miércoles, 11 de junio de 2008

Segunda parte: el ágape

Dicen que la Iglesia católica tomó de los antiguos ritos paganos motivo para sus celebraciones religiosas más características. Por lo mismo, un partido laico como es UPyD, puede integrar el doble aspecto que contienen dichas liturgias: la palabra y el yantar. De esa manera se correría el velo que pretende que la humanidad ha sido diferente de sí misma en algún momento de su existencia. Pero no es así, la jungla se reconoce lo mismo en cualquier película de Quentin Tarantino que en los relatos de las pulsiones más elementales de la persona que emanan de las obras de Shakespeare.
¿No hemos avanzado nada, en realidad? Bueno, quizás no conviene ponerse demasiado categóricos. Por lo menos en lo que se refiere al condumio y en San Sebastián el progreso del hombre es evidente. Y es que comer en San Sebastián es siempre un acontecimiento y hacerlo en compañía de la gente de UPyD, algo muy especial. Claro que, un avezado político alemán como era Adenauer decía que "hay 3 clases de enemigos: los enemigos a secas, los enemigos políticos y los compañeros de partido".
Seguro que don Konrad observaba circunstancias semejantes a las acaecidas por mi persona en la mesa del ágape después del mitin donde -un tanto presa del atolondradamiento, lo reconozco- resolvía sentarme. Lo hacía con mis compañeros de Bilbao, lo que es como presumir que jugaba en casa. Nada hay sin embargo peor, según comprobarán ustedes.
Alguien me había colocado en lugar bien visible de la chaqueta una pegatina del partido que se supone encargada para su visibilidad en todo el orbe laico-nacional, lo cual yo asumía -no en vano, de lo que se trataba era de celebrar algo así como el momento de la procreación del invento-. Lydia Brancas se decidía a inmortalizar la escena que, parafraseando a Quevedo, consistía en el "érase un hombre a una pegatina pegado/érase una pegatina superlativa", y hacerlo con la ayuda de la cámara de su teléfono móvil. Hizo ella la foto y me la mostró. Yo quise que me la hiciera llegar -a lo mejor mi amiga Vic aceptaría con esa imagen que, pequeño al fin, nuestro partido sabe hacer cosas grandes, empezando por las pegatinas.
Ese fue el principiar de mis desdichas. Lydia me preguntó sin mayor adorno argumental si disponía de "blue-tooth" en mi "zapatófono" -se refería a mi móvil, al que tengo gran apego y desde el que les doy cuenta de estas mis amarguras-. De manera poco reflexiva contesté que suponía que sí, lo mismo que uno supone que la comida que a uno le sirven ha resultado convenientemente aderezada con sal en la cocina. Lydia, que es abogada y por lo visto tiene vocación frustrada de juez y/o de policía daba inicio entonces a un proyecto de descomunal interrogatorio. "¿Qué sistema de comunicación tienes, Movistar?" Pude contestar que no hablo euskera o que se me resiste el suahili, ya que en esas cuitas andamos ahora los upeyderos, pero preferí cambiar de abogado y sin pedir la venia. Mi tocayo y también letrado Fernández Ausín flanqueba a la Brancas que ya estaba experimentando la stevensoniana metamorfosis consistente en desprenderse de la bonhomía característica al Dr. Jeckyll para transformarse en el avieso Mr. Hyde. De Brancas a Broncas.
