miércoles, 18 de abril de 2007

UNA IMAGEN

Un niño,
la cabeza baja, el cuello al descubierto.
Una rama,
Mueve su extremo sobre ese cuello
-se diría que le hace caricias, cosquillas, por causa
del viento.
Pero no es así,
esa rama tiene vida propia,
y no produce cosquillas en el cuello de ese niño,
¡Está succionando su sangre!,
como si se tratara de una sanguijuela.
Y el niño se deja,
consciente de que es objeto de un rito,
antiguo,
como la evolución de la especie.
Porque quien abre sus fauces,
para devorar esa rama
-la rama que chupa la sangre en el cuello del niño-
es un animal prehistórico,
tal vez sea un diplodocus tendido,.
Su cuerpo es alargado
y su cola interminable.
¿Cuántas figuras de animales
seguirán al diplodocusà
alimentándose los unos de los otros,
hasta llegar a ese niño,
con el que concluye la cadena?

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