (I.LT), por padecer un “cuadro florido” en su personalidad. Algo que es suceptible de padecer, tales efectos, en los trabajadores de la seguridad adjuntos al País Vasco. Lo que en psiquiatría se denomina como “ESTRÉS POSTRAUMÁTICO”.


El mismo día o noche que profanaron los radicales "desconocidos" la tumba de Gregorio Ordoñez, pasaron por el Barrio Barakaldes de Lutxana a acabar sus fechorías y con amenazas en el domicilio del escolta, con toda su artillería grafítica: GORA ETA, ZIPAIAO Kampora…
Estos eran los regalos de bienvenida que dedicaban a Gotzón Garaizar los secuaces de la BESTIA.
Su estado psicológico ha empeorado hasta dejarlo con claros síntomas psiquiátricos de difícil pronóstico de evolución que sean favorables, teniendo en cuenta que la paroxetina y demás depresivos y ansiolíticos que a diario toma han debido de ser aumentadas sus dosis y algunos ansiolíticos incrementados y otros cambiados.
La madre de Gotzón me llamó a la asociación Tubal de enfermos mentales depresivos que en la actualidad presido, en el pueblo universitario de Leioa. Con objeto de comunicarme los sucedido y consiguiente agravamiento de la enfermedad que persiste desde larga data y que sufre su hijo; un estrés postraumático, que amenaza con dejarlo incapacitado para ejercer sus funciones de por vida como escolta privado. Su tono de voz era angustiado, como cuando una madre ha de llevar todo el peso de las fatalidades de toda una vida llena de traumas y azahares negativos que se han cebado sin compasión en el seno de su familia. Ahora su hijo, que amenazaba constantemente con quitarse la vida (sentimientos autolíticos), debido a la tensión de su profesión, y esto, lo de las pintadas lo han colocado en un profundo cuadro psiquiátrico que habrá de abordar con mucha psicoterapia y farmacoterapia, las mejores armas para sacar del pozo ansioso depresivo y referencial que sufre su hijo Gotzón, primo hermano de la etarra que quiso acabar con la vida de D. Manuel Fraga Iribarne.
Como presidente de la Asociación Tubal me encuentro impotente para tratar eficazmente de combatir las enfermedades mentales desde una pequeña asociación y su escaso presupuesto para realizar una mejor labor de atención a estos colectivos que se encuentran en riego psiquiátrico de primera línea: fuerzas de seguridad, inmigrantes, sin techo, etc.
Diversas investigaciones sobre las consecuencias de la pérdida del apoyo social (por muerte, divorcio, separación, emigración, etc.) Han demostrado que cuando una persona no tiene vínculos sociales activos o cuando los pierde es mucho más probable que enferme física o mentalmente. Las redes sociales “que apoyan” han sido consideradas como protectoras respecto a la psicopatología de distintos trastornos psíquicos pero principalmente de la esquizofrenia.
Deseo de todo corazón que Gotzón Garaizar se recupere y reconduzca su vida, pero para ello las fuerzas sociales y políticas deberán de razonar sobre la verdadera razón que llevan a que los profesionales de la seguridad en general padezcan el SINDROME DEL NORTE y este aumenta de forma alarmantemente…, cuando ETA azuza con violencia sus resortes represivos y criminales.
Entre un tercio y un quinto de las consultas en primaria presentan algún tipo de trastorno psíquico, en EUSKADI, LOS ÍNDICES SON MAYORES.

Antonio Valcárcel
Presidenta de la Asociación Tubal

Apostata dijo...

Señor Valcárcel.

Leyendo su escalofriante descripción de lo ocurrido a este escolta vasco, cuyo único delito consiste en tratar de salvaguardar la vida de sus conciudadanos, entiendo lo importante y necesaria que resultaba la propuesta de UPyD sobre la ampliación del concepto de víctima.

Por otra parte, al pensar que no sólo quienes están dispuestos a ejecutar las amenazas que pesan sobre este hombre, si no aquellos que las amparan y no dudan en celebrarlas, pueden entender que hay algo de legítimo y de feliz en todo este asunto, viene a mi memoria, y perdóneme la referencia un tanto frívola, la imagen de una película américana, pésima por lo demás, en la que un ciudadano corriente le dice a un asesino profesional algo parecido a lo siguiente: "hay algo con lo que los demás nacemos y que a usted le falta".

Y le confieso que este pensamiento me provoca cierta vergüenza y cierto temor de mi mismo. Porque cuando uno empieza a aceptar que existe una diferencia, casí genética, entre estos individuos y quienes no evitamos conmovernos con el dolor ajeno, esta en cierto modo atravesando esa turbia barrera que ellos franquearon hace tiempo, en la que uno puede llegar a considerar que otro hombre es esencialmente inferior a él, y por lo tanto, se empieza también a perder, ese "algo" que nos diferenciaba de su miseria humana.

Hasta ese punto envilecen el mundo que les rodea.

Antonio Valcárcel dijo...

Estimado apóstata:

Sin duda, ha sido un gran acierto la propuesta de Rosa Díez en el Congreso de los Diputados. Y que pretende que la condición de víctimas se amplíe a aquellas personas que son objeto de amenazas y persecución desde diversos aspectos de una sociedad vasca envenenada por el miedo; y culinada en sus fogones por artificieros ideológicos y criminales. Por ello, Rosa Díez una vez más, pone el dedo en la llaga.
Ya existen fallos judiciales de personal de la seguridad que han sufrido el "SINDROME DEL NORTE" con resultado de suicidio, con el reconocimiento de víctimas del terrorismo.
Si, la sociedad y nuestros políticos están adquiriendo una hipertrofia en forma de cayo que suelen ser insensibles a muchas cosas que a los ciudadanos vascos nos pasan simplemente por razones de pensamiento político...
Sólo, cuando hay sangre en los adoquines suelen reaaccionar no accionar. Algunos se han acostumbrado a su olor (hematies) y a los flases de portadas, declaraciones y televisiones...Con el sufrimiento de miles de ciudadanos, sin nombre, que no llegan a empatizar; evidentemente porque no bajan a la arena del circo a luchar con la BESTIA. Rosa Díez ha alcanzado la simbiosis con las víctimas. Y su voz en el Hemiciclo, como un rayo ha rasgado ciertas vestiduras y ha dejado con las vergüenzas al aire de ciertos políticos que miraban para otro lado, obligados a refrendar sus palabras.
El pregón del político, ha de ser además; estar con las víctimas vivas, ¿pero alguien sabe quienes son?: subjetivas, objetivas, susceptibles... (Todos con los que no estén con las tesis nacionalistas lo van a pasar muy mal), ¿A alguien le recuerda esta frase? Hace años que fue pronunciada por un dictador que vive lee y disfruta de la vida con una suculenta pensión en algún caserío vasco (baserritarra de albarcas machadas de sangre)