lunes, 5 de noviembre de 2012
Cecilia entre dos mares (10). La primera cita (II)
- Miguel. Me ha visitado el padre Sopeña.
La doncella acababa de servir merluza frita con patatas, después del puré de alubias con costrones. Los niños en la cama. Begoña Tellechea, su mujer, y él se encontraban solos en el comedor.
- Como siempre -musitó Iturregui.
- ¿Qué has dicho, Miguel?
- Que te ha visitado el padre Sopeña, como siempre. Eso he dicho -repitió , ahora con voz más alta, Iturregui.
- Como siempre, no, Miguel. Algunas veces viene. No siempre.
- Bien.
Iturregui respondía con desgana. Como si la conversación no fuera con él.
- Me ha hablado de no sé qué poesía que se ha publicado en el periódico. Me la ha leído, Miguel, y me ha parecido horriblemente inmoral.
- Ya.
- Le he dicho al padre que estaba segura de que tú no tienes nada que ver con eso, que alguien la habrá publicado sin tu conocimiento.
- Te equivocas.
- ¿Cómo dices? -Begoña Tellechea no pudo evitar que se dibujara en su rostro un gesto de incredulidad.
- La orden de publicar el poema ha sido mía.
- Entonces tú no has leído la poesía esa.
- Por partida triple la he leído. La primera vez, cuando nos la recitó su autora ayer en la Bilbaina; la segunda, cuando me la dejó ella para que la publicara y la tercera, hoy, en el diario, para comprobar si estaba bien.
Iturregui se expresaba con la más absoluta tranquilidad.
- No entiendo nada.¿Y quién es la Cecilia esa?
- Cecilia Llosa. Es una poetisa peruana, nacida en la ciudad de Arequipa y que está de paso por Bilbao.
- El padre Sopeña está preocupado.
- ¿Por qué?
- No le gusta que "El Porvenir..." se permita estos ataques a la religión.
Iturregui había terminado de comer y dejó unidos los cubiertos sobre el plato con un fuerte golpe.
- No le gusta al padre Sopeña, no le gusta a la Compañía de Jesús, no le gusta al clero -dijo enfadado-. ¿Sabes lo que te digo, Begoña?
La doncella llegaba para retirar el servicio. Iturregui se expresaría entonces en otro idioma: "Ils ne connaissent jamáis par oú commencer, mais le bout est toujours le mēme: obtenir tout le pouvoir.
- Je ne sais pas qu'est-ce qui t'arrive, Miguel -contestaría Begoña, también en francés-. Tout-ce que tu dis est une exageration.
- A mon avis, mois, j'exagère toujours -dijo Iturregui con un punto de ironía.
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1 comentario:
Querido D. Fernando, suele suceder que nos atamos a lo que debemos comer y en la hora que debemos hacerlo, cuando sería mucho más inteligente dar libertad total, para comer y el plato que se desea ingerir, a si como la hora de comérselo.
Un Fuerte Abrazo, D. Fernando.
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