Hoy ha sido un día muy duro para mí. No sabría compararlo con otro. Quizás con ese 27 de noviembre de 2.002, cuando le daba un beso al que ya era el cadáver de la madre de Pilar. Hoy se ha ido ella, Pilar. Las 2 mujeres de mi vida. Dondequiera que estén, están juntas; dondequiera que estén, me están esperando y siento que velarán todos mis sueños hasta entonces.
Voy a contar ahora cómo ocurrió.
Segundo día de la crisis
Montse me llama por la noche y habla en ella la única voz que sirve en los momentos difíciles, la del afecto, sin adjetivos.
Por la mañana, Pilar está atontada y me recibe con un bufido. Tiene un sueño profundo e inquieto, los ojos semi-abiertos y la respiración se le hace difícil. A veces se queja, como exigiendo la comprobación de la compañía. Entonces le hago una caricia y se tranquiliza.
Salgo de la habitación mientras la asean. Cuando vuelvo tiene los ojos muy abiertos pero el aspecto ensimismado. Apago la luz y cierro la puerta. Pilar vuelve a un sueño más tranquilo.
Una enfermera le trae recuerdos de una cuidadora colombiana que la atendió durante medio año. Le ha dicho que intentará venir mañana, a visitarla. Pilar mueve la cabeza en ademán de negación. "Que me dejrn en paz", viene a decir.
Poco antes del mediodía llega su abuelo. A sus 91 años conserva buena parte de su prestancia, pero está muy sordo.
- No está tan mal –me dice-. Lo que pasa es que la están tratando como si se fuera a morir, y eso la preocupa, claro. Lo que hay que hacer es animarla.
Yo no sé muy bien cómo se le puede animar a esa personita tan sedada. Como la comunicación con él resulta bastante difícil le digo que volveré a las 2.
Apenas el tiempo de hacer un par de recados y regreso a Cruces. Junto a ella está Amelia, una prima de su madre.
- Aunque se encuentre fatal, Pilar sigue controlándolo todo -me dice.
Y me siento de nuevo a su lado. Su respiración es más profunda, lo mismo que seguramente lo será su sueño. Ahora no hay bufido ni beso, sólo el descanso que convive con la lucha.
Y así, poco más o menos, transcurre el resto de la jornada.
El día del adiós.
A las 9'15 abro la puerta de la habitación de Pilar. Fuertemente sedada su respiración es muy profunda, al borde del ronquido. Se parece a esa mañana del 27 de noviembre de 2.002, cuando su madre se fue para siempre mientras que yo pensaba que sólo estaba descansando. Y es que, en el umbral de la muerte existe a veces una zona gris que nadie sabría cómo definir.
Le ha bajado la saturación. Ayer estaba en 90%, ahora en 75. Pero la ha tenido más baja por la noche.
Cuando le doy un beso parece no enterarse. Me siento a su lado, observo sus ojos entornados y pienso que al menos no sufre.
Llama la madre de Iñigo, un amigo de Pilar, de aquéllos largos años en que ella vivía en la UCI. Pilar se preocupaba mucho por la situación de los niños que aparecían por esa unidad, especialmente en los casos de tratamientos más prolongados. Se sentía como si ella fuera una especie de privilegiada anfitriona que recibía a esos niños, les amparaba y les cuidaba. Sus padres y esos niños la quieren mucho y preguntan siempre por ella.
Quiere visitarla. Yo no le digo que no venga, pero sí le transmito mi impresión de que Pilar no se va a dar cuenta de nada. La madre de Iñigo no insiste. Me pide que le de un beso.
Vuelvo a su habitación. La van a asear. Salgo. Cuando regreso la han aspirado y la saturación le ha bajado hasta 36.
Marian -la "peque"- ha venido desde la UCI a visitarla. La máquina ya no registra saturación alguna. Le toma el pulso. "No tiene", dice y se me encoge el corazón y me sube un nudo hasta la garganta. Alguien pide un fonendo. Lo traen y Marian la ausculta y no nota nada. Llega una doctora y repite la operación y es el mismo el resultado. Me lo dice.
Y entonces se me contrae el gesto y noto cómo una marea de agua me inunda los ojos.
Pasa tiempo hasta que me dejan solo con ella -es siempre largo el tiempo que transcurre hasta que te permiten decir adiós.
Doy un beso a su carita, aún caliente.
Acerco mi boca a su oído y digo:
- Chiquitina. Dále un beso a mamá.
Y esa niña que ha pasado de la noche de su sueño a la noche de la muerte, con el gesto apacible del descanso, me hace sentir en paz.
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19 comentarios:
Desde Ceuta, queremos transmitirte nuestro más sentido pésame. Es nuestro sentir estar a tu lado en estos momentos, aunque sea a cientos de kilómetros de distancia.
Querido Fernando: Te quiero acompañar en el sentimiento en este momento de duelo.
Javier Otaola
Todo lo que hayamos dicho en este blog y todo lo que digamos a partir de ahora será siempre una solemne estupidez si lo comparamos con esta historia de Pilar, de la que ya conocíamos algunos capítulos y cuyo triste final se ha cumplido ahora.
