martes, 31 de enero de 2012

Intercambio de solsticios (316)

- Ahora llegaba otra vez el turno de Raúl –anunciaba equis-. Escribía largo, como de costumbre.
- Vamos a ello.
- Empezaba diciendo que, en lo que hacía referencia a la venta de la casa respecto de la cual habia una negociación en marcha, él estaba de acuerdo, pero quería matizar algo.
- ¿Qué cosa, si todo el mundo estaba de acuerdo? –se interesaba Brassens.
- Decía primero que la gestión de los hermanos Alberto y Gonzalo le parecía impecable.
- Pero…
- Siempre hay un perdo, en efecto –dijo equis-. Pero, antes que eso, Raùl decía que también le parecía bien lo que se quería conseguir. El pero era que no le quedaba claro la posición del API.
- ¿La rebaja?
- Sí. Raúl se preguntaba de quién cobraba este su comisión del 3%.¿Del vendedor? Porque, salvo pacto en contrario, la cobraban del comprador. Y, por lo que contaba Gonzalo, daba la sensación de que quería favorecer al comprador, pero que cobraba del vendedor. ¿No será, se preguntaba Raúl, que quería cobrar la comisión dos veces? Y agregaba que había que andarse con ojo a este respecto.
- No le faltaba razón –dijo Brassens.
- Y decía que, si se descubría algo de esto, cabía exigirle que cobrara la comisión del comprador o que la rebajara de modo sustancial. Y terminaba diciendo que, una vez que se aclarara este extremo, habría que intentar sacar un neto de 400.000 euros a la operación.
- ¿Eso era todo?
- En cuanto al primer párrafo sí –aclaró equis-. Te decía que había escrito largo. Seguía diciendo Raúl que, en lo referente a los gastos, no estaba muy satisfecho con todas las reacciones. En concreto, decía observar algunos cambios de criterio entre los hermanos con los que había hablado en persona.
- ¿Lo había hecho?
- Sí. Se había desplazado a Valladolid y había hablado con alguno de ellos. Creo que ya lo habíamos comentado.
- Es verdad. Perdona –dijo Brassens.
- También decía observar que nadie hablaba nada en cuanto a la reducción de los tres sueldos que, para él, resultaba la medida más lógica, dado que la situación de gastos de su madre estaba por encima de sus posibilidades.
- No estaba mal.
- No –concedía equis-. Pero seguía Raúl diciendo que en lo que hacía referencia a la distribución de los gastos entre los hermanos veía posturas poco claras entre los hermanos que no conducirían a nada.
- Eso mismo me parecía a mí –observó Brassens.

No hay comentarios: