miércoles, 16 de noviembre de 2011

Intercambio de solsticios (269)

Bilbao, 8 de diciembre de 2003.

Querida Lorsen:

Te escribo al final de este fin de semana largo –aunque este año no tanto- que pasábamos siempre en Arrechea, salvo el día en que le comprábamos los regalos de Navidad a Pilar, en Pamplona, y después comíamos por allí.
El viernes pasado, en el Consejo de Ministros, se produjeron una serie de nombramientos de la “Orden del Mérito Constitucional”, con tratamiento de “Excelentísimo Señor”. Entre los galardonados está la Fundación para la Libertad, de la cual soy patrono. Así que me han dado esa medalla. No te oculto que me ha hecho mucha ilusión y que sólo tengo una pena: no poder compartir ese momento contigo. Estoy seguro de que te pondrías a llorar de emoción y a moco tendido, como quizás estés haciendo ahora allá donde te encuentres. Porque estas cosas sólo son bonitas si hay alguien que las festeje contigo.

Un beso.

1 comentario:

Sake dijo...

Es verdad D. Fernando por muchos premios que nos dén, su luego no tenemos con quién compartirlos, nos sirven de bastante poco.