Aunque no nos conozcamos personalmente, en la distancia, lo siento mucho.
Mi más sentido pésame para fernando.
Y al señor Chacón le comunico que me reconforta saber que sabe distinguir el trigo de la paja.
Si en algún momento, Fernando, ves a los demás compadeciendote y se te encoje el corazón al darte cuenta de que no pueden entender que no sufres por ti, que el dolor que tienes es como cosa de otro mundo indefinible para quien ha tenido la suerte de no llegar a él, entonces recoge si te alivia, el abrazo que esta madre ( sjhol) te envía desde su propio dolor y desde su propio esfuerzo de seguir viviendo intensamente y perpetuando una sonrisa hacia la vida, por nuestros hijos que la perdieron
Fernando, seguro que Eugenia le estará dando ese beso a su mamá.
Qué contentas deben de estar las dos juntas!
Un abrazo cariñoso para ti.
Gracias Fernando por darme a conocer la preciosa historia de Pilar, ayer la animaba a ella a respirar, hoy te animo a ti, Respira Fernando!
Se que cualquier palabra es inútil para aliviar el dolor, pero quería decirte que la lucha de Pilar que nos has regalado en el blog es de lo poco que me ha encogido el corazón en este mundo de bytes.
Un abrazo.
Querido Fernando, tuvo conocimiento de tu existencia, en mi viaje a Bilbao, en un autocar de madrilños que fuimos a arroparos en el Teatro Arriaga. A partir de entonces, he conocido gente entrañable, gente con sentimientos, personas con las que se puede hablar de tu a tu, hoy después de conocer el dramático acontecimiento que has vivido este fin de semana, te mando desde Madrid, todo mi afecto y el dolor que puedo sentir. Te pido que por todos sigas en la brecha y consigas que la dignidad llegue a ese territorio.
http://es.youtube.com/watch?v=zG_4a82NspA
Te dedico el video que acabo de subir a youtube.
Mi mas sentido pesame. Podria decirte que se por que estas pasando, peor mentiria, y aque tienes que ser tremendmente duro sobrevivir a un hijo, en este caso hija.
Un abrazo,
Pedro Elustondo
querido fernando, desde la distancia geográfica e historica, no me resisto a que este sea el momento de nuestro reencuentro. espero verte pronto.
Susi de la Lama
Fernando,
quisiera transmitirte mi más profundo pesar tanto en mi nombre como en el de todos los compañeros de UPyD en La Rioja.
Ánimo Fernando.
Un abrazo fuerte de una militante y ex-patriada del PP de Vizcaya.
Estimado Fernando:
No tengo palabras. Sólo recibe mi más sentidas condolencias.
La gran familia del PP y la familia de UPyD sentimos la muerte de tu querida hija, Pilar, no me cabe ninguna duda.
Recibe un fuerte abrazo.
Lo siento muchísimo, Fernando.
Hola a todos,
me gustaría contestaros puntualmente:
UPyD de Ceuta, muchas gracias y mucho éxito el domingo.
Javi, amigo y casi hermano desde hace mucho tiempo, gracias.
Pedro José, muchas gracias por tu comentario.
A revolutrix también mi agradecimiento por saber lo que es importante de verdad.
Blanca, la vida nos ha igualado. No es una situación a la que yo quería llegar como bien te imaginas, pero ya formamos los 2 en ese equipo tan poco natural como es el de los padres que perdieron a un hijo. Tu "landscape of love" es precioso.
Gracias, Mar, por tu cariñoso comentario.
Lord Kobol, me encanta que digas lo que dices. Por mi parte lo intentaré y espero tener la ayuda de todos vosotros.
Caritadeluna, una de las maravillosas personas de UPyD de Madrid. Gracias por tu comentario. Seguiré intentándolo.
Pedro-Peter, al fin identificado. Muchas gracias.
Me ha hecho mucha ilusión, Susi, saber de ti. Me encantaría volver a verte. Un abrazo muy fuerte.
Gracias, Alfredo, y mucha suerte el domingo.
Gracias, Virginia. Espero que tu "ex-patriación" sea reversible.
Gracias, Antonio.
Gracias, Ramón.
yo no sé si se te puede decir algo, pero aún sin conocerte sólo puedo darte apoyo, que al final es lo que une a nuestra especie.
Querido Fernando,
Crees estar solo, pero piensa pfv en la legión de personas que comparten tu dolor y te dedican sus pensamientos. Consuélate no solo con el hecho de que Pilar ha dejado de sufrir sino también de que ahora mamá e hija están juntas disfrutando de su mútua compañia. No te opongas a ello. Ten asimismo la seguridad que cuando menos lo esperas, la vida te volverá a sonreír. Es así, no lo dudes. Eres un tipo admirable. Un fortísimo abrazo,
Pieter.-
He conocido su historia leyendo el periódico y con los ojos arrasados por las lágrimas le doy mi más sentido pesar por el dolor y la más sincera felicitación por poder haber compartido una vida de emociones con dos mujeres extraordinarias y únicas.
Gracias por saber y querer compartir estos íntimos sentimentos con nosotros.
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