Barcelona, la hora de la esperanza

Junto a la entrada del hotel en que me alojaré esta noche me sorprende la voz amiga de Javier Areitio, ex euro-diputado del PP. Me dice que le acaban de pasar una encuesta realizada por 2 miembros de la LSE -London School of Economics- para el conjunto de la Unión Europea y que señala que UPyD mantiene sus 2 escaños para las europeas. Javier cree que me voy a animar. Y tiene razón.
Veo las noticias de las 3 en el primer canal de televisión. Sale Rosa y Ana Blanco justifica la prácticamente nula cobertura mediática en el cumplimiento de la normativa emanada de la Junta Electoral.
Doy una vuelta por el Paseo de Gracia -muy concurrido esa tarde del viernes- y me tomo un café y un helado. Vuelvo al hotel donde Rosa, Teresa Giménez-Barbat- Mayka, Paco Sosa -segundo sombrero de campaña-, Carlos Martínez Gorriarán y otros nos vamos congregando en torno al té de Rosa.
Vamos hacia la plaza. Ahí se concentra un reducido grupo de gente. Nuestro coordinador en Cataluña anuncia que Fernando Maura "les dirá algo". Y yo, que no sabía que prácticamente iba a abrir el acto, digo algo sobre la mordaza que ha supuesto esta campaña
En el turno de preguntas, un ciudadano nos requiere a que contestemos sobre nuestra opinión respecto del impuesto de sucesiones. Rosa me pide que diga algo y yo me muestro en contra -que es lo que el demandante esperaba-. Este se acerca y me entrega un sobre, a la vez que me dice: "Lo ha explicado usted perfectamente. Aquí existe una gran sensibilidad al respecto".
Un grupo de jóvenes parece increparnos desde la lejanía, pero la estrategia de la marginación de UPyD la usan hasta los radicales independentistas.
Me encuentro con Almudena Semur y saludo a Trías de Bes. Tomo un pincho por el camino de regreso al hotel y allí me reúno con los restos upeydianos que se van a cenar. Yo me retiro. El avión que me conducirá a Bilbao tiene prevista su salida a las 8´00. El último madrugón.
Barcelona, la hora de la esperanza

Junto a la entrada del hotel en que me alojaré me sorprende la voz amiga de Javier Areitio, ex euro-diputado del PP. Me dice que le acaban de pasar una encuesta realizada por 2 miembros de la LSE -London School of Economics- para el conjunto de la Unión Europea senala que UPyD mantiene sus 2 escanos para las europeas. Javier cree que me voy a animar. Y tiene razón.
Veo las noticias de las 3 en el primer canal de televisión. Sale Rosa y Ana Blanco justifica la prácticamente nula cobertura mediática en el cumplimiento de la normativa emanada de la Junta Electoral.
Doy una vuelta por el Paseo de Gracia -muy concurrido esa tarde del viernes- y me tomo un café y un helado. Vuelvo al hotel donde Rosa, Teresa Giménez-Barbat- Mayka, Paco Sosa -segundo sombrero de campana-, Carlos Martínez Gorriarán y otros nos vamos congregando en torno al té de Rosa.
Vamos hacia la plaza. Ahí se concentra un reducido grupo de gente. Nuestro coordinador en Cataluna anuncia que Fernando Maura "les dirá algo". Y yo, que no sabía que prácticamente iba a abrir el acto, digo algo sobre la mordaza que ha supuesto esta campana
En el turno de preguntas, un ciudadano nos requiere a que contestemos sobre nuestra opinión respecto del impuesto de sucesiones. Rosa me pide que diga algo y yo me muestro en contra -que es lo que el demandante esperaba-. Este se acerca y me entrega un sobre, a la vez que me dice: "Lo ha explicado usted perfectamente. Aquí existe una gran sensibilidad al respecto".
Un grupo de jóvenes parece increparnos desde la lejanía, pero la estrategia de la marginación de UPyD la usan hasta los radicales independentistas.
Me encuentro con Almudena Semur y saludo a Trías de Bes. Tomo un pincho por el camino de regreso al hotel y allí me encuentro con los restos upedyanos que se van a cenar. Yo me retiro. El avión que me conducirá a Bilbao tiene prevista su salida a las 8´00. El último madrugón.