lunes, 18 de febrero de 2013
Cecilia entre dos mares (46). ¡Todo a la venta!
Se cerraba la puerta de su despacho cuando desaparecía la negra sotana del padre Sopeña, y entraba su apoderado con el último poema de Cecilia. Un poema que decía:
"Además de ti
No hay ninguno
En quien yo pueda confiar,
A quien yo pueda mirar
Y creer en su mirada.
No hay ninguno,
Además de ti,
Que sepa contestarme
Sin palabras,
Que sepa elevarme,
Y traerme suavemente
A su lado,
Y que me entregue
Cada noche,
Una nueva ilusión,
Y una promesa de amor,
De cuando en cuando".
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