Era el año 2.000. Los partidos constitucionales vascos enterraban a sus víctimas ante la general indiferencia del nacionalismo gobernante. No era para menos, se trataba del mismo nacionalismo que, después de aquél asesinato a cámara lenta de Miguel Angel Blanco como lo calificaría Melchor Miralles, huía del acuerdo con las fuerzas políticas democráticas y acudía al encuentro con ETA en Estella.
El PP y el PSE-PSOE acordaron presentar sendas mociones de censura -una por partido, aunque se vivían tiempos de acuerdo no era este tan impotante como para unir los criterios detrás de un solo candidato.
Me correspondió presentar en nombre de mi grupo -el popular- esa moción. Y recuerdo que desgranaría en mi intervención todo el amplio rosario de dejaciones y complacencias que el lehendakari Ibarretxe había hecho patente en la lucha y apoyo a ETA. Ilustré la actitud con un elenco amplio de ejemplos.. Uno de ellos se refería a la manifestación que el lehendakai encabezaría de modo vergonzante cuando los constitucionalistas nos encontrábamos concentrados después del atentado contra el concejal Indiano. En efecto, Ibarretxe prefería el calor de los suyos y huía hacia las calle, lejos de los comentarios en voz baja, los que decían que era un presidente sólo para la mitad del país. Ese Ibarretxe que aceptaría la manifestación de los suyos y se escaparía de los otros -nosotros- cuando protestábamos por el atentado que se llevaría por delante a Fernando Buesa y a su escolta Jorge Díaz.
La mención que hice respecto de esa actitud sacó de sus casillas a Ibarretxe. No tenía previsto -dijo- consumir el turno reglamentario que se le concedía pero mis afirmaciones habían provocado su intervención. Y me acusó de mentiroso.
Ibarretxe tiene una acrisolada fama en cuanto a tratamiento ambiguo del terrorismo se refiere. Por eso no debería extrañarnos que haya realizado esa vergonzosa mezcla entre víctimas del terrorismo y familiares de los verdugos: se diría que todos padecen igualmente la lacra de ETA.
La relación de muchos nacionalistas con ETA es dual. No diré que no condenan sus actos, pero tienen un espacio de su corazoncito entregado a ellos. No en vano, ETA nació del PNV y ese cordón umbilical nunca fue rigurosamente cortado. Además que la política es la lucha por es el poder y ahí los 2 nacionalismos se miran de reojo. Situada la cuestión en estos términos, el PNV no podría aceptar cualquier negociación que otorgara a ETA una ventaja decisiva en una posible contienda electoral porque su eventual y -definitivo- abandono de las armas hubiera permitido un avance en términos de soberanía y/o territorialidad al conjunto del nacionalismo. Por eso querrán estar siempre presentes en la mesa de negociaciones y auto-condecorarse con la medalla de la paz correspondiente en el caso de que a ello hubiera lugar.
Y por eso le tienen miedo a ETA. No por sus bombas y sus atentados sino por la competitividad de poder que tienen establecida.
Y por eso también, la lucha interna que se vive en el PNV lo es entre nacionalistas sin complejos, que creen en los principios éticos que de modo irreversible comporta la democracia y que están dispuestos a combatir a ETA con todas sus consecuencias, y los nacionalistas acomplejados que quieren pactar permanentemente con la banda, no sea que esta crezca demasiado y les expulsen del "aitaren etxea", la casa del padre o, lo que es lo mismo -en versión actual-, el poder en las instituciones vascas.
Lo malo es que quienes están ganando la partida son los segundos, en tanto que los primeros han puesto tierra y océano por medio. Al menos hasta el mes de junio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Estimado Fernando:
Me he preguntado muchas veces que se esconde delante y detrás de ETA, y hasta donde llegan sus tentáculos: -las pretensiones de ETA es conseguir a toda consta la independencia de Euskadi e Iparralde (Euskalherria)-, y en esta máxima, la aplican incluso con el bautismos de sangre, extorsión, persecución, bombas, denegaciones administrativas, fracasos empresariales de los no nacionalistas, aislamiento de los medios de comunicación a quienes pretende llevar una voz distinta a sus tesis y discursos...ETA es mucho más, empieza con ideólogos barbados, con Rhs-, con matrimonios euskaldunes,etc.
En su libro “ETA NACIÓ EN UN SEMINARIO” de Álvaro Baeza, dijo: Y se verán obligados a proclamar: ¡PERDON, PERDÓN, PERDÓN Y PROFUNDO ARREPENTIMIENTO! , cuando conozcan en todo detalle la verdad de tanta historias sucedidas, que duran tanto tiempo que nos han sido ocultadas y mentidas de la historia de ETA.
¡Qué viene el COCO! -dice o decían a los niños para conseguir que dejen de molestar a los padres-. ETA amedrantar con bombas a ciertas voluntades en este 1 de Mayo con la intención de seguir formulando su discurso político: ¡y aquí no ha pasado nada! -En una exhibición de su capacidad de maniobra terrorista y de lo que pueden llegar a hacer si se les toca los cojo-nes-.
El miedo a ETA se ha instalado en las mentes de una ciudadanía amenazada que incluso los poeta no se atreve a plantarles cara. Sólo los locos, cuando salen de su aislamiento y entran en el mundo real se encaran con la bestia.
Publicar un comentario