Bilbao, 28 de abril de 2003.
Querida Lorsen:
En el día en que han transcurrido cinco meses desde tu partida no quería dejar de enviarte estas letras, para decir que me sigo acordando mucho de ti y, de paso, contarte un par de cosas.
Después de acabar con mi carta de ayer me llamó tu hermano Enrique. Estaban en Bilbao, celebrando el ochenta cumpleaños de su suegra y quería organizar una cena con tu padre, Patricia, Macarena y Christian. Me pidió que me sumara y, como ya te he dicho en otras ocasiones, lo hice con mucho gusto.
Tu padre se encuentra bien y come con un apetito desbordante. La hernia que le ha salido le impide pasear todo lo que quiere, pero una vez que descansa se encuentra bien y ni siquiera los mismos médicos quieren operarle. ¡A sus ochenta y siete tampoco está mal!
Enrique y Patricia le han regalado unos auriculares inalámbricos, con los que tampoco oye bien. Les he dicho que quizás sea por los perturbadores de ondas que tiene Carlos Iturgaiz. Creen que hay que decirle que el sonido al que pone la televisión por la noche molesta a la familia del Presidente del PP vasco.
Esta mañana he hablado con Mónica Oriol y con Rafa Ustara. A la primera le he contado la historia de los escoltas; al segundo que me los cambie. Me ha asegurado que así lo hará y, además que les va a abrir un expediente. Espero que sea pronto, porque es como tener el enemigo a bordo. ¡Hasta he pensado que con el carácter que tiene Mariano, a lo mejor me descerraja un tiro por haberle estropeado su carrera profesional! ¿Te imaginas?: “Parlamentario vasco del PP asesinado por su escolta”. La verdad es que hasta me río de todo esto, pero tengo que decirte que ni siquiera me importa. Me horroriza, eso sí, la tortura, el dolor; pero la muerte se ha convertido para mí en una especie de segunda piel, sé que está ahí, acechando con su cara cadavérica y su hoz, esperando impaciente a que llegue mi momento. Pero creo que todavía no es mi hora.
Pilar está muy bien. Le he puesto en el álbum las fotos que tomó Patricia de cuando estuvimos en el pueblo del Rocío, Almonte. Después de cuatro meses ha aparecido por la UCI Sonsoles Villalonga, que debe tener un nieto en neonatal, bastante regular, por lo que me ha dicho.
Como ves sigo peleando, día a día, con la fuerza que tú me transmites, recordando cómo afrontabas tú los problemas, con valentía y decisión, quizás, ¡ay!, salvo los tuyos propios, que hace cinco meses acabaron por pararte el corazón.
Sigue descansando, guapa, que en mi recuerdo siempre estarás presente.
Un beso.
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1 comentario:
¿Porqué no tiendes un puente?¿acaso te es imposible?, creo que te es imposible si en la otra margen no hay alguien intentando lo mismo.
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