- Querido letrado -acertaría yo mismo a decir-. ¿Tengo que contestar a esa pregunta?
Fernando consideró que la Broncas estaba amagando de forma más que arriesgada con invadir mi ámbito de privacidad más irrenunciable -el nombre de la compañía que presumiblemente me estafa en mis conversaciones telefónicas-. En ese tiempo Lydia comprobaba si mi nombre figuraba entre los "blue-toothers", pero con resultado negativo.
- Me la puedes mandar por SMS -sugerí con intención pacífica.
Mrs. Hyde torció entonces el gesto, como aquéllos profesores de antaño debían hacer cuando les presentaban a un analfabeto de 53 años y se puso a buscar mis coordenadas en su aparato de ultimísima generación.
Debió pasar un largo rato hasta que me llegaba la foto -¡ay!, la falta de cobertura-. Pero hete aquí que llegana la instantánea, pero gordísima. Mi levedad orgánica se había reencarnado y -sobreencarnado- en una personalidad cercana a los 200 kilos, algo parecido a un "Buda feliz" redivivo.
- Me ha llegado apaisada -protesté.
Pero la Broncas no estaba para tan nimias cuestiones. Así que me puse a teclear con desconcertado afán en mi aparato hasta que daba con el formato que me devolvía a mí mismo, bien que insertado en mi pegatina.
Traté de enviar la foto a Vic, pero quedó colgada de la "bandeja de salida" -de nuevo, ¡ay!, la cobertura.
Fue entonces cuando sentí que alguien besaba mi limpia calvorota ante el estupor general y el mío propio. Se trataba de José Luis Ainsúa, antiguo militante del pecé y de Comisiones, ex parlamentario vasco de IU y ex coordinador del comité de Álava de nuestro partido.
Excuso decirles que se apoderaría de mí un sentimiento irreconocible: ¿Sería que Ainsúa -en nada parecido al Príncipe que libera a la Bella Durmiente de su eterno sueño,sí, ya sé que yo tampoco me parezco a ella, pero es que tampoco lo pretendo-. quería sacarme del armario con su beso? Más aún, ¿quería salir yo mismo? ¿Pretendía Ainsúa, mangoneado por Broncas Mrs. Hyde, que yo mismo sufriera una transformación semejante a la que en ella acababa de producirse? Son preguntas seguramente sin respuesta ya. Las palabras explicativas de su acción que pronunciaría después Ainsúa -irrepetibles, por lo lascivas- no ayudarían demasiado a mi contento personal.
Suma de crueldades sin límite, tortura china donde las haya, llanto y rechinar de dientes... me puse a esperar el café que nunca llegaba.
A mi izquierda, Marga Izquierdo, señora de Del Cura, me repetía que visitara al médico para tratar más adecuadamente mi catarro. Sólo me faltaba añadir a la larga lista de mis sufrimientos los que se producen en las consultas médicas.
Comprenderán ustedes que volviera con urgencia de fugitivo evadido de Alcatraz a mi refugio de Bilbao.

