jueves, 26 de febrero de 2009

Intercambio de solsticios (3)

Se trataba, por lo tanto de 2 fenómenos en apariencia distintos. 2 casas quemadas en un frío invierno español en abierto desafío a las previsiones del cambio climático.
Apenas nada más que una casualidad. Pero la imaginación cose los materiales de las historias con hilos misteriosos, y de retales diferentes crea ropajes integrados entre sí y diferentes a los demás.
Y su imaginación le decía que, en efecto, las historias que vivían José Carlos Grossmann y Jorge Brassens se encontraban ligadas por una circunstancia común: el fuego. Y se trataba -en ese caso al menos- de un fuego que concedía la vida a quienes lo padecían. Se trataba de un nuevo Fénix que nace precisamente de las cenizas del ave que le precedía.
Era cierto. Además que el incendio que afectaba a la familia de José Carlos Grossmann lo hacía sobre su anterior parentela. Grossmann ya no vivía en Barcelona, se había divorciado y casado de nuevo, y tenía un nuevo hijo de su 2º matrimonio. Después de pasar algunos años a caballo entre Barcelona y Madrid -con una mayor presencia en la capital- aceptaría una oferta profesional que era para él un auténtico reto y fijaba su lugar de residencia y de trabajo nada menos que en Chicago.
No era diferente el caso de Jorge Brassens. Esa misma casa que ardía en el alero izquierdo del tejado se había convertido en elemento determinante de su vida anterior. La casa llevaba el mismo nombre de su hija y a unos pocos metros de distancia de ella quedaban esparcidas las cenizas de ella y las de su madre. Y a esa misma casa llevaba a Brassens a pasar esas fechas del solsticio de invierno a su reciente novia, con su pareja.
Y ocurría, todo, en los días de Navidad, como si se tratara de las hogueras de San Juan, sólo que 6 meses antes -o después- en un intercambio de solsticios que da lugar a una historia en la que pasado, presente y futuro se mezclan de manera inevitable en la historia de ........................
Pero el fuego es la frontera entre una y otra historia. Opera como en incendiario Hernán Cortés que destruía las naves que le habrían proporcionado la posibilidad del retorno. Un retorno que la vida sólo permite en el recuerdo, nunca se vive lo mismo 2 veces.

3 comentarios:

Sake dijo...

No sé porque (me falta capacidad para captar el mensaje, de su escrito), pero aparece ante mi la película "Hechizo de Luna", sera por lo del Solsticio y éso. La Luna dando su "luz" e influencia en los complejos recovecos del Alma Humana.
Perdón D.Fernando, por no estar a la altura de su escrito, pero no he podido resisitir las ganas de escribir algo en éste su Blog.

Carla dijo...

¡Enhorabuena por el escaño obtenido! Me alegro de verdad.

Sake dijo...

D.Fernando, ye está UPyD, en el Parlamento Vasco. Tenemos ésa satisfacción.
Reciba mi más sincera Felicitación.
Ahora hay una nueva voz en Vitoria. De lo que seguro se alegra toda España.