Cuando se escribían estas llíneasel Partido Popular de Vizcaya seguía peleando por el que sería su segundo escaño en esta circunscripción. El recuento oficial puede conseguir en ocasiones lo que interventores y mesas no han otorgado. No tengo especial predilección por ninguno de los 2 partidos que se disputan este escaño -PSOE y PP- pero sí debo decir que soy amigo de Marisa Arrúe y que para ella fue mi primera llamada en la mañana del lunes -la segunda fue para Patxi López, para felicitarle por los resultados de su partido.
El motivo de este comentario radica por lo tanto en otra cosa. Algún medio de comunicación ha sostenido que los votos de UPyD habrían sido los responsables de la presumible pérdida de este "su" escaño. Y el argumento para ese razonamiento sería que en Getxo y Bilbao -que son municipios donde el PP rebasa su media electoral, los llamados "feudos electorales"- UPyD ha obtenido sus mejores resultados.
De esa reflexión a la canción que dice eso de "mi carro me lo robaron" no media gran distancia.
Tenía que suceder. Durante la campaña electoral que concluía el pasado 7 de marzo es cierto que no he tenido la oportunidad de conceder un excesivo número de entrevistas. En todas ellas, sin embargo, había una pregunta recurrente:
- ¿A quién cree usted que les van a quitar más los votos?
Está claro que la democracia española vive en la atmósfera cercana a la asfixia por la intervención y el monolitismo. La campaña electoral que acabamos de recorrer constituye fiel reflejo de lo que digo: se conjuga una especie de oración por la cual en el Olimpo de nuestro sistema político no existen más que 2 dioses: Zapatero y Rajoy. Todo lo demás resulta inservible cuando no distorsionante de la realidad. Es el mundo básico -y por lo tanto mentiroso- de los 2 principios esenciales: el Bien y el Mal, el Yin y el Yang, el Eros y el Thanatos...
España no es una democracia de ciudadanos sino un sistema de elección por adhesión. Uno vota a un partido como elige a la compañía de seguros que le vende la póliza: por la publicidad, la aparente fortaleza o porque le cae bien el agente que se la ofrece; nadie se lee las coberturas principales del contrato, menos aún la letra pequeña y eso de analizar la situación de la compañía en sus balances y cuentas de resultados es casi quimera parecida a suscribir una ficha de afiliación a UPyD en el año de 2.007.
Los votos son de los electores, que elección tras elección deciden 2 cosas: si van a votar o se quedan en casa, y -en el primero de los supuestos- si votan en blanco o por alguno de los partidos o coaliciones.
Y a falta de un más riguroso estudio nuestro voto se compone básicamente de 2 sectores: el del aburrimiento y el de la desconfianza, el de los maduros y el de los jóvenes.
Están aburridos -lo estamos- la gente madura que ha vivido la política de las promesas incumplidas, de la manipulación del sistema, de los partidos que prometen millones de puestos de trabajo y sólo colocan a los suyos.
En este grupo el hastío crece en la misma proporción en que se ha militado en alguno de los partidos tradicionales.
Desconfían de la política los jóvenes en la forma de una especie de apriorismo existencial. Creen que los políticos se encuentran excesivamente encumbrados, no descienden al nivel de la calle salvo en época de elecciones -y aún así convenientemente distanciados del contacto con las masas-, no piensan en los problemas de la gente sino en los suyos propios y crean problemas más que los solucionan.
Groucho Marx definía muy bien ese comportamiento: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.
Hay en este grupo mucha gente que ha corrido la voz de que existe un partido nuevo y diferente, como las 3 chicas de la Plaza de la Casilla en Bilbao. Quieren creer en la política y esperan que no les defraudemos.
Pero queda aún un tercer grupo de votantes que simpatiza claramente con UPyD, pero que aún sigue refugiándose en los partidos tradicionales. Votan útil o mantienen la vaga esperanza en que el partido menos horroroso de los 2 corrija algo la espantosa deriva de los acontecimientos.
Y otro -más amplio aún- que no ha recibido todavía noticia de nuestra existencia. Una vez abierto un pequeño orificio en las gruesas murallas del sistema -y por el que ya se ha colado Rosa- esos ciudadanos podrán conectar con nosotros y compartir nuestras inquietudes.
Vaticino a los plañideros de los votos en propiedad muchas más noches amargas.
Por cierto, creo que a Manolo Escobar le robaron el carro mientras dormía.
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4 comentarios:
Interesante iniciativa de IU:
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/03/14/espana/1205499560.html?a=7eff49b115d04acf988485e78b598acd&t=1205507161
Pues yo oigo por todas parted de gente que hubiera votado UPyD si no hubiera sido por el "voto útil para echar a ZP". ¿Y ahora qué? Visto el resultado, ¿no preferirían un congreso con menos diputados del PP, y más de UPyD?
¿Y eso no son votos "robados"? ¿O directamente desperdiciados?
Estimado Fernando:
A muchos ciudadanos, algunos políticos nos han robado las ilusiones y el futuro que nos merecemos.Sino proporcionasen el pan a los suyos considerando a los demás, enemigos; sino canalizasen las fuentes generadoras de riqueza a sus testaferros; sino colocasen a los suyos en la administración; sino nos hubiesen puesto en la lista negra de proveedores no homologados(Label Vasco). Y si hubiésemos tenido las mismas oportunidades nuestro futuro hubiese sido otro.
Ayer acudí a la cita, en el encuentro de la Diputación Foral de Vizcaya organizado por el Departamento de Acción Social de la Diputación Foral
de Bizkaia. Que organizó la jornada dedicada a la “Discapacidad
Intelectual y Envejecimiento” que se celebrará el 14 de marzo en el Hotel Carlton de Bilbao. Al que fue como asistente e invitado el exdiputado de Bienestar social, Josu Montalbán, al que saludé, ahora además, será diputado al Congreso por Bizkaia.Y seguramente irá acumulando cargos públicos en su persona; y todos con nómina al igual que el resto de los políticos. Esta omnipotencia de los políticos, demuestra un excesivo poder acaparativo. Y como dice el dicho: "Quién mucho abarca poco aprieta”. Si los políticos pretenden seguir acaparando puestos de nómina, -¿Porqué no se deja a un incapacitado laboral permanente del régimen general de la seguridad social y que cobra 850€ más o menos, no pueda realizar otro tipo de trabajo para que le aumente esta ridícula cantida salarial que percibe? Creo que este sería un buen principio para que la Ley de Seguridad Social se modificase y se estudiase, en cada caso particular, adaptándose a la incapacidad laboral del que fue trabajador. Y que pueda incorporarse al tejido laboral a mitad de jornada o un tercio de la misma, con el fin de devolverle la autoestima y dignidad y por ende se pueda ganar con mayor holgura los garbanzos de la compara diaria.
Mucho se ha hablado de las incompatibilidades de los cargos públicos, estas reinan por su ausencia. El pueblo consideramos tales actuaciones de abusivas.
Fernando siento lo de Marisa Arrue, aunque no mucho. Llevo más de un año tratando que nos conceda una entrevista como representante de los enfermos mentales depresivos de Euskadi, Tubal. Sin conseguirlo. Los políticos que no reciben a los ciudadanos y sus organizaciones son unos inmorales.
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