8 comentarios:

UNAMUNO dijo...

Buenos días Fernando,
Hace ya tiempo que no comunicaba con Ud., pero la tecnología y la distancia también se me subleva.
Le agradezco una vez más el permitirme acercarme al "espacio convenido de nuestros habituales desencuentros" y deleitarme con sus palabras.
Paz en la Guerra

Peter dijo...

Querido Fernando;
Cuanto tiempo sin comentarte. YO creo que lo mejor es un cambio de movil.
Un abrazo

Blanca Oraa Moyua dijo...

Me pregunto qué te induce a dedicarte a la política con el talentazo que tienes para la escritura; es un enigma.
Quizás si despertaran Jung, Freud y posiblemente con la ayuda de Lacan conseguiríamos descifrar el entuerto.
¿no te satisface suficientemente el supremo placer de utilizar la palabra como Dios manda?
Es como si no te conformaras con lo que tienes...

Antonio Valcárcel dijo...

Estimado Fernando:

Casi todos los que celebramos en Donostia el UPyDay (Rosa Fuerte), tenemos algunas anécdotas más o menos agradables, sin embargo ninguna llegaba a mala.
Rosa Díez se acercó a nuestra mesa, en la que estábamos acompañados por compañeros/as de Madrid. Y se sorprendió gratamente al observar que nos habían servido el chuletón a la brasa para una mesa en la que estábamos siete comensales, y algunos de muy buen apetito. A lo que Rosa dijo: -"Lo de servir la carne antes que a las mesa presidencial no pasa en el PP Y PSOE-PSE..." A lo que añadí: -Es que algo está cambiando"- Y a continuación respondió Patxi Pombo: -¡Rosa, esto, -señalando al chuletón- no lo paga Zapatero, lo pagamos los trabajadores!
La otra mesa colindante a la nuestra uno de los comensales dijo a Rosa: - "No nos vengas con esas, encima que nos la estamos jugando por ti"
Fue un día agradable, donde se pulverizaron los protocolos, todos éramos iguales ante los ojos de Rosa Díez y aunque ella gozó del chuletón después de la tropa, como un buen general generoso, pasó revista a sus tropas cambiando el orden protocolario de ascendente a descendente en pro de los militantes y simpatizantes que acudimos al acto, de la misma manera en su mitín prometió para la próxima vez que nos iba a pasar el microfono, en contraposición a los oradores de marras y casi cansinos. Igualmente me sorprendió que la Ministra de Defensa pasase revista a las tropas en estado avanzado de gestación, algo está cambiando en los frentes políticos. Pero como dijo Patxi Pombo al final todo esto lo pagamos y pagaremos la tropa (Los trabajadores) Por cierto, admiro a la Ministra de Defensa, Carme Chacón, e igualmente a nuestra Rosa Díez. Y soy consciente, que por mucho que haga la pelota con halagos; los carguillos irán para algún otro, "la miel no está hecha para la boca del burro" -Si un chuletones para una mesa de siete-.
Siento Fernando, lo de tu "tribunal inquisitorial" en medio de abogados en una mesa que como la nuestra, no corrió el negro café ni la copa en señal de triunfo.
Por cierto, Fernando, el otro día comí con religiosos que practican un clero laico y lo pasamos de cine. No se si existen incompatibilidades entre UPyD y las prácticas religiosas de sus militantes o simpatizantes. Si existen por favor me las haces llegar.
Un amigo para todo lo que haga falta.
La frase:
“Ocasiones hay en que la justicia misma produce entuertos”.
SOFOCLES.

FÍGARO dijo...

Efectivamente, Lidia Brancas estuvo varios años de Jueza sustituta en Bilbao. Algo se le habrá pegado.

Antonio Valcárcel dijo...

Estimado Fígaro:

Es una lástima y dudo que Lidia Brancas pueda llegar a producir entuertos: es atractiva, inteligente, poetisa...Y A MI ME PARECE QUE ES UNA EXCELENTE PERSONA AL IGUAL QUE FERNANDO MAURA Y OTROS FUTUROS LÍDERES DE UPyD; que nos representarán en un futuro inmediato dentro del panorama político.

FÍGARO dijo...

Antonio:

Cuando digo que Lydia ha trabajado de jueza, no estoy contestando a tu cita de Sáfocles, sino a lo que dice Fernando en su artículo sobre la presunta vocación frustrada de jueza que creyó advertir en Lydia. Y por supuesto el que haya trabajado de Jueza no es una lástima.

Y por lo demás, estoy de acuerdo contigo en la calidad humana, valía personal, simpatía, etc. de Lydia.

Antonio Valcárcel dijo...

Estimado Fígaro, ¿por que no te das a conocer?

La lastima, me refería a la cita de Fernando que sintió la libertad de abandonar Alcatraz, cuando al fin, se liberó de su cautiverio a tenor de sus palabras. Rogaría a Fernando que nos dijese lisa y llanamente de sus "tribulaciones" junto a otros comensales y compañeros de partido. Los entuertos estoy con Sófocles. También es una lástima que un titán baje a la arena del circo a batirse con la discrepancia o quizás con las ideas de plasmar un programa o de como configurar el poder y su reparto ¿Porque de que otras cosas, cuando los comensales son políticos, han de sentirse incómodos o presos?
Y como no quiero seguir metiendo la pata, ruego a tirios y troyanos que me perdonen si en algo les he ofendido.

La frase:

"Hay cosas a las que es preferible acostumbrarse para que la vida nos sea soportable: a las injurias del tiempo y a las injurias de los hombres".

CHAMFORT