lunes, 16 de febrero de 2009

Una visita en el ojo del huracán

La delegación del Grupo de Internacional de UPyD para la visita específica a la embajada de la Autoridad Nacional Palestina en Madrid, la formábamos el embajador Jesús Ríosalido, Adrian MacLiman y yo mismo. La sede se encuentra en la calle Pío XII, así que yo citaba a mis compañeros en la plaza del Perú, y más concretamente en la cafetería La Alpujarra, que ha pasado a la reciente historia de la democracia española porque allí cenaban Roldán y Asunción la noche previa a la espantada de aquel.
Una vez reunido el grupo, y realizados los matutinos comentarios de rigor, nos poníamos en camino.
El edificio que alberga a la embajada es un chalet en cuyo interior se han dispuesto arcos ojivales que señalan los diferentes espacios, remedando así los sistemas distributivos que le son propios a la arquitectura árabe.
El embajador no está. "Llegará en 5 minutos", nos asegura el cónsul Mohamed Amro -alto, ancho y fuerte-. Amro nos ofrece un té en tanto que hojea unos papeles que hay sobre la mesa.
Musa Amer Ordeh -que es el nombre del embajador- se presenta por fin. Aún no se ha desprendido de su ropa de abrigo ni de su bufanda. Se excusa con afabilidad. Es un hombre de estatura mediana y contextura fuerte. Nos invita a subir a su despacho, que está en la segunda planta de la vivienda.
No hay lujos en esta sede diplomática. Las sillas en las que Amer Ordeh nos invita a sentarnos son recias y cómodas, pero el mobiliario es el habitual de una oficina cualquiera.
El embajador vuelve a disculparse por su tardanza. Una gestión en el Ministerio de Asuntos Exteriores le ha retenido más tiempo de lo previsto -nos explica-. Aún queda suficiente tiempo sin embargo para un nuevo té.
Empiezo por agradecer su acogida y continúo explicando lo que pretende UPyD en el panorama político español. Pero no soy consciente de que Amer Ordeh habla sólo un español básico y soy yo ahora el que se excusa. Un traductor le cuenta al embajador lo que constituye el propósito de nuestra visita.
Amer Ordeh nos dice que el origen del conflicto que se vive en Palestina está en la ocupación de este territorio por Israel. Que la intervención judía sobre Gaza no tenía por causa los proyectiles caseros lanzados por los palestinos de Hamas -había ya 32 muertos palestinos víctimas de incursiones israelíes realizadas durante la tregua anterior-. Que el objetivo no consistía en desarticular a la red de Hamás en la franja, y a fin de ilustrar su tesis nos ofrece 2 cifras: 48 miembros de Hamás muertos sobre 1.300 habidos en el comjunto de la operación. Y que se trataba de una acción cuidadosamente programada: una maqueta de Gaza fue creada para que allí se entrenara el ejército israelí; el propio Ministro de Defensa, Ehud Barack, habría estado presente en alguno de los simulacros.
No se han respetado las vidas de civiles, de mujeres y niños; se han atacado hospitales y escuelas, edificios protegidos por banderas de la ONU...
Son los israelíes quienes crearon el radicalismo islámico -continúa el embajador-. Cuando Isaac Rabin obtuvo el premio Príncipe de Asturias a los derechos humanos -junto con Arafat- lo reconocía en una reunión privada. "Nos interesaba una Palrdtina dividida, porque de la división surge la debilidad".
El embajador quiere que la Unión Europea se implique más en la solución de sus problemas. Y yo pienso en una Unión que se está demostrando incapaz de solucionar sus propias contrariedades, en una crisis a la que está lejos de tomar el pulso.
Jesús Riosalido le pregunta por las armas israelíes y Adrián MacLiman por la situación interna en Palestina. Amer Ordeh nunca eleva su dedo acusador contra Hamas. "Son los israelíes", repite siempre.
A pregunta mía me dice que confía más en Obama que en McCain. Este tenía un programa de guerra, el de aquel lo es de paz. Pero le preocupa mucho que el "lobby" judío impida una solución justa al conflicto. "El Congreso y el Senado en América son más pro-judíos que la propio Knesset", proclama.
Llega el momento del adiós. Llevamos casi 2 horas de entrevista. El embajador me regala un libro y nos acompaña hasta la puerta. Jesús desaparece tragado por una boca de metro y Adrián se despide de mí para coger un autobús. Yo me voy hacia la sede de Orense y conservo en mi recuerdo aquéllos días pasados en Jerusalén: Un mundo tan triste en ocasiones que uno apenas es capaz de mirarlo cara a cara.

3 comentarios:

Sake dijo...

¡Oh!, D. Fenando ¡Jerusalén, Jerusalén!. ¡Que huracán!, que Ciclón y que Tornado. ¿Cuanta sangre queda por ser derramada?.¿Acaso la sed de sangre no tiene fondo?.¿Acaso tenemos los humanos, esa sed, desde que estamos en la Tierra?. ¿Que se puede hacer en Palestina en Jerusalén?. Si no se hace nada, sera nuestro destino, Perecer en una Enorme Guerra, que parta de lugar tan "Sagrado". Es igual, "si una cosa tiene solución ¿por que preocupase? y si no la tiene ¿por que preocuparse?". En cualquier caso y desde el Parlamento Europeo, algo tendra que decir UPyD.

Sake dijo...

D.Fernando ¿Tenemos dia de mañana?, porque uno se pregunta ¿Que quiero ser de mayor? y luego ves ¡Ya soy mayor!, entonces cederé el testigo a alguien con mas fuerza, con más alcance y yo me quedare conmigo mismo y mis pensamientos.

Sake dijo...

D.Fernando ¿Como no va a tener Guipúzcoa una plaza en San Sebastián?, pues claro, y además la más bonita. Alli pude escucharle hablar, en el aniversario. Alli volvi a ver La Concha, los bajos de La Concha, alli hace muchos muchos años conocí a "Alguien". Y ahora, ésa plaza de Guipúzcoa, da un "Mitin a Pie de Calle". D.Fernando, dígame ¿Se puede resistir?, hay cosas que dan fuerte (como Usted bien sabe). Y además se siente uno "Tan Prescindible", que la paz envuelve su Corazón.