Ignacio Latierro. Era un debate sobre mujeres y derechos sociales. Esos debates, considerados como asuntos de género que, de una manera más o menos inevitable, los grupos parlamentarios adjudican a alguna de sus parlamentarias. Pero -casualidades de la visa- en ese supuesto me lo asignaron a mí, porque yo era el que llevaba las cuestiones de tipo social. Por el grupo en el que estaba Ignacio, el socialista, intervino también otro hombre, Patxi López,
Yo me referí a la condición femenina con el título de una conocida obra, "el segundo sexo". la cual López se preciaba de no conocer. Latierro le amonestaba -más o menos públicamente- al actual Secretario General del PSE porque este sí que públicamente admitía no saber nada de esa obra y que su autora se llamaba Simone de Beauvoir. No será preciso destacar que desconocía también la vinculación entre la autora del ensayo y Sartre y todo lo que daría de sí lo que Henry-Levy llamaría "el siglo de Sarte", existencialismo incluído.
Claro que Patxi López no era aún el máximo responsable del PSOE en el País Vasco -lo era Nicolás Redondo- todavía no se habían celebrado las elecciones de 2.001, y existía en los constitucionalistas vascos la convicción de que estaba próxima la alternativa al nacionalismo.
Hoy día, y también porque creemos que es necesario fortalecer la alternativa al nacionalismo desde el progresismo ha nacido UPyD.
Han pasado desde esa anécdota casi 10 años y volvemos a oír hablar de unidad. El PP acepta marchar en una manifestación convocada por los sindicatos CCOO y UGT, a la que asistía también el Gobierno -que últimamente se reclama de España-. Un gobierno que está activando, ahora, la ilegalización de ANV, que con tanta insistencia le hemos pedido las fuerzas políticas constitucionalistas desde hace más de tres años.
Supongo que nadie pensará que esa "unidad" -que ya desde ahora pongo entre comillas- es fruto de una profunda reflexión entre el partido del gobierno y el de la oposición sobre el deterioro prácticamente absoluto que se ha producido a lo largo de esta legislatura entre los dos principales partidos nacionales y las perversas consecuencias que este deterioro produce en términos de cohesión de país; que sólo supone la creación de barricadas políticas, de revanchismos inútiles.
Y es que:.
- se han dinamitado prácticamente todos los
puentes de encuentro existentes, y se ha roto
el mismo concepto del consenso y su utilidad
para resolver los problemas de mayor calado
que atraviesa la sociedad española y que
exigen precisamente de la unidad de los
partidos.
- el gobierno ha intentado marginar a la oposi-
ción en todo momento, y el PP le ha "entrado al
trapo" siempre que se lo ha tendido el PSOE.
¿Por qué el martes 4 de diciembre el PP asistía a una manifestación con los mismos convocantes y asistentes que cuando en enero de este año, después del atentado contra la terminal 4 de Barajas decidió no asistir?
¿Por qué precisamente ahora -o justo después de Navidad, todo parece indicarlo- el gobierno pretende ilegalizar al instrumento político de ETA, cuando ha tenido todos los motivos para exigir la actuación del Fiscal General del Estado en ese sentido?
Lo saben ustedes igual de bien que los que nos sentamos en esta mesa: porque vamos a entrar muy pronto en campaña electoral -si no lo estamos ya.
Por eso fracasó la manifestación del día 4, porque todo esto se parece a unos fuegos artificiales, sólo que sin la apariencia y la belleza que estos tienen. Porque a los partidos nacionales se les ve venir, no son capaces de tapar sus vergüenzas ni siquiera cuando marchan unidos detrás de la misma pancarta.
Gobierno y oposición volverán por sus fueros, a su guerra sin cuartel, al "quítate tú que me pongo yo"... Y todo eso sin tener en cuenta la solución de los problemas reales de los españoles: el mismo terrorismo, el trabajo, la vivienda o la cesta de la compra.
Y que entre un aire nuevo y fresco en la democracia española.
Como hemos expresado desde UPyD, en una especie de fórmula que dice: más democracia, más igualdad.
Los partidos tradicionales no son capaces de hacerlo, ni siquiera les interesa. Como decía Tocqueville en sus "Recuerdos": "Conservan más la tradición de sus pasiones que sus pasiones mismas". Huelen a pasado -añado yo-, a rancio.
Por eso ha nacido el partido que hoy se presenta. Un partido que se concibió un 19 de mayo aquí, en San Sebastián, de donde han surgido tantos proyectos importantes en la historia de este país, como ¡Basta Ya!, que acabó con la resignación como única respuesta al terrorismo; o como el Pacto de San Sebastián -si se me permite evocarlo- que pusp fecha de caducidad a un régimen que no pudo ni quiso evitar la dictadura como la peor solución que tenía el mal gobierno. Conste que lo digo desde el convencimiento de que la monarquía española, además de que es la forma de gobierno que expresa nuestra Constitución, ha prestado -y lo sigue haciendo- un gran servicio a nuestra democracia.
San Sebastián, un 19 de mayo, en el hotel Costa Vasca. Y hoy, 15 de diciembre, en el Maria Cristina.
Yo no seré notario, pero soy de Bilbao -aunque con algunas gotas de sangre guipuzcoana. Decía mi mujer que algún defecto tenía que tener-. Pues doy fe de que este partido va, a por todas y por el camino que le corresponde, el de la unión de los ciudadanos en el progreso y la regeneración de la democracia.
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1 comentario:
quedan ya menos de tres meses para las elecciones. nos enfrentamos al reto de conseguir que de una vez la tercera españa que representan upyd y ciudadanos llegue al parlamento español. juntos será más fácil. un saludo y felices fiestas desde c-upd.blogspot.com
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