Lander Machimbarrena -es un nombre supuesto, en este país es preciso mantener la reserva, especialmente cuando se habla claro- pasó de ser rival político a confidente en las cuitas políticas. Hoy pienso que ya puedo llamarle amigo, y no con esa ligereza tan española a la hora de elevar al rango de amistad lo que es mero conocimiento -nos parecemos a Roberto Carlos y lo superamos además: "yo quiero tener un millón de amigos..." Los españoles somos amigos de todo quisque- Para Machimbarrena las palabras definen significados precisos, porque Lander Machimbarrena es vasco de caserío, y pasado por la ilustración de la filosofía, con lo que conserva la gravedad y la distancia a pesar de ese aspecto de niño grande y del copete que sería el de Tintin si no se lo peinara con energía y lo aplastara sobre su cráneo en una permanente reivindicación de su madurez.
Me cito con Lander Machimbarrena una vez por trimestre para comer y darle un repaso a la situación. Es él más bien quien analiza las cosas y yo escucho... y aprendo, que no es poca cosa en los tiempos que corren.
Nos vemos en el comedor de la Sociedad Bilbaina, en cuyo Bar Inglés merodea la gente de esta villa dispuesta a compartir un aperitivo y una charla rápida.
Entra Juan Achúcarro, que fuera mi jefe de filas en la candidatura al Ayuntamiento de Bilbao en 1.983. Nos saludamos y nos sentamos en la misma mesa. Llega Luis Aldecoa, cuñado de Juan, que hojea el ABC mientras me formula preguntas ocasionales. Juan está aburrido de lo que ve y me anuncia su propósito de votar a UPyD.
Llega Lander Machimbarrena, hago las presentaciones y subimos al comedor. Está saliendo de la segunda planta del club ese liberal bilbaino, de polifacétismo cultural y vehemente que es Alfonso Carlos Saiz-Valdivielso. Me espeta su decisión de votar la candidatura que encabezo.
Después de elegir el menú le recuerdo a Machimbarrena las circunstancias de nuestro último encuentro: mi incomodidad en el grupo parlamentario y en el pepé y mi voluntad de dejarlo una vez que concluyera la legislatura.
- Lo he anticipado un año -le digo- para colaborar con este proyecto transversal que me parece sumamente atractivo. Un año antes o menos, porque en este 2.008 habrá autonómicas.
- Ibarretxe hará lo que le dejen hacer -me responde-. Pero sería una locura que el PNV rompiera con la legalidad democrática por primera vez en toda su historia, lo mismo que el Lehendakari,.¿Cómo se puede recibir toda la legitimidad de un sistema e ir en contra de ese mismo sistema en una propuesta que es totalmente anti constitucional? Si está convencido de que es eso lo que quiere hacer, que lo haga desde la oposición -dice.
- En el fondo, se trata de tirar otros cuatro años más -le sugiero-. Ibarretxe parecía amortizado después de las anteriores autonómicas y ahora ha vuelto a hacerse con la confianza del partido.
- No sabe hacer otra cosa.-me dice Lander Machimbarrena-. Creo que no ha trabajado ni seis meses en la empresa privada. Cuando tengo alguna duda respecto de los comportamientos de las personas observo su trayectoria profesional: cuando sólo se han dedicado a la política entrarán siempre en lo que se les ofrezca...
Divagamos sobre la posible presidencia para Ibarretxe de una eventual caja de ahorros vasca unificada, que ve lejana. Y la divagación nos lleva a la ausencia de los debates que importan: la política financiera, la energética...
Y de Iberdrola regresamos al PNV.
- El problema es la lucha que existe en ese partido -me dice Machimbarrena-. Y Urkullu no es hombre de convicciones. Es una persona excelente, pero en cuanto rascas un poco le sale el sentimiento sabiniano.
- ¿Pero el PNV no está amagando con la amenaza soberanista sólo para jugar al victimismo y prolongarse en el poder? -le pregunto. Vivimos mundos tan separados que los constitucionalistas no sabemos nada de los nacionalistas, y supongo que estos se encuentran en una situación similar respecto de nosotros. Lander Machimbarrena ha vivido en los dos mundos.
- No -me contesta resueltamente-. Como sabes yo soy de caserío y mi representación del paraíso es el caserío de mi abuela. Como en todo caserío teníamos un perro que estaba atado, y eso le enardecía y fortalecía sus instintos salvajes. En cuanto podía se escapaba al monte, donde estaban las ovejas. Volvía siempre con el morro manchado de sangre. Y mi tío decía: "A este perro hay que sacrificarlo. No tiene cura. En cuanto que han probado la sangre vuelven siempre a por ella". Eso mismo le pasó al nacionalismo en Lizarra -afirma Lander Machimbarrena-. Sólo le salvaría una autocrítica a la que siguiera una refundación del partido, pero no están por la labor...
- Eso que dices es terrible -le digo.
Hablamos de Rajoy y Zapatero, de la importancia que van a tener los debates en esta campaña y de la escasa salud del constitucionalismo vasco, con un PSE-PSOE medio roto por el presidente y un PP que sólo se dedica a cascarle.
- ¿Cómo pretende gobernar con el PSOE si se comporta de esa manera? -se pregunta Machimbarrena.
Está de acuerdo con el diagnóstico que hacemos desde UPyD, pero cree que el sistema electoral español es muy cerrado y que las cosas están muy igualadas, por lo que no tenemos mucho hueco.
Nos despedimos. Anticiparemos nuestra próxima cita al mes de marzo para leer los resultados de las elecciones y hablar de lo que viene por delante.
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3 comentarios:
Supongo que me vas a empezar a coger manía pero si te crees que esos que te dicen en La Bilbaina que te van a votar lo van a hacer, de verdad que creo que eres un ingenuo.
No sé de los demás, pero de Carlos Sainz Valdivieso, cuya hija está casada con mi sobrino Fernando Oraa O´Shea, mi madre me dijo que era PP "enragé". Aquí alguien miente...y como el voto es secreto, ancha es Castilla.
Querida Blanca, yo sólo transcribo lo que me dicen. Un abrazo.
Claro, perdona, ahora lo entiendo.
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